Es hora de bajar la Tasa de Política Monetaria
Daniel Suchar Zomer [email protected] | Miércoles 10 mayo, 2023
Daniel Suchar Zomer, PhD
Analista Financiero. Profesor Universitario.
Email: [email protected]
La Tasa de Política Monetaria (TPM) es un instrumento utilizado por los bancos centrales para regular la cantidad de dinero en circulación y, por ende, la inflación. En el caso de Costa Rica, la TPM se encuentra actualmente en un 7,5%, lo que representa una de las tasas más altas en la región centroamericana e incluso, de Latinoamérica.
Sin embargo, la inflación en el país se encuentra actualmente en un 2,44% (Lectura de Abril 2023), lo que sugiere que la TPM podría disminuir sin que se genere un incremento significativo en este indicador de precios.
Por otro lado, el sistema financiero en Costa Rica ha experimentado un aumento en las tasas de interés, lo que ha llevado a un aumento en el costo del financiamiento y ha desacelerado la reactivación económica. Esto se evidencia en el Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE) en el caso de la velocidad de crecimiento del Régimen Definitivo (No cuenta Zonas Francas), cuyo valor apenas alcanza 1,7%. Esta situación ha afectado particularmente a las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) y a los consumidores, quienes han visto disminuir su capacidad de consumo y de inversión.
En este contexto, se hace necesario (URGENTE suena mejor) que el Banco Central de Costa Rica (BCCR) revise a la baja la TPM en una sesión extraordinaria, con el objetivo de reducir las tasas de interés del sistema financiero. De esta forma, se facilitaría el acceso al crédito y se reduciría el costo del financiamiento para las empresas y los consumidores a mediano plazo. Esto a su vez, contribuiría a dinamizar la economía del país y a generar empleo, el cual, si bien viene bajando (situándose en 10,6%) aun sigue en doble digito, significando una pésima “carta de presentación” para el país.
Es importante mencionar que una reducción en la TPM no necesariamente implica una disminución en la tasa de inflación. En este sentido, es fundamental que el BCCR realice una evaluación rigurosa de las condiciones económicas del país y de los posibles impactos de una reducción en la TPM, para asegurar que la inflación se mantenga bajo control. Aquí entra también las estrategias monetarias como el ajuste en el encaje mínimo legal o bien, realizar canjes de deuda cara por financiamiento baratos, más que todo, externos (Eurobonos).
En este sentido, es importante destacar que una disminución en la TPM puede tener impactos positivos en la economía a corto y largo plazo. En el corto plazo, la reducción de la tasa de interés reduciría el costo del financiamiento de todo el Sistema Financiero Nacional, lo que a su vez puede aumentar la inversión y el consumo.
Además, una disminución en la TPM puede fortalecer la confianza de los inversionistas en la economía del país, lo que podría atraer más inversión extranjera y generar un mayor crecimiento económico de forma doméstica y no estar dependiendo de “eventos externos” para crecer (Exportaciones / Turismo / Zonas Francas).
A largo plazo, una reducción en la TPM puede tener impactos positivos en la estabilidad financiera y en la competitividad del país. Al reducir el costo del financiamiento, se incrementa la inversión y el crecimiento económico, lo que aumenta la capacidad de las empresas para competir en los mercados internacionales.
Y por otro lado, cuando el Banco Central de Costa Rica (BCCR) baja la Tasa de Política Monetaria (TPM), también impacta en el Tipo de Cambio en el país (Aprox ₡550/US$ con una apreciación de +20% en los últimos 6 meses).
Una baja en las Tasas de Interés del del sistema financiero disminuye el atractivo en colocaciones en moneda local, lo que conlleva a evitar Capitales No Productivos (Golondrinas) sigan llegando al país, distorsionando el valor entre las monedas Dólar y Colon costarricense.
Esto, a su vez, conduce inevitablemente que los productos costarricenses sean más atractivos para los consumidores internacionales y, por lo tanto, puede incentivar las exportaciones y la actividad económica en el país con los encadenamientos ya conocidos más que todo, en zonas rurales y turísticas de Costa Rica.
En conclusión, la situación económica en Costa Rica requiere una revisión de la TPM urgentemente, para reducir las tasas de interés del sistema financiero y, de esta forma, facilitar el acceso al crédito y reducir el costo del financiamiento.
Una reducción en la TPM tendrá impactos positivos en la economía del país a corto y largo plazo, y contribuir a generar un mayor crecimiento económico y a fortalecer la competitividad. Por lo tanto, ya es hora de perder el tiempo y bajar la TPM por el bien de Costa Rica.