Japón: la cooperación secreta
Javier Adelfang [email protected] | Jueves 13 octubre, 2016
Durante los últimos 30 años el país del sol naciente ha cooperado de manera silenciosa con Costa Rica a través de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), una de las agencias más grandes del mundo.
JICA ha desarrollado cientos de proyectos a través de técnicos especializados que llegaron al país con el propósito de llevar adelante dichos planes en tres grandes áreas: medio ambiente, desarrollo industrial y capacidades sociales.
El énfasis está puesto en lo que se denomina la cocreación, es decir compartir el proceso de la cooperación en todos sus aspectos, desde la transferencia tecnológica hasta el de la convivencia entre los voluntarios y los funcionarios costarricenses.
De esta manera, los vínculos se tornan sólidos y se afianza el trabajo en el largo plazo, al fin y al cabo la actividad no solo implica un aprendizaje para los costarricenses, sino también para los voluntarios japoneses.
Desde que se firmaron los acuerdos de cooperación en 1974, más de 600 técnicos voluntarios han pasado por nuestro país y unos 2 mil costarricenses viajaron becados a Japón a capacitarse, quienes hoy transmiten lo que han aprendido.
Cada técnico tiene un costo anual de entre $18 mil y $36 mil, y lo único que se le solicita a Costa Rica es que se haga cargo del alojamiento y la alimentación, aunque en la mayoría de los casos, JICA está financiando el 50% de estos gastos.
Dos veces al año JICA realiza una convocatoria a través de todas las sucursales en Japón con el fin de conseguir los voluntarios necesarios según las solicitudes de cada país.
“Algunos son profesionales sénior, con experiencia en los sectores privado y público, y otros son recién graduados cuya primera experiencia laboral es en Costa Rica”, dijo Ryozo Hanya, representante de JICA en Costa Rica.
El acuerdo más importante en la actualidad es el proyecto geotérmico Las Pailas II en Guanacaste, donde JICA presta financiamiento y asistencia técnica al ICE.
La planta permitirá la generación de 55 megavatios, equivalente al consumo de 130 mil hogares, según el ICE.
Sin embargo, la cooperación no es solo en materia energética e industrial, sino que abarca temas de medio ambiente y sociales.
El caso más interesante, y tal vez el menos conocido, fue la introducción de la agricultura orgánica en 1988 por un voluntario japonés en la zona de Zarcero y que luego se transmitió a todo el país.
La agencia busca responder a las necesidades en distintas áreas de acuerdo a la solicitud de entidades, tanto estatales como no gubernamentales y es a través de Mideplan que esta se canaliza.
Es decir que JICA no ofrece su apoyo de manera unilateral, sino que debe ser solicitado por los organismos al Ministerio de Planificación.
De esta manera las entidades que tengan en mente un proyecto pueden ponerse en contacto para solicitar asistencia técnica.
El proceso no es inmediato y no siempre se cuenta con una respuesta satisfactoria, por eso es importante que quien realice la solicitud tenga claro su proyecto y que pueda ofrecer los elementos necesarios de trabajo para recibir al voluntario.
PAILAS II
En 2018 Guanacaste contará con Las Pailas II, una central de energía geotérmica que permitirá reforzar el suministro proveniente de recursos renovables.
En 2014 se firmó el convenio en el que Japón prestó a Costa Rica unos $160 millones con una tasa de interés anual del 0,6% para financiar el proyecto.
“Ambos países son volcánicos, entonces se ha tratado de compartir la tecnología y el conocimiento en el área previamente desarrollada en Japón, además de promover las energías limpias”, afirmó Ryozo Hanya, representante de JICA en Costa Rica.
ÁREAS DE COOPERACIÓN
La cooperación japonesa se concentra en tres grandes áreas: medio ambiente, desarrollo industrial y capacidades sociales. En temas de medio ambiente, el trabajo se enfoca en el objetivo de alcanzar la carbono neutralidad en 2021.
En lo industrial, JICA apunta a fortalecer las pymes a través de voluntarios y programas de capacitación con el fin de mejorar la productividad de las industrias locales.
Entre las capacidades sociales, un buen ejemplo es la ley de autonomía para personas con discapacidad aprobada recientemente, la cual surgió de la cooperación en Pérez Zeledón con la Casa de la Independencia.
¿QUIÉNES PUEDEN SOLICITAR LA COOPERACIÓN?
Cooperación para proyectos
Beneficiarios
Gobierno Central
La solicitud se presenta en Mideplan
Solicitud de voluntarios
Beneficiarios
Gobierno Central, Gobierno Local y ONG’s
Convocatoria abierta a través de Mideplan
Cursos en Japón
Beneficiarios
Funcionarios del Gobierno Central y Local, funcionarios de ONG’s o empresas privadas.
Convocatoria abierta a través de la página de becas del Ministerio de Relaciones Exteriores (www.rree.go.cr)
Entrevista a Ryozo Hanya, representante de JICA en Costa Rica
“Queremos hacer una cooperación con un sistema de trenes ”
¿Cómo es la relación de JICA con Costa Rica?
Costa Rica y Japón son países muy similares porque no tienen recursos minerales como petróleo; nuestro principal recurso es el humano. Por eso, la convicción principal de nuestra cooperación es desarrollar las capacidades de esos recursos humanos.
Se trata de compartir la filosofía, valores, cultura y tiempo. Compartir el trabajo, llorar y reír juntos. Contribuir a nivel bilateral es nuestro objetivo final.
¿Cómo ha sido la convivencia con los distintos gobiernos?, ya que cuando cambia un gobierno cambia la política…
Nuestro trabajo se hace con base en solicitudes de los gobiernos. Si no nos piden apoyo, no lo ofrecemos unilateralmente. Entonces, a pesar de que haya cambios de gobierno, si continúa la solicitud, nosotros la apoyamos.
Por otro lado, Costa Rica es el único país de la región que ha mantenido históricamente los mismos lineamientos y la democracia, y es algo que nosotros respetamos mucho.
Costa Rica tiene un problema muy grande de transporte…
Nosotros queremos apoyar, pero no hemos recibido ninguna solicitud oficial. Como Gobierno de Japón queremos hacer una cooperación con un sistema de trenes y otros medios de transporte.
Además, tenemos mucha experiencia en Latinoamérica. En Panamá estamos trabajando en la construcción de un monorriel, cuyo nacimiento se funda en una solicitud a Japón a través de JICA de parte del Gobierno panameño.
También hemos colaborado en Colombia con los buses de tránsito rápido con carriles exclusivos. Ellos tenían en Bogotá un problema similar al que existe hoy en San José, con muchos buses que ingresan a la ciudad generando caos.
¿Qué diferencia a la cooperación japonesa de la de otros países?
Priorizamos la filosofía de cocreación. Para nosotros la cooperación no es solo transferir tecnología a países en desarrollo, sino desarrollar juntos para crear un nuevo modelo social en el mundo.
Además, nuestra cooperación se mantiene en el tiempo y también su volumen. Es algo muy relacionado a la filosofía japonesa, donde no hay cambios drásticos en la política.
¿Cómo se enfoca el fomento de desarrollo industrial?
Desde los años 80 estamos enfocados en el aumento de la productividad, a través de la filosofía Kaizen de mejora continua, el llamado método de las cinco “S” (NE: se trata de un método japonés de gestión de calidad), donde las claves residen en el orden, la limpieza y la disciplina, entre otros factores.
Además, varios de los becarios que han viajado a Japón han aprendido de la filosofía OVOP (NE: un pueblo, un producto por sus siglas en inglés).
Los becarios aprendieron esta filosofía, crearon el año pasado por pura iniciativa un comité nacional y comités locales, y se firmaron acuerdos. Esto tiene mucho impacto.
¿Cómo es la experiencia en el ámbito social?
En agosto se aprobó la ley de autonomía para personas con discapacidad. Esto es una contraparte de nuestra cooperación en Pérez Zeledón con la Casa de la Independencia, la cual apoya a las personas con discapacidad a independizarse.
Esta ley es casi una copia de la vigente en Japón. El objetivo de este proyecto es como el eslogan de Naciones Unidas “Nadie queda atrás”, que es la base para el desarrollo inclusivo, para construir una nueva sociedad.