A Grecia lo hundió la ausencia de ataque

Conforme avanzaba el calendario y el equipo de Grecia no variaba su forma de jugar, escribimos una Nota “advirtiéndole” al técnico Javier San Román, que caer derrotados 1-0 o 5-0, para efectos de tabla de posiciones daba lo mismo: 3 puntos perdidos.

Siempre nos quedó la impresión de que el técnico mexicano, a su vez propietario del equipo, se estuvo jugando un chance. Sabía que tenía mejor promedio de goles que Santos y muy cercano a Pérez Zeledón. Pero sobre todo, el interés era con los guapileños, porque si Grecia los derrotaba en la jornada 20 del torneo, se ponía solo dos puntos abajo y (repetimos) con mejor gol promedio que Santos.

Las compuertas de evitar el descenso aumentaban considerablemente y con ese pensamiento, “Las Panteras” jugaron el 90% de sus partidos, más que a ganarlos, a que no los golearan, quizá un buen negocio, mientras Santos igual seguía cayendo.

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Le llamamos la atención al técnico San Román, en la urgencia de qué a Grecia, le convenía más que jugar al 0-0, tratar de ganar uno o dos partidos que lo sacaban del sótano, dejándoselo a Santos, pero “Las Panteras” siguieron jugando igual.

Una retaguardia firme, reforzada con el fichaje del internacional mejicano Liborio Sánchez en el marco, firmes defensas centrales como Noya, Agüero, Pedro Martínez y Gutiérrez y laterales cumplidores como Rivera, Meneses y Sánchez. ¿En ataque? Nada.

Se abusó del 5-4-1 y no hubo manera de observar una formación donde talentosos mediocampistas como Esteban Ramírez, Carlos Villegas y Kadeen Cole, alimentaran una zona ofensiva donde se pudo y se debió juntar una tripleta con José Guillermo Ortiz, Alberth Villalobos, Giovannie Clunie o Luis Rodríguez. San Román no empezó ningún partido con dos o tres delanteros.

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Grecia jugó con defensa superpoblada y sin ataque, de ahí que perdió varios partidos con resultados apretados.

Pero, llegó la hora de la verdad y Grecia, con 29 puntos en la tabla acumulada y promedio de goles (35-68), recibía a Santos con 34 puntos y promedio de goles (33-69). Este era el partido que San Román esperaba para revolucionar la zona de descenso.

¡Grecia tenía que ganarlo!

Pero triunfó Santos y al técnico mejicano se le “jodió” el negocio y le fallaron los planes. Honestamente se responsabilizó del caos y reconoció su fracaso.

La falta de arriesgar en ofensiva en tantos partidos, lo liquidó.

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