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Dos bancos controlan más del 50% de mercado cambiario

Wilmer Murillo [email protected] | Martes 29 julio, 2008




Situación evitaría que exista una verdadera competencia
Dos bancos controlan más del 50% de mercado cambiario

• Presidente del Banco Central asegura que está actuando para no favorecer grupos ni esconder problemas


Wilmer Murillo
[email protected]

En el mercado cambiario de Costa Rica, dos pesos pesados controlan más del 50% de las transacciones.
El control que ejercen estos dos grandes operadores, que son los bancos Nacional y de Costa Rica, lleva a los agentes económicos a pensar que en el país no existe un verdadero mercado cambiario.
Lo anterior se reafirma por el hecho de que grandes instituciones públicas, como la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), compran una alta proporción de la demanda nacional de dólares.
Con ello coincide Félix Delgado, economista de Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa).
No obstante, admite que “la mayoría de la gente cree que el mercado es pequeño y por lo tanto no hay muchas posibilidades de que funcione en el país un mercado para fijar el tipo de cambio”.
Siendo controlado por entidades del Estado, el mercado debería funcionar bien. “Me parece el colmo, sin embargo, que el Estado n
o pueda coordinar sus empresas”, señaló.
La alta concentración en pocos operadores, como sucede en Costa Rica, no es por sí misma un problema para el funcionamiento de un mercado cambiario como el nuestro, manifestó Leonardo Acuña, subgerente general del Banco de Costa Rica.
A su juicio, el régimen puede ser el adecuado. En los mercados cambiarios internacionales siempre existen grandes operadores, que por su peso pueden influir en el funcionamiento o la dirección de los tipos de cambio de las monedas.
En opinión de Acuña, lo que hace falta es que el Banco Central muestre una capacidad más oportuna de intervención y una mejor lectura de las necesidades del mercado, apoyando debidamente a los operado
res a fin de que la volatilidad en el tipo de cambio refleje en forma más adecuada la realidad macroeconómica del país y mantenga las expectativas de los agentes económicos dentro de una perspectiva adecuada.
Los bancos centrales del mundo tienen una participación frecuente y oportuna cuando observan altas volatilidades de sus monedas. “Lo hacen no solo para ayudar a la estabilidad de sus monedas, sino también para minimizar los impactos desfavorables que tales volatilidades tienen a lo interno de sus economías y en los agentes económicos”, señaló el banquero.
No obstante, el mercado tico es pequeño y sujeto a la especulación, donde las fuerzas no son realmente de un mercado de competencia, planteó Juan Manuel Villasuso, economista.
A su juicio, hay agentes que tienen suficiente poder de compra para que el tipo de cambio suba o baje, de modo que al no ser un mercado de competencia, requiere una regulación más estricta.
Sin embargo, otros analistas sienten que el hecho de tener dos bancos del Estado tan grandes, más Recope (otra institución p
ublica) comprando una alta proporción de la demanda nacional de divisas, además del Banco Central interviniendo constantemente, hace pensar que este no es un mercado.
Para hacer que las bandas se asemejen más a un mercado habría que quitarles un poco de poder a los dos grandes bancos estatales, lo cual hasta el momento no se ha permitido, precisó Luis Mesalles, presidente de la Academia de Centroamérica.
Coincidió con otros expertos en que hay formas de añadir más competencia al mercado, como por ejemplo que Recope (solo, o a través del Banco Central) subaste la compra de divisas que requiere.
Otra modalidad sugerid
a es que el mismo ente emisor cambie la forma de intervenir, haciéndolo mediante subastas, lo cual agregaría más competencia. El mercado Monex, por otra parte, se podría abrir para que entre más gente a comprar o vender divisas (empresas privadas grandes, o grandes inversionistas).
Son cuestiones que, en todo caso, parecen mostrar que mientras no existan no hay competencia ni hay mercado, según analistas.
Estas opiniones no parecen desvelar a las autoridades del Central. “Todas las opiniones las respetamos”, respondió Francisco de Paula Gutiérrez, presidente del instituto emisor.
Para el jerarca puede ser que no todos los argumentos del Banco Central sean satisfactorios, “pero reflejan cómo está leyendo la situación para no favorecer grupos o esconder problemas, sino para enfrentar una situación real como los mejores instrumentos a su alcance, y la disposición de hacer bien las cosas por el país”.
Su síntesis es que el Banco está ejerciendo una política orientada a enfrentar la situación externa compleja, con un tipo de cambio y tasas de interés como instrumentos para equilibrar la economía que encara un deterioro de los términos de intercambio. “Se trata de hacer los ajustes internos necesarios y evitar que estos sean mayores en el futuro”, concluyó Gutiérrez.







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