En busca del talento
Carmen Juncos [email protected] | Lunes 16 marzo, 2015
ENTREVISTA
En busca del talento
La economista y escritora Ligia Olvera habló con MAGAZINE sobre la aptitud y la discriminación de géner
Las grandes empresas en varios países del mundo desarrollado, con visión de futuro trabajan ya en la consecución de talento humano para sus negocios, porque consideran que, conforme pase el tiempo, ese talento, al menos el de alta calidad, será cada vez más escaso.
Eso al menos es lo que afirma Ligia Olvera, economista que creció en México, de madre costarricense y que por medio de una empresa consultora que instaló aquí (hoy ya no existe) fue dándose cuenta de que todo en la actualidad era muy técnico, muy numérico.
Olvera comenzó a trabajar entonces a partir de su teoría sobre el factor humano, el que tiene que ver con asuntos emocionales, familiares, etc.
Aunque las empresas son en su mayoría lideradas por hombres, fueron las mujeres las que comenzaron a llegar a su consultora y ahí, en un ambiente de confianza, relataban el tipo de problemas que tenían en sus lugares de trabajo y que no les permitían desarrollarse aplicando todo su potencial.
“Algo que desde luego no hablaban en sus centros de labores por miedo a perder el empleo”, dice Olvera. Pero ante ella se abría un rico panorama que le indicaba cómo debía trabajar con esas mujeres para que lograran dar el salto que necesitaban.
Experiencia tras experiencia la teoría de esta economista, que trabajaba ya con el auxilio de otros especialistas, se iba confirmando.
Así, concluyó que en el marco de acción de las empresas que en el mundo buscaban ya retener talento humano de alta calidad, las mujeres jugarían un papel de gran importancia.
La diversidad de tareas que estas han tenido que desempeñar históricamente ha desarrollado en sus cerebros áreas no muy estudiadas pero que les permiten analizar con acierto y tomar buenas decisiones. Si se los permiten.
Olvera luego de graduarse como economista y después obtener una maestría en el Incae, se casó y se fue a vivir a Boston. Estudió una especialidad en negocios en Harvard.
Hoy ella se emplea a fondo en difundir y trabajar sobre su teoría del factor humano. Hace consultorías y talleres.
En esa línea es que escribió y publicó un libro (en inglés y español) en edición de lujo y más que todo a base de ilustraciones, que permite a mujeres sin demasiada formación animarse a hablar sobre sus problemas, situaciones de maltrato y muchos otros temas que las llevan al fin a descubrir el potencial que ellas mismas tienen aunque no lo hayan descubierto.
Bajo el título Alas Atrapasueños, el libro, que es en realidad un facilitador para el trabajo que propone Olvera, se vende actualmente en librerías Internacional y Lehmann, en Pastelería y Chocolatería Giacomin, entre otras.
Del producto de las ventas de este tomo (¢14.400), se harán donaciones a gente de instituciones que trabajan con niños, adolescentes y adultos, y que no podrían adquirirlos.
“La diversidad (mujeres y hombres) es importante para resolver asuntos complejos”, explica Olvera. Pero la incorporación de muchas mujeres talentosas no se produce en muchos casos porque es objeto de maltrato familiar, de discriminación laboral u otro tipo de agresiones.
Carmen Juncos
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