Deles a sus hijos la oportunidad
Carmen Juncos [email protected] | Martes 27 octubre, 2009
Deles a sus hijos la oportunidad
El escritor Carlos Rubio da claves a los padres para que los hijos se conviertan en felices lectores
Carmen Juncos
[email protected]
No todos los niños van a ser personas que disfruten en la misma medida con la literatura u otras lecturas. Sin embargo, son sus padres los que deben estimularlos desde antes de nacer para que puedan, si lo desean, disfrutar mucho leyendo. Esto es lo que piensa el escritor para niños Carlos Rubio, quien además es profesor universitario.
Según Rubio la estimulación para que la lectura llegue a ser algo divertido, apetecido, debe empezar durante la vida intrauterina. En ella el niño o la niña captan sonidos internos (el corazón de su madre, líquidos en movimiento…) y externos que no son música pero tienen cierto ritmo y algo semejante a la musicalidad. Si sus padres en esa etapa les leen en voz alta textos y especialmente poesía, aunque no comprendan lo percibirán como una cierta cadencia agradable que luego persistirá como tal en sus primeros años y a lo largo de su vida cuando escuchen a alguien leer o sientan su propia voz interior mientras leen. Estará todo asociado a sensaciones agradables.
El siguiente paso es que los padres sean un modelo para sus hijos. Es decir, que los vean leyendo, que vayan con ellos de compras a la librería y que poco a poco se den cuenta de que ellos también, si lo desean, pueden escoger un libro.
Otro aspecto de importancia es que no se produzca “la escolarización de la lectura”, es decir, dice Rubio, que el niño empiece a ver al libro como obligación, como estudio y no como diversión y disfrute.
La escuela, según el escritor, aunque no es la única responsable de que los niños descubran y aprendan el placer de la lectura, sí debe aportar su cuota y para esto es importante lo que llama la “bibliodiversidad”, es decir, que los niños puedan elegir entre una lista abundante de títulos que los maestros les presenten.
En este sentido, Rubio recuerda una frase del escritor Jorge Luis Borges quien dijo: “la lectura obligatoria es absurda, tanto valdría hablar de felicidad obligatoria”. Y otra del escritor italiano de literatura infantil Gianni Rodari quien afirmó: “se puede ser pobre aunque se tenga mucho dinero si se tiene una limitación estética porque esta impedirá el disfrute de muchas cosas”.
Homenaje a Carlos Rubio
Con ocasión de los 20 años de su libro “Queremos jugar”
¿Dónde? Instituto de México
¿Cuándo? miércoles 28 de octubre
¿Hora? 6.30 p.m.
Informes: 8856-6124
El escritor Carlos Rubio da claves a los padres para que los hijos se conviertan en felices lectores
Carmen Juncos
[email protected]
No todos los niños van a ser personas que disfruten en la misma medida con la literatura u otras lecturas. Sin embargo, son sus padres los que deben estimularlos desde antes de nacer para que puedan, si lo desean, disfrutar mucho leyendo. Esto es lo que piensa el escritor para niños Carlos Rubio, quien además es profesor universitario.
Según Rubio la estimulación para que la lectura llegue a ser algo divertido, apetecido, debe empezar durante la vida intrauterina. En ella el niño o la niña captan sonidos internos (el corazón de su madre, líquidos en movimiento…) y externos que no son música pero tienen cierto ritmo y algo semejante a la musicalidad. Si sus padres en esa etapa les leen en voz alta textos y especialmente poesía, aunque no comprendan lo percibirán como una cierta cadencia agradable que luego persistirá como tal en sus primeros años y a lo largo de su vida cuando escuchen a alguien leer o sientan su propia voz interior mientras leen. Estará todo asociado a sensaciones agradables.
El siguiente paso es que los padres sean un modelo para sus hijos. Es decir, que los vean leyendo, que vayan con ellos de compras a la librería y que poco a poco se den cuenta de que ellos también, si lo desean, pueden escoger un libro.
Otro aspecto de importancia es que no se produzca “la escolarización de la lectura”, es decir, dice Rubio, que el niño empiece a ver al libro como obligación, como estudio y no como diversión y disfrute.
La escuela, según el escritor, aunque no es la única responsable de que los niños descubran y aprendan el placer de la lectura, sí debe aportar su cuota y para esto es importante lo que llama la “bibliodiversidad”, es decir, que los niños puedan elegir entre una lista abundante de títulos que los maestros les presenten.
En este sentido, Rubio recuerda una frase del escritor Jorge Luis Borges quien dijo: “la lectura obligatoria es absurda, tanto valdría hablar de felicidad obligatoria”. Y otra del escritor italiano de literatura infantil Gianni Rodari quien afirmó: “se puede ser pobre aunque se tenga mucho dinero si se tiene una limitación estética porque esta impedirá el disfrute de muchas cosas”.
Homenaje a Carlos Rubio
Con ocasión de los 20 años de su libro “Queremos jugar”
¿Dónde? Instituto de México
¿Cuándo? miércoles 28 de octubre
¿Hora? 6.30 p.m.
Informes: 8856-6124