¡Brumolocura!
Luis Fernado Rojas [email protected] | Lunes 13 mayo, 2013
¡Brumolocura!
Sacrificio + orden táctico + sufrimiento + Torres = Final
Definitivamente Cartaginés es un asunto aparte. Con un equipo así, con una afición así, es imposible no empezar por el final; sería dificilísimo no hacerlo.
Fue un partido como tenía que serlo estando Cartago como actor. Sufrido de principio a fin, con un Javier Delgado que apostó a la ventaja deportiva y un Saprissa que siempre buscó el camino de la victoria, al principio con fútbol pero al final con pelotazos, con desesperación y el resultado fue frustrante para los de Tibás, porque el gol que recibieron de Carlos Johnson en el primer partido y que igualó el marcador, 1 a 1, definió la serie.
Delgado ajustó su equipo para este partido. El ingreso de Esteban Sirias, por delante de Kevin Vega y en sustitución de Paolo Jiménez pareció dar resultado durante un rato en la primera parte, pero luego Deyver empezó a superar a Kevin, Sirias tuvo que bajar y Jordan tomó libertad por su ala, donde fue amo y señor los 90 minutos. Por ahí tuvo camino de amargura Cartago, aunque Flores y Chan equilibraron con sus coberturas.
Y empezó el sufrimiento brumoso y la respuesta espectacular del arquero Luis Torres; paradón a Cordero; más adelante sería a Cancela, en dos ocasiones; después con reflejos felinos a Robinson, y por último a Estrada; a todos ellos Luis les dijo no y no y otra vez no.
Imposible dejar de mencionar el minuto 29. Acción de bola muerta, Golobio la pone al corazón del área, le pelota cae, Ariel Rodríguez cabecea, gol de Saprissa y anulación de la jugada y el porqué, será el misterio más recordado de esta semifinal.
La complementaria fue un suplicio. Por un lado los saprissistas sufriendo por un equipo que no podía romper la barrera blanquiazul; por el otro, los brumosos en cada bola que iba sobre su área, sentían cosquillas en el estómago y apretaban los dientes pidiendo siempre el balón lejos de su zona de peligro.
Ronald se desesperó. Sacó a Deyver Vega, casi su única opción de una individualidad milagrosa; los tiros libres de Cancela no funcionaron ante Torres y menos los centros a Lagos; los caminos a gol estaban cerrados y Saprissa condenado a ver otra final, su sexta, por televisión al igual que su archirrival Alajuelense.
Diego Estrada refleja la impotencia de un equipo que no supo ni pudo ante un rival que le cerró todos los espacios a gol. www.imagenesencostarica.com/La República
Luis Rojas
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