El ICE se desnuda ante el mundo como una empresa esclavizada por el petróleo
Ricardo Trujillo [email protected] | Viernes 06 octubre, 2023
Ricardo Trujillo Molina MScEE
Los intereses del ICE no son costarricenses, y lo he sostenido en múltiples escritos. El ICE dejo de ser una empresa al servicio de los costarricenses hace mucho tiempo, es una empresa al servicio de intereses extranjeros, tanto de la banca acreedora de su deuda como de los mas sucios intereses petroleros. Es un ente, sin lugar a dudas, describible como un “lobo petrolero” con ropaje de empresa ambientalista, descarbonizadora y promotora de la generación eléctrica con recursos renovables nacionales. Su decisión sorpresiva de incrementar la generación eléctrica con 150 megavatios de potencia con el alquiler por los próximos años de plantas térmicas en base a bunker y diésel así lo confirman.
Es una decisión antipatriota y anti costarricense, pues vendrá a incrementar seriamente las tarifas eléctricas ya de por si altas, en un preciso momento que el precio del petróleo tiende al alza. Es una decisión a todas luces con el mínimo de sentido económico, ingeniería y sentido común, que terminara empobreciendo a nuestro país, sometiéndolo a la importación de energéticos cada día mas caros y mas contaminantes. Es una decisión que tendrá una fuerte repercusión económica inflacionaria y devastadora para nuestro quehacer económico, todavía en recuperación desde la pandemia del covid.
El ICE ha optado por incrementar la generación eléctrica con recursos importados cuando en el país contamos con agua, viento y sol de sobra para ese propósito y a un costo infinitamente inferior. Jamás será comparable el costo de la generación térmica en el orden de los 10 a 20 centavos de dólar por kilovatio hora con respecto a los dos a cinco centavos de dólar el kilovatio hora con el recurso solar. Pero no es el ICE, sino que sus autoridades y jerarquías actuales las responsables de esa toma de decisión. Suspenden un concurso de plantas con energías renovables y le dan máxima prioridad a un concurso extremadamente urgente con energías sucias, caras e importadas. Alguien o algunos en su máxima dirección han perdido totalmente la visión y misión del ente, y hasta su responsabilidad ante la sociedad y el mundo en general.
Mientras el mundo se encamina a pasos acelerados a la generación eléctrica con la tecnología fotovoltaica de bajísimo costo y rápida construcción, en Costa Rica, en contra de todo lo que ha predicado por una década, el ICE opta por una medida de emergencia no por la construcción de ese tipo de plantas, sino que por plantas obsoletas con quema de hidrocarburos gaseosos en motores de combustión interna o turbinas para calentar agua en calderas con bajísima eficiencia para hacer girar un generador eléctrico. Y lo pretende hacer con un concurso previamente concertado con los potenciales oferentes dado el plazo de apenas dos días para la presentación de ofertas. Un mayúsculo chorizo ante la sorpresa y perplejidad de toda costa rica y el mundo entero.
Si algo venia mal en toda Costa Rica, esta decisión nefasta por nada menos que el ente que debería de estarle haciendo la competencia a RECOPE, promoviendo el uso de la energía eléctrica de bajo costo en vez de los energéticos importados y de alto costo, ha echado a perder el futuro de nuestro quehacer económico y muy posiblemente el precario bienestar económico y estabilidad socio política que habíamos logrado alcanzar en los años post pandemia.
REQUIEM EN PACE LA COSTA RICA de ayer. Que todo mundo sálvese si puede. Hemos sido entregados a los intereses petroleros extranjeros y a
la voracidad fiscal de un estado cada día mas inmisericorde con la población de escasos ingresos salariales. No es sorpresa que la vida se pierda a balazos en los puertos del país después del impago por préstamos a cuentagotas, o por disputa de territorios entre narcotraficantes. Estamos a merced de quienes nos impiden sacarle el provecho a la energía solar gratis que nos llega a diario. Estamos a merced de un ente monopolice comprador e importador de derivados del petróleo y tercera caja de ingresos del estado costarricense.