Soluciones al estrés organizacional
Melissa González [email protected] | Jueves 24 julio, 2014
Soluciones al estrés organizacional
Los verdaderos líderes deben ser capaces de sobreponerse a las presiones y motivar que sus colaboradores se transformen en personas con capacidad de trabajar en equipo y aportar soluciones
La semana pasada hablamos del síndrome del ejecutivo “hiperocupado”, que no es otra cosa que el reflejo de las presiones profesionales —y sociales— a las que los gerentes están sometidos.
“La presión excesiva y prolongada merma nuestras capacidades intelectuales al afectar, no solo nuestro cerebro, sino también al dañar centros del sistema nervioso central claves en la memoria y el aprendizaje”, afirma en su libro “Reinventarse. Tu segunda oportunidad”.
De este modo, el estrés motivado por la presión, provoca una paralización en el individuo que puede incluso llegar a provocar enfermedades.
“El éxito de una empresa no puede centrarse en los logros financieros, porque sería un éxito parcial”, según el cirujano español. Para él, la tensión permanente provoca desilusión, desesperanza y falta de confianza.
De modo que a largo plazo las organizaciones se van deteriorando conforme lo hacen las capacidades fundamentales de sus colaboradores.
Son varias las soluciones que aporta este prestigioso profesor. La primera pasa por involucrar a las personas en los procesos de decisión.
“Hasta los becarios pueden aportar ideas valiosas”, dice. Así, los individuos se sienten valorados más allá de las presiones y de las urgencias que provoca la necesidad de resultados.
La segunda, pasa por romper la tendencia a la estanqueidad departamental. Las empresas más interconectadas entre sus departamentos, suelen ser las más exitosas a la hora de lograr resultados. Sobre todo porque los objetivos son comunes y no fundamentados en los resultados de cada “reino de taifas” en los que se convierten muchas organizaciones.
En tercer lugar destaca la diversidad.
“Se ha comprobado que existen ocho tipos de inteligencia, no todos procesamos la información del mismo modo. Por eso es fundamental juzgar menos y escuchar más para comprender puntos de vista diferentes al nuestro”, afirma el doctor.
Por último resulta trascendental que cada uno de los miembros de la organización aporte soluciones.
“La mentalidad de víctima habitualmente procede de personas llenas de recursos y posibilidades, pero no cuentan con la confianza necesaria. Este comportamiento no solo no ayuda, sino que dificulta la solución de problemas en las organizaciones”, comenta el experto.
En definitiva, puede que existan presiones por lograr resultados que estén provocando un bloqueo organizacional. Sin embargo, los líderes verdaderos deben ser capaces de sobreponerse a las presiones y motivar que sus colaboradores se transformen en personas con capacidad de trabajar en equipo y aportar soluciones.
Francisco Avilés R.
Socio-director Cross&Grow
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Editora Melissa González