El proceso comercial del talento corporativo
| Jueves 27 marzo, 2014
El proceso comercial del talento corporativo
Al igual que ocurre con la cadena de valor comercial, existe un encadenamiento de valor en torno al talento humano en las organizaciones. En el caso comercial
hablamos de “Interesar-Vender-Satisfacer-Retener (IVSR)”; interesamos a los clientes para que nos compren y posteriormente buscamos satisfacerlos para que vuelvan a adquirir nuestros productos o servicios.En lo que a talento corporativo se refiere existe, a nuestro juicio, ese mismo proceso a lo largo de la cadena de valor. En primer lugar las empresas luchan por atraer talento (interesar). Ferias de empleo, reclutamiento mediante consultores externos, universidades y escuelas de negocios, entre otros. Las organizaciones cada vez invierten más en que los mejores se interesen por incorporarse a sus filas.
Una vez interesados los candidatos, llega el momento de la venta. Si comercialmente vendemos productos y servicios, cuando hablamos de talento lo que se vende es un “proyecto de vida”. La contratación de profesionales es mucho más que un mero trámite en el que hay dos partes interesadas. Muchas veces los reclutadores olvidan entusiasmar al candidato y se logran “ventas” sin mucho compromiso a largo plazo. Contratamos, pero no vendemos ese proyecto de vida y nos convertimos en una solución económica temporal para el talento humano.
Tras el reclutamiento llega la fase de satisfacer al empleado. En este punto hay que tener claro que si realmente a la organización le interesa un profesional altamente cualificado y motivado, debe orientar sus pasos a la creación de un plan de carrera valioso para ambas partes. La cultura corporativa iba más allá de la retribución o los beneficios económicos. Los profesionales necesitan sentirse realizados dentro de la organización, saber que están contribuyendo más allá de la rutina del día a día.
La última y más compleja es la tarea de retener. Es evidente que sin satisfacción no hay retención posible. Las organizaciones que realmente comprenden la importancia del capital humano saben que tienen que dar un paso al frente para, no solo tener empleados comprometidos, sino realmente entusiasmados y fieles.
Muchas empresas líderes en su mercado están poniendo en riesgo esta posición porque son incapaces de retener a sus colaboradores más valiosos. Por una parte, los costos de la no-retención son elevadísimos, dado que suponen un proceso de continuo reclutamiento e inducción de nuevos empleados.
Pero aún más importante es que no pueden sostener su ventaja competitiva en el tiempo sino es mediante un equipo de personas capaces de poner en marcha los planes estratégicos con un compromiso auténtico.
Especialmente importante es entender y poner en práctica el proceso IVSR en la cadena de valor del talento corporativo, ante la tendencia que llega de la mano de nuevas generaciones que se incorporan al mercado laboral.
Francisco Avilés
Socio-director Cross&Grow
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