"El Mercado juega a ciegas"
Wilmer Murillo [email protected] | Miércoles 24 diciembre, 2008
Danilo Montero de Interbolsa pide al Conassif enmendarle la plana
"El Mercado juega a ciegas"
• Entre su indefinición fiscalista y monetaria podría estar propiciando una crisis interna
Wilmer Murillo
[email protected]
“El mercado de valores es un campo donde se juega a ciegas, y en el cual los puestos de bolsa salen a la cancha sin conocer las reglas. De pronto una patada en la espinilla o un codazo en la boca se vale… así, el partido termina siendo de coscorrones. El principal culpable es el Banco Central, así como el Consejo Nacional del Sistema Financiero (Conassif) que le está permitiendo al Central que haga y deshaga”.
Así de categórica es la descripción que dio Danilo Montero, gerente general de Interbolsa, a las políticas adoptadas por el ente emisor este año, y advirtió que de no ponerse orden en “esta jungla” podría estar dándose forma a una crisis del sector financiero.
¿De qué responsabiliza al Banco Central?
Está endureciendo el funcionamiento de los puestos de bolsa, obligándolos a parecer más un banco. Eso significa una limitación de sus operaciones. Y el Conassif no ha querido plantársele, exigiéndoles ciertas reglas para la emisión de títulos al Banco Central y al Ministerio de Hacienda, de modo que se pueda crear un verdadero mercado de valores.
¿Por qué considera que se juega a ciegas en el mercado de valores?
Porque ni Hacienda ni el Central anuncian los montos mínimos de captación y menos los máximos.
El Central nos da duro, sin un mercado de deuda pública estandarizado. Esto permitiría crear una curva de rendimiento como primer paso para valorizar los riesgos que tenemos y construir sobre ello tasas para los títulos de las empresas que se transan en la Bolsa de Valores.
Luego, esa información es muy útil para valorar el riesgo de los instrumentos conocidos como derivados y otros futuros.
¿Cree que ahora no podría generarse un mercado de derivados?
Nadie podría inventar ese mercado sin antes crear el mercado de deuda, como lo han hecho países latinoamericanos como México y Brasil. Si aquí lo hiciéramos sin dar ese paso, revolucionaríamos las finanzas del planeta Tierra.
¿Tienen los puestos de bolsa problemas de liquidez?
Percibo que las autoridades no tienen claro que están jugando con fuego. En la medida que la crisis internacional empeore, la liquidez de los puestos podría verse comprometida y eventualmente afectar la de la misma banca. En ese caso, bastaría un chisme, como los hubo en 2004, para causar un grave daño, un efecto dominó sobre todo el sistema financiero.
El Banco Central dice tener blindada la economía, ¿no es eso suficiente?
El Central está hablando de reservas disponibles del Banco Mundial, el FLAR y créditos del BID, pero esa es liquidez internacional. Yo estoy hablando de liquidez local, de la capacidad de descontar facturas.
Los puestos y empresas dedicadas a ello, prácticamente ya no pueden ni descontar las facturas de lujo. La liquidez un día de estos se acabará y será seguramente cuando el Central salga en carreras a tratar de resolver el problema.
¿Cuándo prevé que pudiera explotar este problema?
Sospecho que con la euforia de diciembre, los aguinaldos y el gordo la gente aún no percibe el problema claramente. Pero no descartaría que entre enero y febrero haya empresas que comiencen a incumplir el pago de facturas. Será una cuesta larga.
¿Están los puestos en capacidad de resistir estos impactos?
Sentimos que se está estrangulando a mucha gente y hay muchas empresas y puestos de bolsa estresados, pero aún bien preparados para enfrentar el impacto. No obstante, si por alguna razón alguien incumple una recompra, o un puesto de bolsa no me pague a mí se daría un encadenamiento muy fregado. Las señales que el Central no lee es que el resultado final de todo eso será desempleo, un villano de la economía mayor que la inflación que se intenta corregir.
¿Por qué cree que el Central no advierte la situación?
La razón es que ha estado cubriendo sus pérdidas cuasifiscales a punta de tasas de interés bajas y nos ha recetado por partida doble. Encima, ha gravado el sistema con un encaje legal del 15%. Es porque el Banco tiene sentimientos fiscalistas y monetaristas a la vez. Eso tiene muchos inconvenientes.
Existen recursos de última instancia dispuestos por el Banco Central. ¿No servirían para enfrentar la situación?
Estamos hablando de mecanismos de emergencia, pero hay bancos que han tardado más de tres semanas para que les autoricen una cartera de crédito para ser descontada por el Banco Central. Es como tener que anunciar a los bomberos un incendio tres semanas antes.
¿No es usted demasiado pesimista?
Yo veo a un Banco Central no tan interesado en descontar papeles a los bancos y menos en resolver los problemas de los puestos de bolsa.
Ojalá pecara de ave agorera, pero siento que como van las cosas el primer trimestre de 2009 nos tomará totalmente desprevenidos.
"El Mercado juega a ciegas"
• Entre su indefinición fiscalista y monetaria podría estar propiciando una crisis interna
Wilmer Murillo
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“El mercado de valores es un campo donde se juega a ciegas, y en el cual los puestos de bolsa salen a la cancha sin conocer las reglas. De pronto una patada en la espinilla o un codazo en la boca se vale… así, el partido termina siendo de coscorrones. El principal culpable es el Banco Central, así como el Consejo Nacional del Sistema Financiero (Conassif) que le está permitiendo al Central que haga y deshaga”.
Así de categórica es la descripción que dio Danilo Montero, gerente general de Interbolsa, a las políticas adoptadas por el ente emisor este año, y advirtió que de no ponerse orden en “esta jungla” podría estar dándose forma a una crisis del sector financiero.
¿De qué responsabiliza al Banco Central?
Está endureciendo el funcionamiento de los puestos de bolsa, obligándolos a parecer más un banco. Eso significa una limitación de sus operaciones. Y el Conassif no ha querido plantársele, exigiéndoles ciertas reglas para la emisión de títulos al Banco Central y al Ministerio de Hacienda, de modo que se pueda crear un verdadero mercado de valores.
¿Por qué considera que se juega a ciegas en el mercado de valores?
Porque ni Hacienda ni el Central anuncian los montos mínimos de captación y menos los máximos.
El Central nos da duro, sin un mercado de deuda pública estandarizado. Esto permitiría crear una curva de rendimiento como primer paso para valorizar los riesgos que tenemos y construir sobre ello tasas para los títulos de las empresas que se transan en la Bolsa de Valores.
Luego, esa información es muy útil para valorar el riesgo de los instrumentos conocidos como derivados y otros futuros.
¿Cree que ahora no podría generarse un mercado de derivados?
Nadie podría inventar ese mercado sin antes crear el mercado de deuda, como lo han hecho países latinoamericanos como México y Brasil. Si aquí lo hiciéramos sin dar ese paso, revolucionaríamos las finanzas del planeta Tierra.
¿Tienen los puestos de bolsa problemas de liquidez?
Percibo que las autoridades no tienen claro que están jugando con fuego. En la medida que la crisis internacional empeore, la liquidez de los puestos podría verse comprometida y eventualmente afectar la de la misma banca. En ese caso, bastaría un chisme, como los hubo en 2004, para causar un grave daño, un efecto dominó sobre todo el sistema financiero.
El Banco Central dice tener blindada la economía, ¿no es eso suficiente?
El Central está hablando de reservas disponibles del Banco Mundial, el FLAR y créditos del BID, pero esa es liquidez internacional. Yo estoy hablando de liquidez local, de la capacidad de descontar facturas.
Los puestos y empresas dedicadas a ello, prácticamente ya no pueden ni descontar las facturas de lujo. La liquidez un día de estos se acabará y será seguramente cuando el Central salga en carreras a tratar de resolver el problema.
¿Cuándo prevé que pudiera explotar este problema?
Sospecho que con la euforia de diciembre, los aguinaldos y el gordo la gente aún no percibe el problema claramente. Pero no descartaría que entre enero y febrero haya empresas que comiencen a incumplir el pago de facturas. Será una cuesta larga.
¿Están los puestos en capacidad de resistir estos impactos?
Sentimos que se está estrangulando a mucha gente y hay muchas empresas y puestos de bolsa estresados, pero aún bien preparados para enfrentar el impacto. No obstante, si por alguna razón alguien incumple una recompra, o un puesto de bolsa no me pague a mí se daría un encadenamiento muy fregado. Las señales que el Central no lee es que el resultado final de todo eso será desempleo, un villano de la economía mayor que la inflación que se intenta corregir.
¿Por qué cree que el Central no advierte la situación?
La razón es que ha estado cubriendo sus pérdidas cuasifiscales a punta de tasas de interés bajas y nos ha recetado por partida doble. Encima, ha gravado el sistema con un encaje legal del 15%. Es porque el Banco tiene sentimientos fiscalistas y monetaristas a la vez. Eso tiene muchos inconvenientes.
Existen recursos de última instancia dispuestos por el Banco Central. ¿No servirían para enfrentar la situación?
Estamos hablando de mecanismos de emergencia, pero hay bancos que han tardado más de tres semanas para que les autoricen una cartera de crédito para ser descontada por el Banco Central. Es como tener que anunciar a los bomberos un incendio tres semanas antes.
¿No es usted demasiado pesimista?
Yo veo a un Banco Central no tan interesado en descontar papeles a los bancos y menos en resolver los problemas de los puestos de bolsa.
Ojalá pecara de ave agorera, pero siento que como van las cosas el primer trimestre de 2009 nos tomará totalmente desprevenidos.