Baja del dólar sería como veranillo de San Juan
Wilmer Murillo [email protected] | Jueves 04 diciembre, 2008
Tipo de cambio subiría para dar competitividad a las exportaciones
Baja del dólar sería como veranillo de San Juan
• Banco Central tendrá que ajustar bandas cambiarias
Wilmer Murillo
[email protected]
La caída en el precio del dólar sería como un veranillo de San Juan; pues los economistas prevén que hay razones que detendrán la apreciación del colón.
Desde el 13 de noviembre se ha observado una disminución en el tipo de cambio, la cual se intensificó los últimos días en el mercado mayorista, denominado Monex.
La desaceleración de la economía, debido a la recesión de Estados Unidos, le ha quitado presiones al alza del tipo de cambio.
Otros elementos son la reducción del volumen y precio de las importaciones, así como la caída de los precios del petróleo, el superávit financiero del Gobierno central y el financiamiento del componente inflacionario de las pérdidas del Banco Central.
Estos son elementos adicionales que están reduciendo las presiones para que el tipo de cambio vuelva a situarse en el techo de la banda.
No obstante, son factores estacionales, por lo que la devaluación de la moneda volvería a los niveles anteriores.
Actualmente los ingresos de capital destinados a la inversión financiera impulsan una apreciación de la moneda hacia el piso de la banda.
Dicha revaluación también se fundamentó en las expectativas de los agentes económicos que fomentaron una colonización de los activos. Pese a ello, ante las últimas alzas observadas en tasas de interés locales y la expectativa de reducción de la inflación, los agentes podrían reducirla.
Los economistas piensan que a través de ajustes del tipo de cambio, el Banco Central deberá desactivar las expectativas de devaluación más elevadas que tienen los agentes económicos.
Aunque no intenta meterse con el Banco Central, el ex ministro de Hacienda y de Relaciones Exteriores, Fernando Naranjo, siente que la autoridad monetaria tendrá eventualmente que ajustar las bandas cambiarias con ese propósito.
“La depreciación del dólar es solamente un veranillo de San Juan”, manifestó por su parte Jorge Guardia, economista.
El abecé de la economía sugiere que después de una inflación alta, se requieren ajustes del tipo de cambio para evitar que las exportaciones pierdan competitividad.
Otros analistas se centran en la expectativa de que el tipo de cambio referencia de venta fluctúe alrededor de la paridad central de las bandas, es decir en el centro del techo y el piso, lo que implica un nivel aproximado de ¢535 para 2008 y ¢538 para diciembre 2009.
Incluso es posible que conforme llegue el final del próximo año, el Banco Central opte por liberar el tipo de cambio, dijo Carmen Monge, analista de INS Valores Puesto de Bolsa.
Aparte de esta variable, durante un seminario ayer organizado por la Unión de Cámaras, Fernando Naranjo vaticinó una inflación más baja en 2009 del 10%, un crecimiento de la producción del 2,5% y una reducción del déficit en la cuenta corriente.
Aunque Guardia coincidió con algunos de sus pronósticos, no se guardó críticas contra el Banco Central por lo que considera falta de control de la inflación.
“Los tres dioses de la política monetaria han sido la inflación, el tipo de cambio bajo y tener abierta la cuenta de capitales”, lo cual considero imposible y la principal razón que ha llevado al Banco a cometer “numerosos errores”, puntualizó.
Baja del dólar sería como veranillo de San Juan
• Banco Central tendrá que ajustar bandas cambiarias
Wilmer Murillo
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La caída en el precio del dólar sería como un veranillo de San Juan; pues los economistas prevén que hay razones que detendrán la apreciación del colón.
Desde el 13 de noviembre se ha observado una disminución en el tipo de cambio, la cual se intensificó los últimos días en el mercado mayorista, denominado Monex.
La desaceleración de la economía, debido a la recesión de Estados Unidos, le ha quitado presiones al alza del tipo de cambio.
Otros elementos son la reducción del volumen y precio de las importaciones, así como la caída de los precios del petróleo, el superávit financiero del Gobierno central y el financiamiento del componente inflacionario de las pérdidas del Banco Central.
Estos son elementos adicionales que están reduciendo las presiones para que el tipo de cambio vuelva a situarse en el techo de la banda.
No obstante, son factores estacionales, por lo que la devaluación de la moneda volvería a los niveles anteriores.
Actualmente los ingresos de capital destinados a la inversión financiera impulsan una apreciación de la moneda hacia el piso de la banda.
Dicha revaluación también se fundamentó en las expectativas de los agentes económicos que fomentaron una colonización de los activos. Pese a ello, ante las últimas alzas observadas en tasas de interés locales y la expectativa de reducción de la inflación, los agentes podrían reducirla.
Los economistas piensan que a través de ajustes del tipo de cambio, el Banco Central deberá desactivar las expectativas de devaluación más elevadas que tienen los agentes económicos.
Aunque no intenta meterse con el Banco Central, el ex ministro de Hacienda y de Relaciones Exteriores, Fernando Naranjo, siente que la autoridad monetaria tendrá eventualmente que ajustar las bandas cambiarias con ese propósito.
“La depreciación del dólar es solamente un veranillo de San Juan”, manifestó por su parte Jorge Guardia, economista.
El abecé de la economía sugiere que después de una inflación alta, se requieren ajustes del tipo de cambio para evitar que las exportaciones pierdan competitividad.
Otros analistas se centran en la expectativa de que el tipo de cambio referencia de venta fluctúe alrededor de la paridad central de las bandas, es decir en el centro del techo y el piso, lo que implica un nivel aproximado de ¢535 para 2008 y ¢538 para diciembre 2009.
Incluso es posible que conforme llegue el final del próximo año, el Banco Central opte por liberar el tipo de cambio, dijo Carmen Monge, analista de INS Valores Puesto de Bolsa.
Aparte de esta variable, durante un seminario ayer organizado por la Unión de Cámaras, Fernando Naranjo vaticinó una inflación más baja en 2009 del 10%, un crecimiento de la producción del 2,5% y una reducción del déficit en la cuenta corriente.
Aunque Guardia coincidió con algunos de sus pronósticos, no se guardó críticas contra el Banco Central por lo que considera falta de control de la inflación.
“Los tres dioses de la política monetaria han sido la inflación, el tipo de cambio bajo y tener abierta la cuenta de capitales”, lo cual considero imposible y la principal razón que ha llevado al Banco a cometer “numerosos errores”, puntualizó.