Desdolarizar créditos, tarea pendiente del Banco Central asignada por el FMI
Fabio Parreaguirre [email protected] | Lunes 14 mayo, 2018
La tendencia en nuestro país es que al momento de solicitar un crédito este se haga en dólares y la justificación es sencilla: sale más barato.
La mayoría de los deudores de créditos en dólares son personas y empresas que generan sus ingresos en colones (70%), pero a pesar de esto prefieren endeudarse en moneda extranjera.
Esto sucede porque las tasas de interés son más bajas y el riesgo cambiario es algo que los consumidores en los últimos años han percibido poco.
Hoy el diferencial de tasas de interés promedio del sistema para un crédito de vivienda, por ejemplo, es de cerca del 4%.
Desde hace cinco años el Banco Central ha insistido en la necesidad de frenar la alta dolarización de los deudores no generadores, pero en lugar de encarecer o poner trabas a las solicitudes de estos créditos, deberían tomar acciones para bajar y beneficiar la colocación de préstamos en colones.
El Fondo Monetario Internacional fue muy crítico en su reporte de sostenibilidad del sistema financiero hace tres semanas, donde indicó que la dolarización plantea riesgos de solvencia y de liquidez en el sistema bancario, así como que el Banco Central tiene limitaciones para actuar como prestamista de última instancia y suministrar liquidez en dólares.
Si se lograra equiparar por lo menos las tasas de interés, y educar mejor al deudor sobre el riesgo cambiario, esto ayudaría a una mejor colocación del crédito impulsando el consumo y el crecimiento económico, algo que hoy está varado.
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Bajar márgenes de intermediación y nivelar la cancha
La razón principal de que los créditos en colones sean tan caros, es porque los márgenes de intermediación financiera son altos y poco eficientes en moneda nacional.
En dólares esto no pasa, porque para las entidades privadas es más eficiente conseguir dólares ya sea a nivel nacional o en el extranjero, donde incluso las tasas de interés son bajas.
La diferencia entre el interés que los bancos pagan a los ahorrantes por sus depósitos y el que cobran a los prestatarios por los créditos es la definición más sencilla de estos márgenes.
Este indicador se debe asociar con la eficiencia, las distorsiones del mercado, la estructura de negocio de cada entidad y con las limitaciones en el método utilizado para su cálculo, así como las reservas que las autoridades obligan a tener (encaje mínimo legal, peaje bancario, otros).
Otro problema es que los bancos privados no cuentan con ventajas que los públicos tienen, ya que no gozan de una garantía explícita del gobierno (seguro de depósitos) lo cual reduce su capacidad para competir por depósitos en colones.
Lo anterior explica en parte que el 80% de la intermediación financiera en colones sigue estando dominada por los bancos del Estado.
Debe aprobarse el proyecto de ley para la creación de un marco de garantía de depósitos y de mejora en los mecanismos de resolución bancaria, que ya existe en la corriente legislativa desde la administración de Laura Chinchilla.
Todo esto ayudaría a las entidades financieras a bajar sus tasas de interés cobradas a los clientes en colones, lo que ayudaría a incentivar el crecimiento económico y el consumo.
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Riesgos de solvencia, liquidez y cambiario
El Fondo Monetario Internacional fue altamente crítico con respecto al peligro de una economía costarricense tan dolarizada.
Indicó que la dolarización plantea riesgos de solvencia y de liquidez en el sistema bancario.
Que el Banco Central tiene limitaciones para actuar como prestamista de última instancia y suministrar liquidez en dólares en el caso de una crisis financiera.
El problema es que la percepción de los administradores y los clientes de la banca en cuanto a que el riesgo cambiario es bajo, en parte se debe a la intervención del Banco Central en el mercado de divisas, dijo el FMI en el reporte.
Es necesario cambiar este enfoque de intervención para que los participantes en el mercado internalicen los riesgos y para que el Banco Central contribuya a la desdolarización, incluso que se permita una mayor volatilidad cambiaria, tanto hacia arriba, como para abajo.
El problema recae en que si el tipo de cambio sube considerablemente, los deudores se verían afectados pagando más colones por sus créditos en dólares, algo que afectaría su presupuesto.
¿Cómo entender el riesgo cambiario?
El riesgo cambiario se asume cuando una persona que gana en colones se endeuda en dólares; si el tipo de cambio sube, este deudor deberá dedicar más colones al pago de su deuda.
Caso 1
Una persona solicita un crédito de consumo a un año plazo, hoy el tipo de cambio es estable, pero hasta dónde debería llegar para que la deuda en dólares sea igual que solicitarla en colones (cifras de tipo de cambio en colones por dólar).
Caso 1 | Actual | Valor que equipara |
Tipo de cambio | 567 | 582* |
Caso 2
Una persona solicita un crédito de consumo a cinco años plazo, hoy el tipo de cambio es estable, para que el pago de la deuda en dólares al final del periodo sea igual que cancelarlo en colones, el tipo de cambio deberá aumentar (cifras de tipo de cambio en colones por dólar).
Caso 2 | Actual | Valor que equipara |
Tipo de cambio | 567 | 640* |
*Riesgo cambiario se asume al pasar del valor que equipara
Debe cambiar
Tener tasas en colones más bajas para incentivar al consumidor financiero a tomar sus créditos en moneda nacional, sí es factible según varios expertos.
Gerardo Corrales
Economista
Asesor independiente
No satanizar dólares, sino reducir tasas en colones
La mejor manera de desdolarizar los créditos, no es satanizando los dólares, encareciendo los intereses actuales, sino tomar medidas para reducir las tasas en colones, que hoy son en promedio de un 15% para préstamos en colones.
No tiene sentido que con la inflación de un dígito, tengamos tasas reales con dos dígitos, por lo tanto el gobierno debe trabajar fuertemente en la eficiencia de los bancos del Estado y mayor competencia, porque ellos controlan el 80% de la intermediación en colones.
Con tasas en colones de un dígito, los agentes económicos deberían motivarse a endeudarse en colones, sin asumir el riesgo cambiario, el problema es que hoy con el diferencial de tasas ayudan al endeudamiento en dólares.
Alberto Franco
Economista
Ecoanálisis
Mayor variabilidad del tipo de cambio ayudaría a entender el riesgo cambiario
Las autoridades reguladoras han ajustado ciertos parámetros que miden las reservas o estimaciones de las entidades financieras, con el propósito de poner cierto freno a la expansión del crédito al sector privado en moneda extranjera, en particular a deudores no generadores de divisas. Paralelamente, las autoridades han elevado los requisitos de liquidez y el encaje legal en dólares de la conocida "banca de maletín".
Dar espacio para una mayor variabilidad en el tipo de cambio (limitando la intervención del Banco Central en el mercado de divisas), me parece que es el paso que estaría faltando para que todos podamos internalizar mejor el riesgo que tienen las distintas operaciones que realizamos en monedas extranjeras.
José Luis Arce
Economista
Cefsa
La dolarización tiene varios matices
El tema de combate a la dolarización tiene varios matices. El primero es la estabilidad macroeconómica, que significa básicamente el logro de inflaciones bajas y estables así como un mercado cambiario que funcione sin sobresaltos, a pesar de mostrar variabilidad. Esta es la primera parte de la historia.
La segunda tiene que ver con un esquema de metas de inflación y con un mercado cambiario flexible, con que la autoridad monetaria permita una suficiente flexibilidad en el tipo de cambio que elimine la percepción de una especie de seguro o cobertura implícita provista por el BCCR.
Otros temas tienen que ver con la competencia en el sistema bancario. Mientras en el segmento que intermedia en colones el margen de intermediación sea alto —por eficiencia y problemas de percepción de riesgo— el endeudarse en moneda local suele ser más costoso que en dólares, y eso crea un espacio para que las personas y las empresas tiendan a endeudarse en dicha moneda. Este tema estructural requiere acciones en promoción de competencia y en regulación para tratar de reducir esa brecha, si se considera que puede generar riesgos no deseados.