El indispensable control del gasto
Jonathan Prendas [email protected] | Lunes 30 marzo, 2020
La emergencia nacional ocasionada por el Covid-19 ha obligado al país a orientar sus recursos hacia la atención de la crisis a fin de evitar el desplome de la economía y mitigar sus efectos entre la población costarricense.
Las medidas urgentes encontraron el respaldo de la Asamblea Legislativa. Esta semana los diputados aprobamos financiar 10 mil nuevas pensiones para adultos mayores en pobreza, cuyos fondos provienen del recorte a las pensiones de lujo.
También dimos luz verde a un préstamo con la CAF de $500 millones para enfrentar las consecuencias de la pandemia y atender compromisos en el pago de la deuda. Antes de aprobar este crédito, Nueva República insistió en vigilar que existiera un plan de gastos serio y responsable de parte del gobierno, pues originalmente ese dinero se iba a usar exclusivamente en cambiar el perfil de la deuda y bajar el pago en intereses a los acreedores. Por esta solictud de vigilancia fuimos criticados por algunos sectores.
Pero nosotros creemos firmemente que es necesario controlar el gasto, que la emergencia nos debe comprometer a todos a ser más eficientes, transparentes y minuciosos con el uso de los fondos públicos. El gobierno debe comprometerse a controlar el gasto para no hipotecar el futuro. Y estoy hablando del futuro cercano.
Para analizar cabalmente el comportamiento del gasto público es necesario hacer un esfuerzo para dimensionar el impacto de las medidas que se están tomando en este momento.
Debemos tener presente que el déficit fiscal del gobierno central cerró en 6,96% del PIB en el 2019, el porcentaje más alto de los últimos 40 años. Las cifras demuestran que las finanzas costarricenses se deterioraron a pesar de que a partir de mediados del año pasado entró a regir la reforma fiscal que implicó recursos frescos para el Estado a través del IVA.
Con un déficit tan elevado, la crisis provocada por el Covid-19 implicará el estancamiento de la economía –ya el sector turismo declaró una temporada de ingreso cero y más de cien mil personas perdieron su empleo en el sector comercio- así como una reducción significativa en la recaudación de impuestos.
Las circunstancias están empujando al país al endeudamiento –ya viene en fila otro préstamo con el BID-, y es por esa razón que el gobierno debe socarse la faja, ajustarse a la regla fiscal y eliminar los renglones que creen inequidades como los salarios, pluses y pensiones de lujo.
Controlar el gasto también implica analizar con lupa otras iniciativas del Ejecutivo, como usar el superávit del Instituto Costarricense de Turismo (ICT) para atender la crisis actual y no para intentar reanimar al sector después de que el mundo vuelva a la normalidad. El gobierno no solo debe prepararse para enfrentar la crisis, sino para levantar al país una vez que el Covid-19 deje de impactar tan severamente nuestra economía.
La crisis hay que atenderla con los ojos muy abiertos. Con un ojo puesto en la atención de la gente y sus necesidades, y con el otro puesto en el control del gasto. No hay otra manera de salir de esta situación.
Jonathan Prendas
Diputado
Nueva República.