Persiste arribo de empresas colombianas
María Cisneros [email protected] | Jueves 16 enero, 2014
Impulso que dará acuerdo comercial permitirá un repunte
Persiste arribo de empresas colombianas
Aporte llega al 5% de la inversión extranjera
Costa Rica brilla en el mapa de los empresarios colombianos, con interés de expansión.
Sin embargo, aunque aumenten las llegadas, difícilmente el valor superará años previos, cuando se dieron compras relevantes, como la de Grupo BAC|Credomatic por parte de Grupo Aval.
Resulta atractivo para un colombiano, radicar su expansión hacia el norte en Costa Rica, máxime si existe un TLC que dé seguridad jurídica e incentivos arancelarios.
Desde acá, es posible construir una plataforma inicial para atender Panamá y Nicaragua, en etapas hasta el ingreso al mercado guatemalteco.
En lo que a mercado interno se refiere, es entre las franquicias donde se percibe un dinamismo mayor de expansión de marcas colombianas.
Son casi una decena los negocios franquiciados nuevos, cuya llegada inició hace cuatro años.
Entre los más recientes están Arturo Calle y Gef, ambas marcas inmersas en el segmento ropa, una para caballero y la segunda para toda la familia.
De hecho, el resto de franquicias están en el mismo nicho, con excepción de Ambiente Gourmet.
A estas empresas se suman unas 70, que son parte de la Asociación de Empresarios Colombianos en Costa Rica, casi el doble que seis años atrás.
En lo que a la llegada de manufactura se refiere, la cantidad de acuerdos comerciales hace atractiva la operación en Costa Rica, para la exportación a Estados Unidos, los países europeos y Asia.
“Nos constituimos como país en una competitiva plataforma para la exportación de sus productos y servicios hacia sus clientes en el continente y en otros mercados del mundo, así como la sede regional para sus operaciones”, explicó Gabriela Llobet, directora general de CINDE.
La industria de software, textil, insumos médicos, hotelería y agro son casos que podrían sacar provecho de la plataforma que ofrece el país, tanto para el mercado interno como para la exportación.
De hecho, impulsar el joint venture es una posibilidad, para sumar la capacidad exportadora de un empresario costarricense y uno colombiano, para llegar a un mercado que demande alto volumen.
Es el caso de si las zonas de siembra estuvieran a su tope, entonces los agricultores podrían pensar en áreas de cultivo en otros países, y así eliminar trámites extensos de exportación, dijo Álvaro Gómez, director de la Oficina Comercial de Proexport Colombia.
La seguridad jurídica para establecer este vínculo, estaría sustentada en el TLC firmado entre ambos países, y que entraría en vigor este año.
Este regiría para el 96% de productos, que ingresarían al país sin pagar impuestos, quedando bienes como café, carnes, flores y plástico entre las exclusiones.
Aunque la llegada del TLC generaría una mayor atracción de nuevos proyectos, estos difícilmente superarían la inversión realizada anteriormente, por la magnitud de las compras.
Fueron $111 millones lo que alcanzó la IED proveniente de Colombia en 2012, superando casi cinco veces lo que percibió en 2009.
Superar esa cifra sería todo un reto.
Eso no quiere decir que las puertas entre ambas naciones se estén cerrando, más bien se trata de años en los que llegaron fuertes inversiones monetarias difíciles de superar; pero la cantidad de nuevos proyectos colombianos que tocan suelo costarricense no disminuyen, añadió Gómez.
El posicionamiento en el país de Davivienda y Grupo Aval a través BAC San José, permitió la entrada de alrededor de $2 mil millones.
Esas empresas continúan mejorando su operación cada año.
“El 2013 fue un año muy importante para nosotros en cuanto a la consolidación de la operación en el país, alcanzando un crecimiento en el volumen de negocios, específicamente en las carteras de crédito y captación con el público”, dijo Federico Chaves, director de Finanzas de Davivienda.
María Fernanda Cisneros
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