Desigualdad social se acentúa
Wilmer Murillo [email protected] | Jueves 16 julio, 2009
2009 sería el quinto año en que brecha entre ricos y pobres aumenta
Desigualdad social se acentúa
Mejorar el acceso de los trabajadores a los colegios y centros tecnológicos es considerado vital para que mano de obra rezagada sea más productiva
La sociedad costarricense es cada vez más desigual económicamente, pues los ingresos de las familias más prósperas se han distanciado respecto a los de los hogares menos pudientes.
Lo anterior no significa necesariamente que los hogares de menos ingresos se hayan empobrecido, pero sí que el poder adquisitivo de la población más adinerada crece a un ritmo más acelerado que el de las personas que menos tienen.
Utilizando el coeficiente de Gini, medida estadística para determinar las variaciones en la distribución de las entradas de dinero de las familias, se evidencia que la brecha entre estos grupos ha aumentado durante los últimos cinco años.
En 2008 los salarios familiares aumentaron un 15% en promedio, pero en los sectores más adinerados el alza fue del 10%, mientras que en los más pobres fue de un 5%.
La buena noticia es que al menos se produjo una mejora, la mala es que lo ideal sería que la situación de las familias más necesitadas mejore en mayor grado que la de quienes disfrutan de un poder adquisitivo más alto, dijo Víctor Hugo Céspedes, especialista.
Por ejemplo, en 1995 el coeficiente de Gini, que varia de cero a uno, era de 0,407 y el año pasado de 0,428. Conforme la variable se acerca a uno significa que la desigualdad es mayor. De modo que esta diferencia entre clases ciertamente ha aumentado.
Este indicador demuestra que efectivamente hay un incremento significativo de la desigualdad, dijo Isabel Román, especialista del Estado de la Nación.
”Entre 1988 y 2004 el Gini de Costa Rica se parecía más al de los países desarrollados, pero ya para 2008 se acercaba más al de los países de América Latina, de modo que hay un cambio sustancial en la dirección incorrecta”, añadió Román.
La pregunta que surge es cuáles han sido las posibles causas de ese incremento.
El caso de Costa Rica no es único, pues las brechas entre ricos y pobres se han ensanchado en la mayor parte del mundo.
El cambio en la estructura de la producción sería una causa importante de la creciente asimetría en el país.
Esa estructura requiere actualmente trabajadores calificados en ingeniería, finanzas, agricultura, construcción y menos peones agrícolas, meseros o guardas.
“En otras palabras, conforme transcurre el tiempo aumentan los ingresos de los trabajadores especializados respecto a los que tienen niveles más bajos de capacitación”, explicó Céspedes.
“Para que se reduzca este fenómeno se requiere capacitar más y con mayor rapidez a la fuerza de trabajo”, señaló el especialista.
Entre las recomendaciones para que esto ocurra es importante mejorar las condiciones de acceso de los trabajadores a los colegios y centros tecnológicos, de modo que el capital humano mejore y así aumente su productividad y por ende su remuneración. Es decir empujar a los empleados rezagados para que sean más productivos.
Sin embargo, lo que se espera para este año es otra historia. Se teme que la desocupación haya aumentado, de modo que la clave es averiguar cuánto, en cuáles campos, actividades y ocupaciones.
De haber crecido la tasa de desempleo más entre los trabajadores con más bajos niveles de educación, entonces la desigualdad entre ricos y pobres tendería a aumentar, agregó Céspedes.
“Efectivamente las cifras sugieren que hay un proceso gradual pero continuado de deterioro de las entradas económicas de los hogares”, explicó por su parte Félix Delgado, economista de Consejeros Económicos Financieros.
Por otra parte y debido al deterioro en la inversión pública, las tareas del Estado para el mejoramiento del ingreso han venido a menos.
Se suele decir que el número de millonarios también ha disminuido a raíz de la crisis económica. De ser así, por ejemplo habrían mermado no solo los recursos de los más pobres, sino también de las personas más ricas, atenuando la desigualdad.
A pesar de todo, un hecho notable y que podría hablar de la fortaleza de la economía costarricense, es que recibe una de las migraciones más altas del mundo en relación con el tamaño de su población.
Pese a ese incremento, la tasa de desempleo del país se ha mantenido como una de las más bajas de América Latina.
En ese sentido, se podría inferir que la economía local ha sido extraordinariamente positiva en dar empleo, dijeron los analistas.
Wilmer Murillo
[email protected]
Desigualdad social se acentúa
Mejorar el acceso de los trabajadores a los colegios y centros tecnológicos es considerado vital para que mano de obra rezagada sea más productiva
La sociedad costarricense es cada vez más desigual económicamente, pues los ingresos de las familias más prósperas se han distanciado respecto a los de los hogares menos pudientes.
Lo anterior no significa necesariamente que los hogares de menos ingresos se hayan empobrecido, pero sí que el poder adquisitivo de la población más adinerada crece a un ritmo más acelerado que el de las personas que menos tienen.
Utilizando el coeficiente de Gini, medida estadística para determinar las variaciones en la distribución de las entradas de dinero de las familias, se evidencia que la brecha entre estos grupos ha aumentado durante los últimos cinco años.
En 2008 los salarios familiares aumentaron un 15% en promedio, pero en los sectores más adinerados el alza fue del 10%, mientras que en los más pobres fue de un 5%.
La buena noticia es que al menos se produjo una mejora, la mala es que lo ideal sería que la situación de las familias más necesitadas mejore en mayor grado que la de quienes disfrutan de un poder adquisitivo más alto, dijo Víctor Hugo Céspedes, especialista.
Por ejemplo, en 1995 el coeficiente de Gini, que varia de cero a uno, era de 0,407 y el año pasado de 0,428. Conforme la variable se acerca a uno significa que la desigualdad es mayor. De modo que esta diferencia entre clases ciertamente ha aumentado.
Este indicador demuestra que efectivamente hay un incremento significativo de la desigualdad, dijo Isabel Román, especialista del Estado de la Nación.
”Entre 1988 y 2004 el Gini de Costa Rica se parecía más al de los países desarrollados, pero ya para 2008 se acercaba más al de los países de América Latina, de modo que hay un cambio sustancial en la dirección incorrecta”, añadió Román.
La pregunta que surge es cuáles han sido las posibles causas de ese incremento.
El caso de Costa Rica no es único, pues las brechas entre ricos y pobres se han ensanchado en la mayor parte del mundo.
El cambio en la estructura de la producción sería una causa importante de la creciente asimetría en el país.
Esa estructura requiere actualmente trabajadores calificados en ingeniería, finanzas, agricultura, construcción y menos peones agrícolas, meseros o guardas.
“En otras palabras, conforme transcurre el tiempo aumentan los ingresos de los trabajadores especializados respecto a los que tienen niveles más bajos de capacitación”, explicó Céspedes.
“Para que se reduzca este fenómeno se requiere capacitar más y con mayor rapidez a la fuerza de trabajo”, señaló el especialista.
Entre las recomendaciones para que esto ocurra es importante mejorar las condiciones de acceso de los trabajadores a los colegios y centros tecnológicos, de modo que el capital humano mejore y así aumente su productividad y por ende su remuneración. Es decir empujar a los empleados rezagados para que sean más productivos.
Sin embargo, lo que se espera para este año es otra historia. Se teme que la desocupación haya aumentado, de modo que la clave es averiguar cuánto, en cuáles campos, actividades y ocupaciones.
De haber crecido la tasa de desempleo más entre los trabajadores con más bajos niveles de educación, entonces la desigualdad entre ricos y pobres tendería a aumentar, agregó Céspedes.
“Efectivamente las cifras sugieren que hay un proceso gradual pero continuado de deterioro de las entradas económicas de los hogares”, explicó por su parte Félix Delgado, economista de Consejeros Económicos Financieros.
Por otra parte y debido al deterioro en la inversión pública, las tareas del Estado para el mejoramiento del ingreso han venido a menos.
Se suele decir que el número de millonarios también ha disminuido a raíz de la crisis económica. De ser así, por ejemplo habrían mermado no solo los recursos de los más pobres, sino también de las personas más ricas, atenuando la desigualdad.
A pesar de todo, un hecho notable y que podría hablar de la fortaleza de la economía costarricense, es que recibe una de las migraciones más altas del mundo en relación con el tamaño de su población.
Pese a ese incremento, la tasa de desempleo del país se ha mantenido como una de las más bajas de América Latina.
En ese sentido, se podría inferir que la economía local ha sido extraordinariamente positiva en dar empleo, dijeron los analistas.
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