Impuestos y salarios públicos
| Viernes 12 septiembre, 2014
Urge cobrar bien los impuestos y en igual medida encontrar la fórmula para que dejen de crecer en forma automática —pluses incluidos— los salarios públicos
Impuestos y salarios públicos
No evadir impuestos por parte de las empresas que lo hacen, habría evitado una de las medidas que este gobierno está implementando para poder contar con el dinero necesario para los servicios a brindar.
La directriz es coherente con la posición del gobierno de no buscar la aprobación de nuevos impuestos hasta que los actuales sean mejor cobrados.
Como parte de ese propósito y de la gran evasión y elusión reinante en el país se ha tomado la medida de recaudar en forma anticipada un 2% del impuesto a la renta.
Sin embargo se ha postergado por un mes el inicio de esta directriz, porque el gobierno aceptó escuchar los problemas que tendrían los negocios pequeños.
Como consecuencia de esa comunicación y flexibilidad, Hacienda aceptó que los dueños de mininegocios sean excluidos de la directriz, así como los taxistas, expendedores de gasolina y los comercios que están bajo el régimen simplificado.
Quizás ahora lo más importante sea definir con exactitud qué es un negocio pequeño o mininegocio a fin de que sea el volumen de ingresos netos lo que lo califique como libre del 2% anticipado.
Otro aspecto de la buena recaudación sería, sin duda, el riguroso control de lo que se presenta como gastos por parte de cada compañía, con los correspondientes comprobantes.
En cuanto a las empresas más grandes, no se verán perjudicadas las que operan dentro de la ley, sin evadir impuestos, ya que más bien anticipar un 2% del pago de la renta las llevará a tener que cancelar menos al final de cada cierre fiscal.
En el caso de las grandes firmas que evaden impuestos, lo hacen, de todos modos, por montos superiores a este 2% anticipado que deberían ahora cancelar.
Todo es parte de un proceso para combatir la evasión fiscal, que debe acompañarse con freno al contrabando y con las medidas para convertir en realidad un menor gasto en las instituciones públicas, aumentando la eficiencia del personal y mejorando la calidad de los servicios.
Es en este último aspecto, en lo que aún estamos a la espera de ver las directrices para medir rendimientos, departamento por departamento de cada entidad. Si se está haciendo no lo conocemos en detalle. ¿Cuál es la directriz para cada mando medio, para cada jefatura?
Mientras no se aprueben nuevos impuestos, es el conjunto de medidas como las que hoy mencionamos y otras lo que puede bajar el gasto público.
Sin embargo, para que esto se constituya en un monto significativo, debería incluir una solución al grave problema de las planillas públicas que, tal como están, crecen en forma automática, incluidos los injustos pluses.