La confianza como base del liderazgo
Melissa González [email protected] | Jueves 14 agosto, 2014
La confianza como base del liderazgo
Un gerente debe contar con la confianza de sus colaboradores si quiere lograr un verdadero éxito a largo plazo.
¿Tengo la confianza de mi equipo? Quizá esta sea la primera pregunta que deberíamos formularnos si tenemos la responsabilidad de dirigir y liderar un grupo de personas.
Para conseguir un desempeño excelente por parte de nuestros equipos de trabajo ya no basta con ejercer el poder jerárquico, ni tampoco con orientarnos solo a resultados.
En otras palabras, no basta el denominado liderazgo transaccional, basado en la recompensa por los logros, lo que es peor, la obediencia. Es necesario ejercer un liderazgo inspiracional.
Al gerente se le exige visión de futuro, estimulación intelectual, comunicación auténtica, apoyo y reconocimiento hacia su equipo. Estas son las variables eficaces para obtener confianza por parte del equipo.
Algunos autores definen la confianza organizacional como “la voluntad de los empleados a ser vulnerables a las acciones de su organización, sin que los empleados tengan control sobre estas acciones y conductas”, pero parece más adecuado enfocarse en el aspecto emocional de este proceso psicológico para comprender el poderoso efecto de la confianza.
El investigador Robert Plutchik, en su teoría sobre las emociones considera la confianza una emoción básica del ser humano. Por tanto, la inteligencia emocional del equipo directivo es un factor crítico para generar y mantener, de manera sostenida, este sentimiento en el seno de su equipo.
Pero, ¿cuáles son los factores claves en la confianza del equipo?
- Confianza para solicitar y dar feedback sincero sobre el desempeño individual y grupal, de forma que sea aceptado y transformado para la mejora continua
- Confianza para poder expresar ideas y sentimientos sin ningún tipo de temor a represalia, reproche o crítica destructiva
- Confianza para creer que lo que promete el líder, será cumplido. Y que si no lo cumple, al menos, no habrá lugar a “rumorología de pasillo” porque será él mismo el primero en explicar los motivos
- Confianza para no ponerse a la defensiva a la hora de recibir críticas, por tener la tranquilidad de que el foco de atención está siempre en la mejora del comportamiento sobre la tarea y no existen reproches a la identidad de la persona
- Confianza para tener la tranquilidad de saber que el gerente está al servicio de los demás (equipo, empresa y clientes) y su labor consiste en buscar estrategias ganar-ganar
- Confianza para sentir que no existirá ningún tipo de falta de justicia, equidad, discriminación o agravio comparativo, porque el objetivo es siempre lograr resultados saludables para todos
- Confianza para tener la tranquilidad de asumir la realización de esfuerzos extras para conseguir entregar a tiempo un proyecto, hito o tarea, sabiendo que es realmente necesario, y que será debidamente reconocido por el superior inmediato, aunque no exista pago económico siempre
Analizados estos factores, deberíamos reformularnos la pregunta acerca de nuestro estilo de liderazgo.
Luis Alcántara
Consultor organizacional Cross&Grow
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