La teoría de la proximidad

Jonathan Prendas Rodríguez

Analista político

Es un hecho que cuanto más largo sintamos que sucede algo, menos interés vamos a tener en ese hecho, pero una cosa es la percepción y otra muy distinta es la realidad.

Veamos algunos ejemplos. Creemos que la guerra de Ucrania, un crisis sanitaria por un virus nuevo en China, las políticas de los productores de petróleo, los cambios en la economía de Estados Unidos, así como las decisiones políticas de Nicaragua y Venezuela no nos afectan de gran manera.

Lo cierto del caso es que todos esos hechos repercuten en cómo vivimos en Costa Rica, en la salud financiera del país (por ende de nuestros hogares) y en las expectativas de bienestar que, en su conjunto, tengamos para el futuro cercano.

Creer que por estar lejos de nuestra puerta no nos afecta no es más que el primer síntoma de un mal entender de la realidad.

Acá es donde la teoría de la proximidad que interpreta que nos afecta lo que sentimos nos perjudica se equivoca. En realidad esta debe dar paso a la teoría dominó que es la que enseña que todo hecho original por un encadenamiento de factores nos afecta directamente.

La teoría de la proximidad nos remite a no caer en la desesperación o el caos, pero la teoría del dominó nos llama a cuidar cada detalle... A entender que somos la suma de cosas y que no asimilarlo caemos en la insensibilidad social que es precisamente la que nos desconecta de lo que le pasa a otro ser humano, sea donde sea que esté.

Las personas somos los únicos seres vivos que nos equivocamos con la misma piedra dos veces, creo firmemente que se debe al exceso de la teoría de la proximidad y por la falta de la teoría del dominó en los fundamentos de la sociedad.