Julio César Espinosa: ¿Por qué un sistema tributario progresivo?

¿Por qué un sistema tributario progresivo?
Parte I

Un sistema tributario progresivo es aquel en el cual los que poseen mayores ingresos pagan una mayor proporción de sus ingresos en impuestos. Esto significa que en los estratos más bajos de ingreso, el impuesto es bajo o no existe, y conforme la familia puede hacer frente a sus necesidades básicas y poseen un mayor ingreso disponible, las tasas impositivas se elevan. Esto en resumen significa que la tasa promedio de impuestos es más alta conforme el ingreso crece.
Si partimos de lo anterior, que el sistemas tributario debe ser progresivo, estamos reconociendo que el sistema tributario no solamente debe ser el medio por el cual se recaudan recursos para financiar las actividades del Estado, sino también como un mecanismo de distribución de la riqueza, entre otros aspectos.
Surge inmediatamente una pregunta, ¿cuáles impuestos son progresivos y cuáles son regresivos? En principio, un impuesto progresivo es aquel que conforme se gana más, el tributo es más alto, y regresivo cuando sucede lo contrario. Son considerados como los mejores impuesto progresivos el impuesto sobre las rentas y las ganancias; clásicamente regresivo, los impuestos al consumo como al valor agregado (IVA) o sobre las ventas.
Es claro ver la progresividad de un impuesto sobre los ingresos, pero veamos como se aplica el concepto de regresividad a un impuesto como el IVA. Supongamos tres personas, una con un salario mensual de ¢200 mil, otra que gana ¢1 millón y finalmente otra que gana ¢4 millones. Los tres van a comprar un televisor, pero cada uno comprará un televisor más caro conforme posee mayores ingresos. El primero comprará un televisor de ¢200 mil, el segundo uno de ¢350 mil y el último uno de ¢850 mil; suponiendo que el IVA es un 13%, esto implica que como proporción al salario anual, el primero paga un 1,08%, el segundo un 0,38% y el último 0,23%, lo cual demuestra lo regresivo de este impuesto. Esta situación se acentúa con la compra de artículos de mayor valor, por ejemplo un automóvil.

Economista
Investigador del Programa de Estudios Fiscales, UNA