Costa Rica no ha podido enfrentar adecuadamente la pobreza, desigualdad ni el desempleo
Bernal Monge Pacheco [email protected] | Jueves 21 febrero, 2019
Actualmente nuestro país está en el top 10 de los países más desiguales del mundo, la pobreza sigue creciendo y actualmente está en un 21,1% y el nivel de desempleo es el más alto de los últimos diez años y alcanza un 12%. Las causas son muchas: un manejo ineficiente de los recursos que maneja el sector social compuesto por más de 20 entidades públicas y varias entidades privadas que colaboran, la corrupción, el que se den ayudas a personas que no son pobres, los modelos económicos que se han aplicado que se centran en aspectos macroeconómicos, como déficit fiscal, nivel de inflación y crecimiento del PIB, en detrimento de las personas. De acuerdo con Jorge Herrera Fernández, administrador de empresas y exasesor legislativo, “Los fondos para ayudar a los más pobres son sacrificados ante otras necesidades presupuestarias y no siempre se da el uso que señala la ley”. El actual gobierno lo justifica por la crisis fiscal y las huelgas que se dieron en 2018. Los informes del Estado de la Nación han señalado que los ricos cada vez más ricos, pobres más sumidos en la escasez y una clase media que ha ido perdiendo ingresos, Costa Rica traza una amplia distancia entre sus clases sociales. La última Encuesta de Hogares determinó que la pobreza en Costa Rica se elevó al 21,1% de los hogares. El indicador se ubicó en el 20% el año 2017, por lo que el aumento de 1,1 puntos porcentuales es significativo; por su parte, la pobreza extrema pasó del 5,7%, en 2017, al 6,3%, en 2018 y la pobreza total de Costa Rica se elevó hasta el 21,1% de los hogares, en 2018, lo cual significó un incremento de 1,1 puntos porcentuales pues el año pasado el indicador se ubicó en el 20%. En el Informe del Estado de la Nación de 2018 se señala que en 2017 e inicios de 2018 Costa Rica siguió mostrando un lento progreso en desarrollo humano y malos resultados en equidad social. De acuerdo con el economista Rafael Arias, la desaceleración del sector agrícola y de la construcción repercute en los ingresos de los más pobres que se dedican a dichas ocupaciones, menos calificadas y por ello de menor remuneración. Además, agrega, el país carece de un aparato productivo capaz de absorber la mano de obra existente. En los últimos 24 años el porcentaje de población en estado de pobreza general ha permanecido en un 20% y el de pobreza extrema alrededor del 6%. Pese a leves disminuciones de corto plazo durante el periodo, las cifras siempre han regresado a sus valores entre un 20% y un 21%. Por lo que se perpetúa así la pobreza en una quinta parte de población. Las causas de la desigualdad social son principalmente económicas, culturales y sociales. En algunas sociedades el desempleo y los bajos salarios son la principal causa de desigualdad. Se da también desigualdad entre los individuos que han obtenido un buen nivel de educación y los que no han podido alcanzarlo. La superpoblación que sufren muchas ciudades conduce al aumento de la pobreza, ya que la sociedad disminuye su capacidad de consumo y bienestar. El elevado grado de corrupción propicia la pobreza y el que ciertos grupos se beneficien con los recursos públicos. Según Eduardo López “la desigualdad social es el resultado de un problema social, y no puede observarse meramente como un fenómeno natural. Se indica que Costa Rica encara la desigualdad más alta de los últimos 28 años, pese a la creciente inversión en ayudas sociales. Así, los ingresos netos promedio del 20% de los hogares más ricos fueron 13 veces mayores que los del 20% de hogares más pobres. El desempleo es uno de los aspectos que más preocupan a los costarricenses, es pertinente señalar que el mercado laboral costarricense viene arrastrando dificultades para absorber la cantidad de hombres y mujeres que año a año forman parte de la población en edad de trabajar. Asimismo las mujeres muestran claramente una tasa de desempleo superior a la media nacional y al desempleo masculino. Es importante señalar que 2018 cerró con la tasa de desempleo más alta de los últimos seis años, los datos de la Encuesta continua de empleo del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos indican que el desempleo paso de un 9,3% a un 12% en el cuarto trimestre de 2018 respecto al cuarto trimestre de 2017. Para disminuir la pobreza, la desigualdad y el desempleo se debe mejorar la calidad de la educación, disminuir la deserción en primaria y secundaria y que más alumnos puedan obtener el bachillerato. Mejorar la capacitación técnica y la formación técnica en la modalidad dual. Es necesario que la pobreza se vea de manera integral y que debe considerar aspectos como educación, valores, empleo, becas y la alimentación de los niños de hogares pobres, fortalecer el sector agrícola que requiere mano de obra menos calificada. Además, de cobertura para todos los costarricenses por los servicios de salud. Contar un sistema tributario progresivo, y mejorar la infraestructura vial de las zonas rurales.
Lic. Bernal Monge Pacheco
Consultor