El dinero tiene miedo
Jaime Robleto Gutiérrez [email protected] | Viernes 14 febrero, 2025

Jaime Robleto Gutiérrez
Abogado, filósofo y psicólogo forense
Costa Rica ha tenido históricamente ventajas para atraer y mantener la inversión extranjera, así como prevenir la fuga del capital local que ha preferido reinvertir en nuestro país: el principal factor es la estabilidad política que ofrece un Estado social y democrático de derecho, donde las instituciones funcionan como pesos y contrapesos y las sentencias judiciales se cumplen; eso crea un clima de negocios que proporciona tranquilidad y certeza jurídica, sin la cual sería impensable planear un modelo de desarrollo de negocios a mediano o largo plazo. Otra arista que nos ha distinguido es que se cuenta con un buen nivel educativo relativo y se encuentra mano de obra calificada para empresas tecnológicas; ello sumado a la existencia de una democracia tradicional que aporta la percepción del activo intangible de que Costa Rica solía ser un lugar apacible y seguro.
Si hay algo que saben los empresarios, emprendedores, consumidores y usuarios en general, es que el dinero es cobarde y selectivo. Por eso el servicio al cliente es tan importante en cualquier actividad, difícilmente se vuelve al local, sitio o empresa donde la experiencia transaccional ha sido desafortunada o se ha sufrido un maltrato. Lo mismo ocurre con los países, si la marca país se empaña progresivamente con el crecimiento exponencial de la delincuencia, especialmente si se trata de mafias organizadas, se corre el boca a boca clientelar que nos perjudica a todos.
Si a lo anterior, se suman las grescas internas dentro del Estado mismo, los inversores toman nota. Los valores financieros, a diferencia de los afectos, no se dejan influir por la nostalgia. No interesa lo que una vez fuimos o representamos, se trata acerca del hoy y del mañana, si fuera distinto no existirían las bolsas de valores. En el 2025. la tasa de homicidios dolosos no parece mermar, sino lo opuesto, nada de ello es positivo en ningún sentido, tampoco para la economía. El mensaje de inseguridad e ingobernabilidad altera los mercados, especialmente la llamada economía de seguridad, lo que a su vez tiene repercusión en todo el espectro financiero.
No existen soluciones fáciles en educación, desempleo, salud pública y otras áreas sensibles, pero todo ello forma parte del tejido social que determinará nuestra competitividad y supervivencia. Al fin y al cabo, la diferencia la hacemos nosotros, las personas que trabajamos en empresas e instituciones. Somos el capital humano, la suma de conocimientos, habilidades y capacidades que proporcionamos valor a las organizaciones (Wright, 2021), no necesariamente somos tan fungibles e intercambiables como podría pensarse, mucho menos desechables, de ahí que las gerencias y jerarcas podrían destacarse aún más en elementos de inteligencia emocional para ganancia de todos.
Sería utópico pensar que es posible erradicar la inseguridad y la delincuencia, por lo que Costa Rica debe aprender a gestionar esos factores de riesgo de la manera más inteligente posible con el menor coste de vidas y la maximización de oportunidades de crecimiento en ese ambiente hostil que constituye un clima inclemente que debe sortearse de la manera más prudente y sensata posible.