De la UNAFUT nunca sale humo blanco
Gaetano Pandolfo [email protected] | Viernes 20 enero, 2023
Nuestra Nota de ayer, tenía la intención de “picar” a dirigentes, técnicos, aficionados y periodistas deportivos a que aporten ideas para que el campeonato mayor de fútbol sea más competitivo.
La idea que propusimos, puede que no tenga pies, ni cabeza pues fue más una ocurrencia que un proyecto planificado y reglamentado, pero, al publicarlo, puede que mueva fibras y active cerebros para encontrar una forma de competencia que obligue a los futbolistas al máximo esfuerzo.
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Hace rato que nuestras promesas, los jugadores jóvenes calificados como talentosos, no son fichados por ligas competitivas en el planeta fútbol.
Jewisson Bennette y Manfred Ugalde no son estelares en sus clubes y el futuro de Brandon Aguilera es incierto.
Otras promesas ya mundialistas como Yustin Salas, Douglas López, Alvaro Zamora, Anthony Hernández y Anthony Contreras, juegan en el campeonato local y como lo comentamos en nuestra Nota del martes, son actores de una competencia que no los exige, que no los presiona, que no los fuerza a darlo todo.
Zamora metió un gol olímpico, no por destreza, sino por impericia de varios rivales y después remató de cabeza su segundo gol, completamente solo, sin marca, sin que nadie le estorbara. Estas facilidades que encuentran en el 80% de los juegos de nuestro rutinario campeonato, desaparecen, no existen, no se dan, nadie las regala en la alta competencia y ahí se gestan los malos resultados de la Selección Nacional en las Copas del Mundo y a nivel de clubes en la Liga Concacaf.
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No estamos ni criticando, ni cuestionando la calidad de las jóvenes promesas de nuestro fútbol. Lo que rechazamos es la forma cómo se juega nuestro campeonato, que termina por perjudicarlos a ellos mismos, por la ausencia de competencia.
Los partidos entre los cuatro grandes y mínimo, seis de los otros ocho equipos, no le dejan nada a los jóvenes talentos de nuestro fútbol. Juegan solos, se lucen, meten goles y acaparan portadas. Todo esto es un engaño y nosotros los periodistas deportivos somos cómplices de esa estafa, de esa irrealidad que después se paga muy cara en la alta competencia.
Nuestro aporte de ayer fue de memoria, sin ninguna preparación científica, sin conocer la posibilidad real de jugar un campeonato de la forma que lo propusimos. Nuestra idea fue revolotear el ambiente y ver si acaso en la UNAFUT se pellizcan.