¿A qué hora hay que comer?
Carmen Juncos [email protected] | Lunes 21 mayo, 2012
Con Sumo
¿A qué hora hay que comer?
Mantener horarios regulares de las comidas e intercalar periodos de ayuno puede contrarrestar los efectos adversos de una dieta alta en grasas y prevenir la obesidad y la diabetes, además de mantener el hígado más sano. Eso parece ser una realidad, de acuerdo con las investigaciones realizadas por científicos del Instituto Salk para Estudios Biológicos, de Estados Unidos.
Esto se relaciona, según parece, con el hecho de que nuestros órganos internos como el estómago, el hígado, los intestinos y hasta los músculos, tienen una especie de “reloj” propio que los mantiene más eficientes a ciertas horas y menos a otras. Así, el proceso que les dan a los alimentos que ingerimos no sería el mismo si solo comemos, por ejemplo, dentro de un periodo de determinadas horas cada día, que si prolongamos ese tiempo.
Esto es bien interesante porque coincide con quienes dicen que debemos desayunar como príncipes, almorzar como reyes y cenar como mendigos. Y también con las recomendaciones que se dan de comer por la noche solo algo muy liviano, antes de las ocho, y luego nada más.
Si tiene interés de adentrarse más en el tema, este se publicó completo en la revista Cell Metabolism. Lo que sí parece confirmarse, de acuerdo con esos estudios, es que debemos abandonar, si no queremos engordar, esas costumbres de “picar algo” a cada rato durante el día, o mientras vemos televisión o leemos por las noches, porque por pequeña e inofensiva que parezca nuestra “picadita”, puede engordarnos mucho solo por cuestión de horarios.
Carmen Juncos
[email protected]
¿A qué hora hay que comer?
Mantener horarios regulares de las comidas e intercalar periodos de ayuno puede contrarrestar los efectos adversos de una dieta alta en grasas y prevenir la obesidad y la diabetes, además de mantener el hígado más sano. Eso parece ser una realidad, de acuerdo con las investigaciones realizadas por científicos del Instituto Salk para Estudios Biológicos, de Estados Unidos.
Esto se relaciona, según parece, con el hecho de que nuestros órganos internos como el estómago, el hígado, los intestinos y hasta los músculos, tienen una especie de “reloj” propio que los mantiene más eficientes a ciertas horas y menos a otras. Así, el proceso que les dan a los alimentos que ingerimos no sería el mismo si solo comemos, por ejemplo, dentro de un periodo de determinadas horas cada día, que si prolongamos ese tiempo.
Esto es bien interesante porque coincide con quienes dicen que debemos desayunar como príncipes, almorzar como reyes y cenar como mendigos. Y también con las recomendaciones que se dan de comer por la noche solo algo muy liviano, antes de las ocho, y luego nada más.
Si tiene interés de adentrarse más en el tema, este se publicó completo en la revista Cell Metabolism. Lo que sí parece confirmarse, de acuerdo con esos estudios, es que debemos abandonar, si no queremos engordar, esas costumbres de “picar algo” a cada rato durante el día, o mientras vemos televisión o leemos por las noches, porque por pequeña e inofensiva que parezca nuestra “picadita”, puede engordarnos mucho solo por cuestión de horarios.
Carmen Juncos
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