Con SUMO: La "gorda" de 55 kilos
Carmen Juncos [email protected] | Lunes 19 octubre, 2009
Con Sumo
La “gorda” de 55 kilos
Carmen Juncos
[email protected]
Un escandalito reciente (bueno…¡entre otros!), fue el despido de una modelo porque, según su propia versión difundida por la prensa, “ya no cabía en sus prendas”. Hay que aclarar que ella mide 1,77 metros y pesa 55 kilos.
La publicación generó comentarios en el foro de un diario y, entre muchos de ellos, con diferentes razonamientos sobre la responsabilidad de las firmas y las pasarelas en enfermedades como la anorexia y la bulimia, hubo uno que me pareció el más breve y contundente. Decía simplemente: no compraré más ninguna prenda de esa firma.
Esto nos habla claramente del poder del consumidor. No es necesaria ninguna otra acción ni desgaste cuando un producto o una marca no nos satisface. Dejar de consumirlo será suficiente. Si lo hacemos por razones inteligentes, contribuiremos a una mejor oferta.
Cambiando de tema, llamó a mi teléfono una supuesta reconocida empresa de consultoría para diversos sectores privados y estatales, para preguntarme si en la familia había personas viviendo en el extranjero porque estaban haciendo indagaciones para valorar la situación de las remesas.
Lo que esta empresa parece no haber valorado es cuánto ha cambiado el país y cómo es que ya nadie está tan dispuesto como antes a brindar información a cualquiera que llame por teléfono y que, podría ser quien dice o tratarse de un delincuente en busca de “presas”.
Sería útil para todos que esta o cualquier otra firma que busque trabajar con cifras relacionadas con ingresos, tomara conciencia de la realidad nacional. Métodos que antes fueron buenos hoy deben ser cambiados. La situación social (inseguridad) lo exige. ¿usted… qué piensa?
La “gorda” de 55 kilos
Carmen Juncos
[email protected]
Un escandalito reciente (bueno…¡entre otros!), fue el despido de una modelo porque, según su propia versión difundida por la prensa, “ya no cabía en sus prendas”. Hay que aclarar que ella mide 1,77 metros y pesa 55 kilos.
La publicación generó comentarios en el foro de un diario y, entre muchos de ellos, con diferentes razonamientos sobre la responsabilidad de las firmas y las pasarelas en enfermedades como la anorexia y la bulimia, hubo uno que me pareció el más breve y contundente. Decía simplemente: no compraré más ninguna prenda de esa firma.
Esto nos habla claramente del poder del consumidor. No es necesaria ninguna otra acción ni desgaste cuando un producto o una marca no nos satisface. Dejar de consumirlo será suficiente. Si lo hacemos por razones inteligentes, contribuiremos a una mejor oferta.
Cambiando de tema, llamó a mi teléfono una supuesta reconocida empresa de consultoría para diversos sectores privados y estatales, para preguntarme si en la familia había personas viviendo en el extranjero porque estaban haciendo indagaciones para valorar la situación de las remesas.
Lo que esta empresa parece no haber valorado es cuánto ha cambiado el país y cómo es que ya nadie está tan dispuesto como antes a brindar información a cualquiera que llame por teléfono y que, podría ser quien dice o tratarse de un delincuente en busca de “presas”.
Sería útil para todos que esta o cualquier otra firma que busque trabajar con cifras relacionadas con ingresos, tomara conciencia de la realidad nacional. Métodos que antes fueron buenos hoy deben ser cambiados. La situación social (inseguridad) lo exige. ¿usted… qué piensa?