El CENCE y el ICE le han fallado a Costa Rica por más de 12 años
Ricardo Trujillo [email protected] | Jueves 21 julio, 2022
Ricardo Trujillo Molina
MScEE [email protected]
El ministro de Energía don Ronny Rodríguez fue enfático en su exposición ante el foro de energía y ambiente organizado por la cámara de industrias hace tres semanas, cuando afirmó que el centro de control del ICE tiene que salir de la jurisdicción actual del ICE, y convertirse en un centro de despacho independiente y económico de carga, así como el principal exportador de energía eléctrica del país durante todo el año, y no solo en los meses lluviosos como lo ha venido haciendo desde que se ratificó el 2do protocolo del tratado de la interconexión eléctrica centroamericana firmado por los seis presidentes de la región allá por el año 1997, ratificado por ley en Costa Rica en octubre del 2011.
El tratado siempre ha tenido como objetivos el libre mercado y sin impuestos, de los excedentes de energía eléctrica generados, entre los 6 países de la región, incluyendo a Panamá, sin tener que hacer fronteras y a la casi velocidad de la luz. Una verdadera revolución en lo que a los mercados de intercambio regional se refiere, pues se trata de un producto fabril de alto valor agregado y vital para el desarrollo económico de esos países. Don Teófilo de la Torre fue el pionero por Costa Rica en la construcción de ese tratado que llevó muchos años de reuniones previas y de obtención de socios financieros para la construcción de las obras consistentes en una línea de alta tensión que atraviesa a todo el istmo centroamericano. Oportunidad de mercado perdido Como resultado de ese tratado centroamericano, la capacidad de generación en todo el istmo se incrementó velozmente de los 11,000 Megavatios de potencia en el año 2010 a los actuales 18,000 Megavatios de potencia. La demanda energética en el istmo creció desde el 2010 de los 41 Gigavatios hora a más de los 55 GWhora en la actualidad. Panamá está generando actualmente en el orden de los 1,775 Megavatios de potencia, mientras que Costa Rica no pasa de los 1,705 MWatts.
El mercado eléctrico regional ha crecido en un 64 % en apenas un década, mientras que el ICE gozando del monopolio de único agente comercial, ha desaprovechado ese potencial mercado en expansión en perjuicio de toda Costa Rica.
A diferencia de los demás países, cuyos agentes de mercado fueron múltiples desde un inicio, en Costa Rica solo se le asignó monopólicamente al ICE dicha tarea. Una tarea que tampoco supo cumplir a profundidad, pues ha desaprovechado durante más de un decenio, la gran oportunidad de suplir los faltantes de energía en los demás países de la región a buena tarifa. Ha visto como la inversión eléctrica se ha realizado en los países vecinos a un ritmo acelerado, y a la vez con sus políticas ha impedido que la generación privada tuviese acceso a esos mercados de gran demanda de energía. Es así como vemos que ahora Honduras es un país líder mundial en generación fotovoltaica, y Panamá junto con
El Salvador y Nicaragua ya pusieron a operar grandes centrales en base a gas natural que siempre producirán energía más cara que las hidroeléctricas que se han construido y que pudieron haberse seguido construyendo en Costa Rica con el mejor valor marginal de toda la región. Ni picó leña, ni prestó el hacha.
El CENCE como instrumento operativo de las políticas del ICE, se ha convertido en el obstáculo más grande para la que debió ser una vertiginosa expansión de la generación eléctrica de Costa Rica. Su labor ha sido abiertamente sesgada y con filosofía anti empresarial durante los últimos 12 años, o sea, se ha limitado a venderle al abonado tico y con suma prioridad la cara energía del sector de generación del ICE, la cual la consideran ellos como la energía base ( térmica, geotérmica y de reserva estacional ) y ha desplazado hasta lo imposible, la expansión de la generación privada con tecnologías renovables de muchísimo más bajo costo que han demostrado ser la generación con plantas eólicas, de filo de agua, y fotovoltaicas. La historia así lo demuestra. Crítica situación actual
Ahora que la gasolina subió al 200% en el mercado internacional, su traición a Costa Rica ha quedado al desnudo. No tenemos suficiente capacidad de generación eléctrica de bajo costo para hacer la transición energética que se nos viene encima, la de la conversión de 2 millones de autos con motor de combustión eléctrica a autos con motores eléctricos.
Se insiste erróneamente que el país cuenta con sobre capacidad en la generación eléctrica, pero vemos como a diario en el diagrama de flujo del ente operador centroamericano, Panamá exporta más energía a Nicaragua, Honduras y El Salvador que lo que hace Costa Rica. Independientemente de si es época lluviosa o seca. Panamá ha sabido exportar más energía incrementando su potencial generacional por
encima del de Costa Rica. Es inconcebible que solamente en estos dos años del 2022 y 2023, la capacidad de generación en la región se incrementará en 1,280 Megavatios de potencia, mientras que en Costa Rica se incrementará en 5 MWatts, la planta solar de HUACAS y se retiraran 6,39 MWatts de operación, las plantas de Matamoros y Embalse.
Vamos para atrás, como el cangrejo en materia de generación eléctrica. Y todo eso es el fruto de un CENCE al servicio estricto del pago de la deuda del ICE y no de los abonados o del desarrollo del país. El ICE recientemente ha manifestado en un comunicado de prensa que limita su responsabilidad en la exportación de energía a la siguiente condición: “de rde reportarse excedentes de generación, estos son ofertados en el eportarse excedentes de generación, estos son ofertados en el Mercado Eléctrico Regional (MER)Mercado Eléctrico Regional (MER)””.. Situación actual del ICE
La política de contención de la expansión de toda una industria nacional, sujeta a los limites de la demanda interna ha sido todo un fracaso que ha llevado al ICE mismo a su más crítica situación. No es comprensible que el costo de la última gran represa sobre el rio reventazón publicitada por el ICE como un gran logro en portafolio de inversiones en US$ 1,500 millones de dólares, se vea reflejada en las actuales finanzas como una deuda de casi US$ 6,000 millones de dólares, cuatro veces superior en menos de una década.
Algo anda muy mal dentro de la institución que con la ley mordaza impuesta por sus autoridades, no desean que sepamos. Como es que el préstamo inicial para la represa sobre el rio reventazón se cuadriplicó en menos de una década es la interrogante que el ICE tiene que explicarle a todo el país. La nueva gerente de la institución Vanessa Castro con suma experiencia en banca y fideicomisos será la encargada idónea para descubrir como fue que se llego a tan nivel extremo de deuda. Sus manifestaciones recientes nos dan una somera idea de que la cosa es sumamente seria, pues ya no hablan del compromiso presidencial de reducir tarifas para estimular la economía, sino que de rescatar el ICE para volverlo un ente de desarrollo económico, lo cual es salirse por la tangente ante la urgencia de una drástica reducción en las tarifas eléctricas para estimular la inversión nacional en empleo y en mejoría de la competitividad productiva nacional.
Solución de corto plazo
El país necesita de un CENTRO DE DESPACHO DE ENERGIA independiente del ICE, que con estricto criterio económico despache de primero la energía de más bajo costo marginal y de última instancia, la energía del más alto costo marginal, como es la generada por combustibles térmicos o las de reservorio estacional que fueron diseñadas para ser utilizadas en la época seca. Y que simultáneamente se abra el actual monopolio del mercado de la exportación de energía a los productores privados con el fin de que desde suelo costarricense se genere a bajo costo, la energía que demanda el mercado regional del istmo.
Ya no es de oficio aceptar que para mantener el alto nivel de confiabilidad del sistema eléctrico nacional se tenga que despachar la energía cara primero. Ha sido todo un engaño que tenemos que denunciar a todo pulmón si es que queremos que las cosas cambien hacia una rebaja en tarifas y para estimular la transición energética que tanto anhelamos y que nos hará independientes energéticamente.