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Comer bien para vivir más y mejor

Leiner Vargas [email protected] | Martes 06 junio, 2017


Reflexiones

Comer bien para vivir más y mejor

Todos hemos escuchado esta frase de parte de un amigo, un hermano, un padre o una madre y seguramente en la actualidad, de los mensajes del Ministerio de Salud o de nuestro médico de cabecera de la Caja. Todos sabemos que somos lo que comemos y que seguramente, no hemos hecho caso a los mensajes pero que pronto, algún día de estos, lo vamos a hacer. Esta es quizás, la razón por la que vemos cada vez más personas obesas en la calle y miramos cómo las familias costarricenses empiezan a tener serios problemas de cáncer gástrico, enfermedades crónicas y cardiovasculares y todo tipo de males físicos y psíquicos al respecto. Es sin duda alguna, al igual que el tabaco y el alcohol, uno de los principales males o epidemias que vive la sociedad costarricense, el mal comer.

Seguramente se preguntarán, qué bicho raro le picó a Leiner esta semana, hablándonos de comida y de salud. Bueno, lo cierto es que después del desempleo, la obesidad y sus padecimientos asociados son el principal mal que afecta a nuestra sociedad en este siglo XXI.

Mucho de lo anterior es producto de un estilo de vida en sociedad que combina tres elementos mortales, cero o casi nulo ejercicio físico, comidas rápidas y a destiempo y selección de productos comestibles con una amplia y descontrolada dotación de agroquímicos y pesticidas. Todo lo anterior resulta en un deterioro sustantivo de la salud, un aumento en la obesidad y un deterioro en la autoestima personal.

Sentimientos de frustración generalizada que terminan minando también la parte emocional de las personas, haciendo más infeliz su presencia en el mundo y contagiando de ello el mundo que le rodea.

Comemos mal, más de lo que debemos, en tiempos cada vez más inapropiados, de prisa y sin disfrutar de lo que hacemos. Comemos grasa, harinas y azúcar en proporciones inadecuadas y en calidad deplorable. No cuidamos el proveedor de lo que comemos y terminamos tragando veneno en pesticidas y plaguicidas. No tomamos suficiente agua potable y cada vez somos menos ordenados en nuestra rutina de alimentación. Así las cosas, día a día, vamos sumando a los números de la lotería de la mala salud. No sabemos en qué momento, pero más temprano que tarde, tendremos reflujo, acidez, úlcera, cáncer, hipertensión, diabetes, etc. Pero entonces, ¿qué debemos o podemos hacer?
Tenemos que muy pronto y con rapidez, convertir nuestra agricultura intensiva en uso de agroquímicos y pesticidas, en una agricultura moderna verde y orgánica. Debemos cambiar nuestra demanda de comida y ser más cuidadosos en lo que compramos, dónde y en qué condición lo hacemos. Debemos fomentar todo tipo de programas de educación para una buena y sana alimentación, el ejercicio físico y la salud mental. Prohibir el uso y abuso de las comidas rápidas con altos impuestos a las mismas. Eliminar de los comedores escolares y públicos las grasas saturadas, los dulces y gaseosas y mejorar las dietas de nuestros platos. Debemos incentivar las huertas orgánicas, las comidas saludables y los espacios para la recreación, el deporte. Estamos a tiempo, pero debemos cambiar ya.

www.leinervargas.com

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