Defensora del Pueblo

Jonathan Prendas

Diputado Nueva República

La figura internacional del “ombudsman” surgió en Latinoamérica como respuesta a las violaciones cometidas en dictaduras militares y conflictos ocurridos entre los años setenta y ochenta, la tarea asignada a esta figura fue la de proteger los derechos humanos fundamentales.

En el caso de nuestro país surgió sin llegar al extremo de violaciones a los derechos humanos y eso ha sido destacable desde que se creó vía ley en diciembre del año 1992.

Elegida en diciembre de 2018, Catalina Crespo Sancho, quien hoy es la Defensora de los Habitantes posee suficientes atestados para ejercer ese cargo: un doctorado en sociología de la educación, una maestría en educación internacional, una licenciatura en psicología, una especialidad en género y juventud, y más de una década de experiencia en desarrollo internacional.

La labor de una institución como la Defensoría de los Habitantes no es fácil, se requiere de valentía, esfuerzo, dedicación, fortaleza, pero sobre todo una capacidad innata de escucha.

En estos estos tres años y cuatro meses la Defensora ha visitado cada lugar resolviendo in situ y no detrás de un escritorio dando órdenes, ha recorrido calles y ha sabido lo que es atender al pueblo donde se le ha requerido, ha escuchado al costarricense en todos sus estratos sociales y ha sabido tratar con el equipo de trabajo que es parte medular de sus funciones.

Una Defensoría de los Habitantes que tuvo que enfrentarse a una pandemia y a los efectos asociados a ésta por las medidas adoptadas a nivel país, que si bien es cierto fueron con la finalidad de evitar la propagación del virus no dejaron de arrojar como resultado una posible afectación a los derechos fundamentales de las personas.

Enhorabuena contamos en nuestro amado país con una Defensora del Pueblo intachable, que supo enfrentar la crisis pandémica de la mejor manera, no atacando al pueblo, no culpando al gobierno por sus decisiones ni tampoco excusándose detrás de éstas para aprobar el aparente atropello a los derechos humanos.

El Gobierno del PAC se acostumbró en estos ocho años a destituir de las altas jerarquías lo bueno, a quitar quien no se apegaba a sus malintencionados actos con sus labores, intentó más de una vez destituir a la Defensora de los Habitantes y no logró su cometido; pero como no ha sido suficiente un supuesto nuevo intento de destitución se asoma y es pertinente luchar para que no suceda.

Ha sido mucha el agua que hemos visto pasar debajo del puente estos ya casi cuatro años, que en la realidad nacional se podría decir que han sido ocho años en manos de un gobierno que aplaude lo malo y rezaga lo bueno, un gobierno que a lo bueno llama malo y a lo malo llama bueno, que además ha mantenido dentro de sus redes de cuido gubernamentales jerarcas que han hecho presuntas labores negligentes y además corruptas.

La Defensora de los Habitantes ha sabido luchar por la realidad país, ha sabido enfrentarse al propio gobierno de turno en la defensa del pueblo que es realmente la función que se le asignó en 2018, el supuesto deseo de destituir a una jerarca que ha hecho bien su trabajo es un sin sentido que desde la Asamblea Legislativa lucharemos para que no suceda, no lo permitiremos y además no contarán con nuestro apoyo.

Costa Rica necesita jerarcas con la fortaleza, valentía y amor por su trabajo y país como el de la señora Catalina Crespo Sancho.