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Empresas familiares: El desafío de separar emociones y negocios para el crecimiento

Redacción La República [email protected] | Miércoles 25 septiembre, 2024


Viviana Boza


Viviana Boza Chacón

Socia Directora de SaviaStudio

[email protected]

En el vasto mundo de los negocios, las empresas familiares ocupan un lugar especial. Son el motor de muchas economías, aportando no solo a la estabilidad financiera, sino también a la creación de legados que trascienden generaciones. Sin embargo, este tipo de empresas enfrentan un reto único: la confusión de roles. Cuando las líneas entre la familia y la empresa se desdibujan, las tensiones no tardan en aparecer, amenazando tanto la armonía familiar como el crecimiento del negocio.

La construcción de una familia y la construcción de una empresa son tareas que, aunque complementarias, tienen dinámicas diferentes. En el entorno familiar, prevalecen los valores de cuidado, amor y apoyo incondicional, mientras que en el ámbito empresarial, los roles y “respons-habilidades” son esenciales para la eficiencia y el crecimiento. Esta dualidad puede llevar a una mezcla peligrosa cuando las expectativas personales y profesionales no están claramente definidas.

Uno de los principales desafíos es la confusión de roles. Es común que en una empresa familiar los miembros desempeñen múltiples papeles: padre y jefe, madre y gerente, hijo y empleado. Esta superposición puede generar conflictos, donde las decisiones de negocio se ven influenciadas por emociones familiares, y viceversa. Sin una clara separación de roles, los desacuerdos personales pueden transformarse en obstáculos empresariales, dificultando la toma de decisiones y afectando la salud del negocio.

Además, esta confusión puede llevar a un estancamiento en la evolución de la empresa. Cuando los roles no están bien definidos, se corre el riesgo de que las decisiones se tomen basadas en la jerarquía familiar en lugar de las necesidades del negocio. Esto puede impedir el surgimiento de nuevos líderes y obstaculizar la innovación y el crecimiento.

Entonces, ¿cómo pueden las empresas familiares navegar estas aguas turbulentas? La clave está en la gestión del cambio y la definición clara de los valores y roles.

Primero, es fundamental que las empresas familiares definan y alineen sus valores. Esto no solo fortalece la identidad empresarial, sino que también sirve como una guía para tomar decisiones que respeten tanto los lazos familiares como las necesidades del negocio. Estos valores deben ser compartidos y comprendidos por todos los miembros, creando un terreno común que facilite la resolución de conflictos y la toma de decisiones estratégicas.

En segundo lugar, es esencial implementar una estructura clara que separe los roles familiares de los empresariales. Esto no significa perder la esencia familiar, sino protegerla al evitar que los problemas familiares perjudiquen el negocio. Establecer un organigrama claro, con responsabilidades definidas y un proceso de toma de decisiones transparente, es crucial para asegurar el éxito a largo plazo.

Finalmente, la gestión del cambio para la sostenibilidad debe ser vista como una oportunidad para fortalecer tanto la familia como la empresa. Adaptarse a las necesidades cambiantes del negocio, mientras se mantienen sólidos los valores familiares, puede ser el camino hacia un liderazgo consciente y una comunicación autentica y efectiva.

En resumen, las empresas familiares enfrentan desafíos únicos, sin embargo el que puedan tener claridad en los roles, comunicación eficiente y una gestión del cambio para la sostenibilidad, pueden transformar estas tensiones en oportunidades para el crecimiento. Al final, la clave está en mantener un equilibrio saludable entre la familia y el negocio, donde ambos puedan prosperar juntos.







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