Gente común se vuelve especial
Carmen Juncos [email protected] | Miércoles 28 agosto, 2013
LITERATURA
Gente común se vuelve especial
El escritor nicaragüense Sergio Ramírez conversó con Magazine sobre su más reciente libro y sobre otras cosas
Personajes con los que nos habríamos podido encontrar en la vida y hubiéramos mirado quizás sin curiosidad, se tornan grandes protagonistas de atrayentes historias. Pero además llegan a los lectores por medio del estilo inconfundible, lleno de vivos matices, de ese maestro del cuento que es el escritor nicaragüense Sergio Ramírez.
Su más reciente libro de cuentos publicado por Alfaguara bajo el título “Flores oscuras”, se lee de un solo tirón, pudiendo convertirse en una fiesta de letras de un fin de semana.
Un juez a punto de corromperse que habla con su conciencia como si esta fuera una dama que le acompaña a tomar un trago, los patéticos personajes de un circo en total decadencia, la suerte de un exguerrillero, entre otros, luchan en cada cuento sacudidos por la vida, las circunstancias, sus anhelos desencantos y frustraciones.
“El cuento surge cuando aparece algo inusual y escribí el primero, a los 18 años, cuando vi cómo estudiantes que abandonaban sus estudios porque ya sus familias no podían seguir manteniéndolos en la universidad, vendían sus libros y su anillo de graduación con tristeza para obtener algún dinero”, dice Ramírez.
El escritor, que en otra época vivió varios años en Costa Rica y que acaba de hacer una gira por Latinoamérica, afirma que hay una gran degradación de todo. Pero no solo en esta zona del mundo, sino en general.
“La democracia es como una fábrica que puede producir cosas buenas, regulares o malas, y hoy estamos ante una banalización de muchas cosas, entre ellas la política. Hay ahora un afán de enriquecimiento”, continúa.
Ramírez señala cómo lo que vivimos es una crisis política, social, de valores, de moral, de ética y económica.
Pero piensa que países como Costa Rica con una larga tradición institucional pueden recuperarse de todo esto si la sociedad se lo propone.
Carmen Juncos
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