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La Estación Espacial Internacional cumple 25 años en órbita: la historia en números del objeto más caro jamás construido

Richard Hollingham - BBC Future | Sábado 27 diciembre, 2025


El Océano Pacífico visto desde la ISS en órbita.
Don Pettit/ Nasa
El Océano Pacífico visto desde la ISS en órbita.

La Estación Espacial Internacional (EEI), que orbita a unos 400 kilómetros sobre la Tierra, es uno de los proyectos de ingeniería más ambiciosos de la humanidad.

Desde la primera misión Expedición 1, más de 280 astronautas y cosmonautas han visitado la estación, que ha estado ocupada de forma ininterrumpida durante 25 años.

Si naciste después del 2 de noviembre de 2000, durante toda tu vida siempre ha habido alguien viviendo en el espacio.

La EEI es una muestra de lo que puede lograrse mediante la cooperación internacional y una prueba de que, cuando los seres humanos trabajan juntos, son capaces de alcanzar los objetivos que se proponen.

Sin embargo, el camino no ha sido fácil.

Desde su sistema de suministro eléctrico hasta su superficie habitable, hacemos un repaso en 25 cifras a 25 años de la EEI.

27: Los años que tiene el módulo más viejo de la EEI

El primer módulo de la EEI, Zarya, fue lanzado en un cohete Proton desde el cosmódromo Bakinonur en Kazajistán, en una mañana de noviembre de 1998.

Para los que vimos ese lanzamiento, las cosas no pintaban bien.

En aquel momento, la mayoría de los artículos que se publicaban sobre la EEI estaban lejos de ser positivos.

El proyecto -una mezcla entre un programa de estación espacial de EE.UU. de los 80 llamado "Freedom" y el sucesor de la estación espacial rusa Mir- había estado marcado por retrasos y sobrecostos.

Había políticos que pedían que se abandonara el proyecto completamente.

3: Los miembros de la Expedition 1

Cuando llegaron los tres primeros miembros de la tripulación de la estación, solo había tres pequeños módulos ensamblados entre sí.
NASA

Cuando Bill Shepher, Sergei Krikalec y Yuri Gidzenko encendieron las luces en noviembre de 2000, la EEI solo estaba formada por tres módulos ensamblados entre sí: Zarya, Zvezda y Unity.

Estos tres módulos aún hoy son el corazón de la EEI, porque son los responsables de proveer energía, oxígeno y las conexiones a los otros módulos que se han unido después.

Más allá de sus alojamientos apretados, los astronautas pasaron cinco meses en la incipiente estación, llevaron a cabo 22 investigaciones científicas, siete caminatas espaciales y le dieron la bienvenida a dos tripulaciones espaciales que visitaron la estación.

Actualmente, por lo general hay siete astronautas en la EEI al mismo tiempo.

42: Los vuelos de ensamble

Dependiendo de cómo se contabilicen, la Estación Espacial Internacional cuenta hoy con entre 16 y 20 módulos presurizados, ocho grandes paneles solares y muchos más componentes interconectados.

Para decirlo de forma sencilla, fue necesario ensamblarla en el espacio.

Afortunadamente, Estados Unidos disponía del transbordador espacial, que no solo transportó varias secciones de la EEI, sino que, gracias a su brazo robótico, también ayudó a colocarlas en su posición final.

Dado que las distintas partes de la estación fueron construidas en Rusia, América del Norte, Europa y Japón, todas debían encajar entre sí con la mayor precisión posible y con el menor margen para el error.

388: el volumen habitable (en metros cúbicos)

Astronauta en el espacio, sobre la Tierra.
NASA
Si naciste después del 2 de noviembre de 2000, entonces has crecido en un mundo donde siempre ha habido alguien viviendo en el espacio.

El volumen habitable disponible para los astronautas equivale al de una casa de seis habitaciones, o 388 metros cúbicos, si eres de la vieja escuela.

Pero en condiciones de microgravedad todo el espacio puede aprovecharse: el suelo, las paredes y el techo están al alcance.

En la práctica, esto significa que casi todas las superficies interiores de la Estación Espacial Internacional están cubiertas de equipamiento, áreas de almacenamiento y experimentos científicos.

Para evitar la desorientación de los astronautas -y para que la estación coincida con los entornos de entrenamiento en la Tierra-, la EEI está diseñada con pisos y techos claramente definidos.

Aun así, las tripulaciones son conocidas por reorganizar el interior, y hay días en los que, literalmente, todo parece estar al revés.

2: horas de ejercicio por día

Si las misiones de larga duración nos han enseñado algo es que el espacio es malo para nosotros.

La exposición prolongada a la falta de gravedad conduce a pérdida de masa muscular, densidad ósea y deterioro de la visión.

Entonces, para que no regresen a la Tierra con serios problemas de salud, los astronautas deben ejercitarse dos horas al día.

El gimnasio de la estación cuenta con una caminadora, una bicicleta estática y máquinas de resistencia. Los astronautas son lo suficientemente motivados, competitivos y disciplinados como para tomarse el ejercicio muy en serio.

En 2016, el astronauta británico Tim Peake estableció un nuevo récord al correr una maratón en el espacio, completando los 42 kilómetros en tres horas y 35 minutos.

98: Porcentaje de aliento, sudor y orina reciclado

La orina de hoy, es el café de mañana. O así es como funciona en el espacio.

El sistema de reciclaje y recuperación de la EEI es una maravilla de la ingeniería que logra recuperar toda el agua que los astronautas expulsan.

La tecnología logra extraer el vapor del agua y sudor de los astronautas del aire, la orina de los baños y lo transforma en agua potable.

Además de este complejo sistema, los sistemas de aire acondicionado mantienen una brisa fresca constante en la estación.

Pero más allá de la constante limpieza, la EEI no está libre de bichos. Un estudio reciente encontró cerca de 55 clases diferentes de microbios conviviendo con los humanos.

4.400: investigaciones publicadas

Los astronautas dedican gran parte de su día a monitorear, analizar y realizar experimentos científicos.

Las investigaciones en condiciones de microgravedad abarcan desde el estudio de los huesos y los músculos hasta trabajos en el campo de la industria farmacéutica.

Algunos experimentos, como uno realizado con gusanos, están orientados a combatir enfermedades en la Tierra, mientras que otros buscan desarrollar nuevas tecnologías.

Gracias a estas investigaciones, numerosas empresas privadas están desarrollando materiales avanzados pensados para su uso en el espacio.

70 años: el astronauta con más edad

Cuando la Nasa seleccionó a su primer astronauta en 1959, los candidatos tenían que ser jóvenes y físicamente perfectos.

Cuando a John Glenn le preguntaron en una rueda de prensa cuál había sido la peor prueba que había pasado durante su examen médico él dijo: "Si calculas cuántas aberturas hay en el cuerpo humano y hasta dónde puedes llegar a través de cada una de ellas... responde cuál sería la más difícil para ti".

Su experiencia contribuyó a demostrar que no hay que ser joven ni estar en la mejor forma física para ser astronauta.

Eso sí, es necesario ser bueno en tu trabajo, razón por la cual los astronautas se retiran a una edad más avanzada.

El astronauta más longevo que vivió en la EEI es actualmente Don Pettit, que regresó a la Tierra el mismo día que cumplía 70 años.

John Glenn, de forma incidental, hizo su segunda misión espacial a los 77 años.

371: días que duró la misión más larga

Frank Rubio con un traje azul de la NASA.
NASA
Frank Rubio de la NASA es el astronauta que ha pasado más tiempo a bordo de la EEI.

¿Te has quedado mirando por la ventana de tu oficina, deseando que ese día de trabajo termine?

Pues ahora imagina estar atascado en tu lugar de trabajo por más de un año y pocas veces poder salir de allí.

Las misiones de seis meses o más se han convertido en la norma. El récord de mayor número de días en la Estación Espacial Internacional durante una sola misión lo ostenta el astronauta estadounidense Frank Rubio, quien regresó a la Tierra en septiembre de 2023 tras pasar 371 días en el espacio.

El récord absoluto de permanencia en el espacio, sin embargo, sigue en manos del cosmonauta ruso Valeri Polyakov, quien vivió a bordo de la estación espacial Mir durante 473 días entre 1994 y 1995.

25: el grosor en milímetros de la cúpula de vidrio

Hay pocos lugares más populares para pasar el tiempo en la EEI que la "Cúpula".

Esta ventana panorámica orientada hacia la Tierra ofrece a los astronautas una de las vistas más impresionantes del universo.

Pero la tentación de quedarse observando el planeta puede interferir con los estrictos horarios que gobiernan la vida diaria de los astronautas a bordo.

Nicole Stott confesó al podcast My Space Boffins que tenía que poner una alarma para que le recordara que tenía que regresar a trabajar.

Con el tiempo, los astronautas se han vuelto cada vez más expertos en el uso de la cámara, logrando capturar y compartir imágenes que ofrecen una perspectiva única del mundo visto desde el espacio. Existe incluso un espacio dedicado exclusivamente a difundir estas fotografías.

Cúpula de la EEI
NASA
La llamada Cúpula de la estación ofrece a la tripulación una impresionante vista hacia la Tierra.

1: instrumento

Los pasatiempos a bordo de la EEI van desde ver películas hasta pintar acuarelas, pero muchos astronautas también llevan consigo instrumentos musicales para tocar durante su tiempo libre.

El astronauta canadiense Chris Hadfield grabó a bordo de la EEI una versión del éxito de David Bowie "Space Oddity".

Otros músicos y artistas incluyen a Cady Coleman quien tocó la flauta en la EEI y Thomas Pesquet quien llevó su saxofón.

Don Pettit es, tal vez, el mayor innovador musical. Él convirtió la aspiradora de la estación en un instrumento de origen australiano conocido como didyeridú (tiene una forma de cuerno muy enrollado), como parte de un experimento científico, que hace parte del extensivo entrenamiento que se necesita para ser astronauta.

211: el tamaño en centímetros del saco de dormir de los astronautas

Cada astronauta dispone de un espacio privado dentro de la EEI, del tamaño aproximado de una cabina telefónica, que puede personalizar a su gusto.

También tienen unos sacos de dormir especializados, que están atados a la pared.

Pero el ruido de los ventiladores, el resplandor del sol y la falta de gravedad hacen que dormir se vuelva todo un desafío.

Al menos en la EEI, los astronautas cuentan con un espacio privado. En la misión de 10 días Artemisa II, los cuatro tripulantes de la nave espacial deberán dormir en hamacas separadas apenas por unos centímetros.

4: baños

Una vez el astronauta Chris Hadfield relató cuál había sido "su día de mayor orgullo en el espacio". Durante la misión de 2012, mientras coordinaba una caminata espacial con Rusia, el baño de su sección se dañó.

"Si yo no arreglaba el baño, nadie podía arreglarlo", recordó. "Tuve que meter la mano en la tubería, en gravedad cero, sin agua, reconstruyendo el baño. Después tuve que limpiarme en otro módulo y luego ayudar con la caminata espacial".

Al final del día, la caminata se completó sin problemas y el baño volvió a funcionar con normalidad. "Es lo que más recuerdo de los seis meses orbitando la Tierra".

5: galletas con chips de chocolate

La comida espacial ha evolucionado enormemente desde los primeros tiempos, cuando los astronautas se alimentaban de pastas espesas y poco apetecibles.

Mientras los astronautas estadounidenses suelen celebrar con noches de pizza, los de la Agencia Espacial Europea (ESA) pueden presumir de gustos más sofisticados.

La misión de la astronauta italiana Samantha Cristoforetti llevó al espacio la primera máquina de espresso en órbita.

Por su parte, la francesa Sophie Adenot tiene previsto alimentarse con menús gourmet diseñados por un chef premiado.

De cara al futuro, el objetivo es cultivar alimentos en el espacio y cocinar ingredientes frescos. Ya se ha logrado cultivar lechuga con éxito en la EEI y, en 2019, los astronautas incluso consiguieron hornear cinco galletas… aunque no se les permitió comerlas. Tuvieron que regresar a la Tierra para comprobar si eran seguras para el consumo

40: las maniobras para evitar la basura espacial

En 2013, la película Gravity mostró con eficacia lo que puede salir mal cuando la basura espacial se sale de control.

La historia hace referencia al llamado síndrome de Kessler, un escenario en el que una cascada de desechos en órbita acaba destruyendo una nave espacial.

Con cerca de 28.000 objetos que orbitan la Tierra, el riesgo de que alguno de ellos impacte contra la Estación Espacial Internacional (EEI) es elevado.

Hasta ahora, la estación ha logrado evitar un impacto de gran magnitud, aunque ha sufrido algunos percances.

Durante una misión en 2015, el astronauta Tim Peake fotografió una marca de impacto en la Cúpula, uno de los módulos de la EEI.

9: horas de la caminata espacial más larga

Desde la primera misión dedicada al ensamblaje de la estación, en diciembre de 1998, se han realizado más de 270 caminatas espaciales en la EEI.

En un comienzo, la mayoría de estas salidas al exterior se llevaron a cabo para ir ensamblando los distintos módulos.

Hoy, en cambio, se realizan cada vez más para reparar o sustituir componentes que se han ido deteriorando con el paso del tiempo.

La caminata espacial más larga registrada hasta ahora sigue siendo la de ocho horas y 56 minutos, realizada por Susan Helms y Jim Voss en 2001.

En una caminata espacial en 2013, el astronauta italiano Luca Parmitano estuvo cerca de ahogarse cuando su casco comenzó a llenarse de agua.

7: Brazos mecánicos

Transbordador espacial.
NASA
El transbordador espacial solía llevar tripulación y carga a la ISS; hoy, estas misiones las realiza SpaceX.

Además de aportar astronautas con talento para el canto, una de las mayores contribuciones de Canadá a la EEI es un complejo brazo robótico de múltiples articulaciones.

El Canadarm2, una evolución del brazo robótico original instalado en el transbordador espacial, se utiliza para todo tipo de tareas: desde misiones de ensamblaje y el acoplamiento de naves hasta el traslado de astronautas durante caminatas espaciales a distintos puntos de la estación, un recorrido difícil de olvidar.

Canadá también ha desarrollado lo que describe como "el robot espacial más sofisticado" construido hasta ahora.

Conocido como Dextre, tiene dos manos, cinco "ojos" y más accesorios que una navaja suiza.

13: turistas espaciales

Visitar la EEI ya no es un privilegio reservado para los astronautas y cosmonautas de las agencias espaciales.

Hasta ahora, 13 civiles han llegado hasta la EEI.

Las compañías que ofrecen estos viajes prefieren llamarles "participantes en vuelos espaciales" en lugar de turistas.

Incluso los multimillonarios necesitan someterse a meses de entrenamiento antes de emprender el viaje.

La Nasa ha reportado cobrar cerca de US$35.000 por una noche, aunque eso incluye comidas y una vista de la Tierra desde el espacio.

16: cantidad de órbitas que realiza alrededor de la Tierra en un día.

A una velocidad de 28.000 km/h, los astronautas de la EEI experimentan 16 amaneceres e igual número de atardeceres por día.

La trayectoria orbital de la estación la lleva sobre aproximadamente el 80% de la superficie terrestre, lo que nos da la oportunidad de verla pasar por encima de nuestras cabezas.

La EEI es uno de los objetos más brillantes que se pueden ver durante la noche. La NASA tiene además una aplicación gratuita que te avisa cuándo habrá oportunidades para observarla.

55: los millones de dólares que cuesta el viaje más barato

Llegar a la EEI no es barato, pero cuesta menos que antes.

Según un informe de 2018, cada vuelo del transbordador espacial costaba alrededor de US$1.500 millones, aunque el transbordador podría transportar tanto astronautas como una carga útil.

Hoy en día, el precio actual de un asiento en la Dragon de SpaceX ronda los US$55 millones y un viaje menos cómodo en la Soyuz rusa ronda los US$80 millones.

Aunque la competencia ha reducido los costes, los cohetes siempre serán caros con la tecnología actual.

286: duración en días de la misión de "ocho días" de Suni y Butch

El Starliner ha sido descrito como la próxima gran novedad en los vuelos espaciales tripulados.

Tras numerosos contratiempos, la nueva nave espacial de Boeing finalmente debía realizar su primer vuelo de prueba tripulado en junio de 2024. Sin embargo, la NASA pronto se arrepentiría de anunciarlo como una misión de ocho días.

Múltiples fallos durante el acoplamiento llevaron a los funcionarios a decidir enviar la Starliner de vuelta a la Tierra sin tripulación, dejando a los astronautas Sunita Williams y Butch Wilmore varados en la estación y pasando la Navidad en el espacio.

Ambos astronautas finalmente regresaron a la Tierra en marzo de 2025.

735.000: Energía generada en kWh/año

Con 109m, la envergadura de los paneles solares de la EEI es mayor que la de un Airbus A380.

Los paneles, que se inclinan para mirar al Sol, están conectados a baterías para garantizar un suministro de energía continuo.

La EEI también está equipada con sistemas de aislamiento y refrigeración para evitar el sobrecalentamiento, con un banco de radiadores llenos de amoníaco para disipar el calor al espacio.

Las fugas de amoníaco han sido motivo de preocupación, lo que ha dado lugar a caminatas espaciales de emergencia para repararlas.

3.000.000: líneas de código de software

En 1969, una computadora con el equivalente a tan solo unos 74 kilobytes de ROM y 4 kilobytes de RAM (una fracción ínfima de la que encontrarías en un teléfono inteligente) permitió a tres astronautas recorrer los aproximadamente 380.000 km que separan la Tierra de la Luna y descender a un punto preciso de la superficie lunar.

La EEI requiere mucha más potencia de procesamiento y abarca tanto el sistema operativo de la propia estación como el control de la misión en tierra.

De hecho, hay múltiples computadoras en la EEI, desde aparatos electrónicos toscos de la era soviética hasta tabletas. Incluso hay computadoras Raspberry Pi adaptadas. Renombradas como Astro-Pi, se han utilizado para realizar experimentos estudiantiles.

486.000: los objetos a bordo

Todos perdemos cosas en casa, pero imagina que, al dejarlas en algún lugar, flotaran y se perdieran.

Esto ocurre con frecuencia en la EEI y es la razón por la que las superficies y la ropa de los astronautas están cubiertas con parches de velcro.

Para llevar un registro de lo que hay a bordo, casi todos los artículos, desde hardware crítico hasta papel higiénico, tienen un código de barras o un número de serie.

Todo el sistema está supervisado por el Oficial de Inventario y Almacenamiento en el centro de control de la misión. Así, si los astronautas se quedan sin papel higiénico, saben a quién llamar.

150 mil millones: Costo total en dólares

La cifra más difícil de calcular o verificar es, probablemente, el costo total de la EEI, que quizás nunca lleguemos a conocer por completo.

Sí se sabe que solo la NASA gasta entre US$3.000 y US$4.000 millones cada año para operar la estación.

¿Crees que valido la pena? Tú decides.

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