Fitch y Moody’s ponen en jaque estabilidad económica
Tatiana Gutiérrez Wa-Chong [email protected] | Miércoles 22 febrero, 2017
La baja en la calificación de riesgo de Fitch Ratings y Moody’s al país en los últimos dos meses, puso en jaque la estabilidad económica para 2017.
Esto se traduciría en un menor crecimiento, un alza en las tasas de interés y un peligro para la atracción de inversión extranjera directa, afectando también la generación de empleos.
Las empresas calificadoras tomaron la decisión de bajar el nivel de la deuda costarricense, argumentando como principal factor de riesgo el alto nivel del déficit fiscal.
Lo peor del caso es que tanto economistas como partidos políticos y calificadoras de riesgo no ven viable la aprobación de una posible reforma fiscal, que incluya nuevos impuestos a través del IVA y la renta.
Fitch Ratings anunció que degradó la calificación de riesgo de Costa Rica, de BB+ hasta BB y Moody’s pasó la nota del país de Ba1 a Ba2 con perspectiva negativa, lo cual significa que los bonos de Costa Rica en el extranjero son catalogados como especulativos.
Sin embargo, las bajas calificaciones no afectaron la colocación de los bonos de deuda externa nacionales en el corto plazo; al contrario, el mercado se mantuvo positivo, aseguró Melvin Garita, economista independiente.
Entre los factores que están provocando este comportamiento, se incluyen los hechos de que los bonos exhiben altos rendimientos que los hacen atractivos a pesar del nivel de riesgo del país y, lo otro, está relacionado con la demanda de inversionistas locales, que podrían estar subestimando el riesgo emisor nacional.
La baja en la calificación de riesgo implica mayores costos de financiamiento en el exterior para los residentes, sean bancos, empresas y Gobierno, aseguró José Luis Arce, economista de Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa).
Además, este tipo de noticias anticipan un alza en las tasas de interés en las próximas semanas.
Esto se da porque aunque el déficit fiscal de 2016 fue menor al esperado, el Gobierno tuvo que recurrir, como lo hará este año al mercado interno para financiar el exceso de gastos sobre sus ingresos, compitiendo así por recursos financieros que necesitan las empresas y los hogares; eso crea una presión sobre los intereses, aseguró Greivin Salazar, economista.
Desde el punto de vista político, la negociación está estancada.
Fernando Rodríguez, viceministro de Ingresos de Hacienda, confirmó que los diputados del Partido Liberación Nacional no apoyarán una reforma fiscal hasta que se escoja en abril al aspirante presidencial para las elecciones de 2018.
El PAC está de acuerdo, pero el Frente Amplio está analizando la propuesta dada por el Gobierno sobre el IVA y la renta; mientras que el PUSC y el Movimiento Libertario siguen oponiéndose.
El Ministerio de Hacienda realizó esta semana nuevas proyecciones sobre qué pasaría de no hacerse cambios y anticipa un déficit fiscal que superaría el 7% en 2020 y que la deuda podría representar el 60% del Producto Interno Bruto.
¿Se visualiza alguna salida?
La principal sugerencia de los economistas es que el Gobierno controle el gasto público y así los nuevos impuestos que pretende tengan mayor viabilidad.
Melvin Garita
Economista
Independiente
La mayoría de las soluciones pasa por resolver las distorsiones del empleo público; mientras esto no se apruebe, no vale la pena buscar más ingresos.
Luis Diego Herrera
Economista
Grupo Financiero Acobo
El estado deficitario de las finanzas del Estado afecta negativamente las tasas de interés; el saldo de deuda; la inversión pública y la estabilidad macroeconómica, por lo que, de no corregirse a tiempo los indicadores van a seguir empeorando.
José Luis Arce
Economista
Cefsa
La principal razón de la posposición del ajuste fiscal es un tema político.
El Gobierno, por razones que desconocemos, rehúye realizar el ajuste, mientras la oposición teme hablar de impuestos en campaña.
El sistema político tomado por intereses particulares que impiden los acuerdos para contener el gasto.
Costa Rica: calificaciones de deuda soberana
La baja en las calificaciones de riesgo afectan negativamente las tasas de interés; el saldo de deuda; la inversión pública y la estabilidad macroeconómica.