Las virtudes de la comida
Candilejas [email protected] | Viernes 06 septiembre, 2019
La generación “Z” sabe que la comida es mucho más que sustento porque representa la cultura y, por lo tanto, es una expresión de quienes ellos son.
“Para mí la cocina es una conexión universal con el mundo”, dice Giuliana P. Dalla Rosa, una costarricense de 18 años de edad y estudiante de gastronomía, quien desea también prepararse en tecnología de alimentos.
Esta generación (personas nacidas entre 1997 y el presente) “está creciendo a la sombra de la decadencia económica, la inseguridad laboral, el aumento de la desigualdad y la falta de optimismo financiero”, señala la economista y autora inglesa Noreena Hertz.
“La gastronomía es un sentimiento. Algo que un cocinero quiere expresar”, dice Ramsés Barahona Ruiz , un costarricense de 18 años que también estudiará gastronomía. La potencia productiva y de consumo de los “millennials” ya es algo tangible pero el reto ahora es entender la filosofía de vida y los gustos de la generación siguiente, la “Z”.
“Es una generación altruista, nada egoísta. Se mostrará fuerte y políticamente sensibilizada por cuestiones como la desigualdad económica y social.
El 95% piensa que debe ayudar a quien lo necesita, pero están muy desilusionados con la política tradicional”, ha dicho Noreena Hertz al diario español “El País”.
De izquierda a derecho: Ramsés Barahona y Guiliana P. Dalla Rosa
Volviendo a Giuliana, ella está metida en la cocina desde que tiene memoria porque sus padres tuvieron restaurante durante 25 años.
Pero está muy segura de que lo principal que desea es “educarme y transmitir luego la cultura a través de la comida”, en sus propias palabras.
“Quiero dar charlas, conferencias y múltiples actividades para favorecer una toma de conciencia de que si se pierde en un país la tradición culinaria se pierde la cultura y se pierde entonces el país”, explica Giuliana, quién quiere tener un restaurante para que ese sea su “lugar feliz” su “sitio de diversión”.
“La comida no es algo que se pueda globalizar o generalizar. Se ha perdido mucho de esa cultura y la homogeneidad en algunos casos no es buena porque así es como perdemos riqueza”, afirma esta joven.
“Creo que a Costa Rica le hace falta tomar conciencia de la comida tica y que la gente aprenda las virtudes de nuestra comida”, sigue explicando Giuliana.
Ella piensa que, por ejemplo, deberían hacerse festivales de comida tica. Un festival gastronómico con pura comida costarricense hecha por cocineras y cocineros de alto nivel.
Ramses, por su parte, dice que no está de acuerdo en que la alimentación actual esté basada casi siempre en comidas rápidas, compradas.
Sus padres le enseñaron desde su infancia el placer de comer alimentos preparados en casa. Eso se convirtió para él en una actividad que le encanta.
Después de estudiar gastronomía, su idea es trabajar en algún crucero u hotel de calidad para adquirir experiencia y abrir luego su propio restaurante.
Ramses ve al arte culinario como algo que permite elaborar lo mejor de las diferentes tradiciones culinarias del mundo y ofrecerlas a la gente en ambientes de muy buena atención a las personas.
“La gastronomía es un sentimiento. Algo que un cocinero quiere expresar”, dice el joven a quién le gustaría incluir siempre en su oferta la comida “tica” elaborada desde ese sentimiento.
Por muy difícil que resulte la vida hoy a los jóvenes de la generación “Z”, hay esperanza. Pareciera que ellos quieren salvar al mundo y encuentran diversas formas de hacerlo, incluída la gastronomía, entre muchas otras.
Carmen Juncos Biasutto y Ricardo Sossa Ortiz
Editores Jefes y Directores de proyectos
Colaboró: Alejandro Bonilla Wyllins