Engaño económico
Jonathan Prendas [email protected] | Lunes 06 septiembre, 2021
Jonathan Prendas
Diputado Nueva República
Experto en maquillajes y en trabajar en las sombras, el gobierno infla el pecho de orgullo para anunciar una y otra vez que su déficit primario es positivo, es decir, que los gastos son menores que los ingresos, sin tomar en cuenta el pago de intereses.
Pero hay truco en sus cifras, que exhibe sin pudor con la clara intención de engañar a las calificadoras internacionales de riesgo, muy pendientes del desastroso manejo económico del Ejecutivo, y para ilusionar a los costarricenses con información poco veraz. Claro, este es año preelectoral.
La verdad es que, para lograr ese objetivo, ha dejado de realizar una serie de pagos para que sus balances salgan positivos, para decir que tiene más dinero a su favor. Por ejemplo, le adeuda ₡865 millones a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), a pesar de que esos recursos están aprobados desde finales del año pasado.
Esto es exactamente igual a cuando escuchamos a alguien hablar de que tiene dinero en sus cuentas bancarias, y omite mencionar que debe tres cuotas del pago de la casa o tres meses de alquiler. Tiene esa plata, pero no es un ahorro ni un signo de liquidez, porque la debe y no la puede usar para otros fines.
La falta de transparencia del gobierno afecta la imagen internacional de Costa Rica y a la larga también compromete las finanzas públicas, porque crea falsas expectativas, muestra números que no son verdaderos y que en consecuencia no sirven para efectuar proyecciones adecuadas ni planes futuros reales.
La estrategia del gobierno tiene también otros propósitos. Si logra hacerle creer a los costarricenses que el país está mejorando sus cifras económicas, entonces va a tener menos resistencia y oposición para continuar con su política de aumentar el gasto.
El Ministerio de Hacienda anunció que va a eximir parcialmente al Ministerio de Educación Pública (MEP), al Instituto Nacional del Aprendizaje (INA) y al Consejo Nacional de Producción (CNP) de la aplicación de la regla fiscal. El martes, en Limón, el presidente Alvarado dijo que lo mismo debería hacer Japdeva.
La cláusula de escape a la regla fiscal le permitirá al gobierno aumentar el gasto corriente en esas instituciones, a razón de ₡20 mil millones para el INA, ₡41 mil millones para el MEP y ₡42 mil millones al CNP. Con esa costumbre de abrirle la llave al gasto, resulta contradictorio que el gobierno se aponga a rebajar el marchamo, argumentando que el Fondo Monetario Internacional lo vería como una señal de que Costa Rica no requiere un ajuste.
Esta es la verdad detrás de las mentiras, y Nueva República no se va a quedar callada. Seguiremos denunciando las maniobras del Ejecutivo porque para planificar la rehabilitación de la economía tenemos que hablar con claridad, honestidad, transparencia y datos certeros.
Lanzar las campanas al viento en estos momentos es irresponsable; los espejismos más bien pueden crear mayor estrujamiento del sector privado, acelerar la pérdida de la confianza, la certidumbre y la competitividad, restar independencia en el manejo de la política monetaria y ocasionar más desempleo, mayor pobreza.
Que nadie nos engañe con espejitos.