El duro camino del Giro
Luis Fernado Rojas [email protected] | Jueves 08 mayo, 2014
El duro camino del Giro
“La carrera más dura del mundo, en el país más bonito del mundo” comienza mañana
La ruta que inicia mañana Andrey Amador, cuando arranque la edición 97 del Giro de Italia es sin lugar a dudas a prueba de grandes ciclistas y de piernas de acero, porque tendrá un exigente recorrido favorable para los escaladores por la cantidad y dureza de las finales en alto y la progresión de lo más duro concentrado al final de la prueba.
Subidas y llanos
Iniciando en Belfast, Irlanda del Norte y terminando en Trieste, al noreste de Italia, tendrá un total de 21 etapas y un recorrido total de 3.450 km. En suma el trayecto contará con diez llegadas en alto y dejando lo más duro para el final con cinco jornadas de alta montaña y una cronoescalada programadas para los ocho días finales de la competencia, aunque estas no tendrán largos kilometrajes, que no pasarán en estos casos de los 175 km.
Habrá una crono por equipos y dos individuales, la primera de 46 km con un trazado en general llano y la segunda al Monte Grappa, de casi 27 km.
Se dice que la media montaña será más floja de lo habitual, con unos primeros días llenos de etapas llanas lo que favorecerá a los sprinters.
Un arranque irlandés
El Giro inicia en Belfast con una contrarreloj por equipos de casi 22 km, trazado llano, luego la segunda con salida y llegada en esta misma localidad con 218 km, y la tercera se despide de Irlanda, con un recorrido de 187 km hasta la capital, Dublín.
En Italia
Luego de la primera jornada de descanso, por el largo traslado hasta el sur de Italia, el Giro se reanuda con una etapa llana, corta entre Giovinazzo y Bari (121 km).
Después de esto y tras algunas etapas con media montaña propicias para los remezones, caemos en la octava etapa, que traerá el primer contacto serio con la montaña con una dura subida al Cippo di Carpegna, el lugar de entrenamiento de Marco Pantani, homenajeado póstumo de este Giro. Una jornada con 50 km finales muy atractivos y donde, si hay batalla en Carpegna, algún favorito podría quedar cortado y acabar perdiendo mucho tiempo en meta.
La segunda semana arranca con la etapa diez, y una jornada casi totalmente llana pero en la undécima se vendrá una de las etapas más importantes para la clasificación general, una crono individual de 46 km entre Barbaresco y Barolo, con un trazado casi llano a excepción de los últimos 10 km. Se dice que esta etapa es muy favorable para los “especialistas” y puede haber grandes diferencias en meta, que influyan en los resultados posteriores de la prueba. El resto de la semana, con alguna etapa de transición, una jornada 14 que tendrá una interesante etapa de montaña y luego un cierre muy llano.
El cierre
Tras un día de descanso se viene la alta montaña entre Ponte di Legno y Val Martello que se corona de primero de 22,4 km en Stelvio, a 2.758 m, y luego un impresionante descenso previo a la subida final.
De ahí el inicio del llamado tríptico, el decide podios, arrancando con la etapa 18, entre Belluno y Rifugio Panarotta, con una subida “en escalera” de 4 km, descenso y llano de 10 km antes de la ascensión final de 16 km, etapa de las más exigentes de esta competencia y que puede provocar grandes diferencias en meta, y con sus últimos kilómetros inéditos en el trazado de este año.
Luego se vendrá la llamada “brutal cronoescalada” al Monte Grappa por Semonzo, con una distancia de casi 27 km, con 7,5 km llanos antes de iniciar la subida.
Como final del tríptico tendrá como escenario los Alpes Cárnicos con final en el Monte Zoncolan, una subida que está dentro del top 5 de las más duras en carrera y tras la cual solo quedará el cierre, con una etapa en línea hacia Trieste, muchas veces para el paseo del Campeón y homenaje a quienes logran sobrevivir a las tres semanas de carrera.
Luis Rojas
[email protected]
@La_Republica