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FORO DE LECTORES


Enfoques económicos e ideológicos; libre propiedad versus imposición de pensamiento

Juan Diego Sánchez Sánchez [email protected] | Viernes 16 abril, 2021

Juan Diego Sánchez

Dr. Juan Diego Sánchez Sánchez, Ph.D

Asesor empresarial, abogado, profesor e investigador

La discusión entre los enfoques, o bien, denominadas corrientes ideológicas de la izquierda y la derecha, suele basarse en un enfoque social y económico únicamente, incurriendo muchas veces en un sesgo heurístico o incluso de validación, donde en ocasiones, se trata de defender una u otra corriente, todo en aras de tratar de sostener una determinada ideología o creencia propia, más sin embargo, la discusión del carácter técnico y científico de ambas líneas económicas, no parece ser el centro de atención.

Primeramente, es de interés señalar que ambas corrientes tienen su origen en aspectos enteramente ligados a la libertad sobre la propiedad privada y el enfoque estatal, así como un tema ligado a la ideología del pensamiento y la libertad de opinión, es decir, las líneas económicas en cuestión, al menos en su concepción científica, establecen aspectos beneficiosos y perjudiciales en cada una de ellas, en especial, si estas son llevadas al extremo, y si son basadas en elementos más ideológicos que técnicos.

Con base en lo anterior, proceden a definirse las bases sobre las cuales estas áreas del pensamiento económico son precisadas. A efectos de poder señalar claramente la diferencia entre una y la otra, debe establecerse una especie de matriz con dos ejes, donde el primero, siendo el horizontal, establecería un ligamen hacia la valoración de la propiedad privada y la capacidad, más o menos de lograr ser gestionada de forma individual y privada.

Se señala en este punto, que bajo este eje, a medida que la línea de acción se enfoque más hacia la derecha, la propiedad privada pasa a ser más en extremo acumulable en manos privadas, y los recursos productivos (tierra, capital, trabajo, información y tecnología), pueden pasar a estar en manos privadas únicamente. Mientras que si este eje es aplicado más hacia la izquierda, la propiedad privada y los factores productivos, pasarían a ser únicamente potestad del Estado, es decir la libre propiedad en este extremo desaparece.

Puede observarse que al analizar las corrientes en cuestión bajo un único eje, y desde sus extremos, sin duda son bastante poco pragmáticas y funcionales, incluso, pueden definirse como lesivas, esto pues en una derecha extrema, el Estado no tiene administración alguna sobre los recursos productivos, no pudiendo regular, al menos, lo mínimo, mientras que en la izquierda extrema, la propiedad privada desaparece, siendo el Estado el único ente facultado para su tenencia.

Al analizar la izquierda y la derecha desde la óptica anterior únicamente, suele perderse perspectiva de los alcances reales de ambas teorías, esto pues, en adición a la unidimensionalidad de un análisis dado únicamente en términos de la propiedad privada, como factor definidor de la corriente económica e ideológica de preferencia, debe sumarse la incorporación de un segundo eje, entiéndase el vertical, en el cual se incorpora el elemento de la libertad de pensamiento, donde a medida que este sube, se observa una mayor imposición ideológica, mientras que al ser este precisado en regiones más abajo, se señala una libertad mayor de pensamiento.

En relación al eje vertical señalado, puede precisarse que al acercarse más al extremo superior, la imposición ideológica y de creencias, suele ser más fuerte, con líneas de pensamiento muy marcadas y casi obligadas, con una libertad de palabra prácticamente nula. Por otra parte, al darse posiciones más enfocadas en la parte baja del eje vertical, pueden señalarse enfoques hacia una libertad casi absoluta, donde la autonomía de creencias, ideologías y expresión, es el factor común.

Nuevamente, resalta el tema de los extremos, y los posibles hechos dañosos que podría conllevar consigo, esto pues, en una parte alta extrema, la libertad individual sobre en qué y hacia que creer desaparece, lo cual en si mismo elimina el elemento del libre albedrío de la persona. Mientras que en su opuesto del extremo inferior, no existe regulación alguna a las expresiones de las personas, lo que implicaría que no habrían represalias en temas como difamaciones o calumnias.

Con ambos ejes concretados, defínanse como el horizontal, ligado hacia la propiedad estatal en el extremo izquierdo y la propiedad privada extrema en lado derecho, y el vertical, como el eje ideológico, con una imposición de pensamiento en su parte alta, y una libertad de creencias y opinión en su región inferior, se crea una especie de matriz con cuatro áreas o cuadrantes de interés, siendo estos a el estatismo (izquierda y arriba), socialismo (izquierda y abajo), conservadurismo (derecha y arriba), y liberalismo (derecha y abajo).

Puede así observarse que la línea económica y de pensamiento es bastante variada en cada uno de ellos, donde la interacción entre la forma en que la propiedad privada se gestiona, así como la libertad ideológica entran en juego, y vale la pena realizar un análisis de estas áreas de pensamiento.

En relación a los cuadrantes de la región izquierda de la matriz, y empezando con el estatismo (izquierda superior), se señala que es el Estado el único ente gestor de la propiedad privada, donde las personas pierden esta facultad, con un ligamen fuerte a una imposición de pensamiento estatista, perdiendo la persona la libertad de expresión o del libre pensamiento. Por otra parte, siempre en la región izquierda de la matriz, pero en su parte inferior, se crea el cuadrante del socialismo, área que detalla una acumulación de propiedad únicamente en manos estatales, donde el individuo pierde la oportunidad de la acumulación de riqueza, pues es el Estado como ente máximo, quien rige y regula la propiedad como tal, contándose a la vez con una libertad de pensamiento, más sin embargo esta capacidad de ejercer el razonamiento individual, así como la expresión propia de ideas, parece estar ligado a un poder estatal.

En la otra parte de la matriz, entiéndase en la región derecha, se detallan dos cuadrantes de pensamiento. En primer lugar, ubicado a la derecha y arriba, el conservadurismo, con una imposición muy fuerte de creencias, y sin mayor lugar a la libre expresión de ideas, pero ligado a su vez a una acumulación marcada de la propiedad privada, donde el Estado pierde preponderancia en su manejo y se limita al mínimo. En la misma región derecha, pero el área inferior, se precisa el liberalismo, cuadrante en donde la propiedad privada rige la gestión económica, donde la libre expresión, así como la libertad de conciencia, parecen ser la máxima que rige el comportamiento humano, siendo el Estado en este caso, un ente reducido a su mínimo, sin contar con la facultad de imponer creencias ni acumular riqueza y propiedad privada.

De igual forma, puede señalarse que cada área analizada tiene sus extremos, los cuales, tal y se señala antes, son lesivos para la sociedad en general, esto pues ni la acumulación excesiva en manos privadas únicamente de la propiedad, ni la existencia única del Estado como ente rector máximo de la propiedad privada, parecen ser beneficiosos para un determinado país. Con más razón aún, los extremos en el eje vertical, implicarían la pérdida del pensamiento libre y propio, o una completa anarquía de las expresiones.

El análisis antes precisado no señala que algún cuadrante sea bueno o malo, sino más bien se enfoca en un estudio pragmático, en el cual se detallan las bases ideológicas y económicas de cada región específica de la matriz en cuestión, tema que debería ser analizado previamente, a efectos de autodefinir lo que se considera como una determinada línea de pensamiento, o bien, con más relevancia aún, la escogencia de una determinada tendencia política, social o ideológica






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