Lecciones de salida de Rocío Aguilar
Wagner Jiménez [email protected] | Lunes 28 octubre, 2019
Varias son las lecciones que deja lo acontecido alrededor de la renuncia de doña Rocío Aguilar, pero también deja lo sucedido, obligaciones inmediatas y aspectos a corregir en el actuar del Poder Ejecutivo.
Nuestro país es en gran parte resultado de una serie de decisiones de estadistas y costarricenses que dejaron de lado la inmediatez para ocuparse también del devenir. De comprender que en momentos difíciles hay que tener sabiduría para establecer prioridades que están tanto en el presente como en el futuro.
Esta Asamblea Legislativa ha sido responsable, hemos atendido el hoy teniendo muy en cuenta el mañana, y en esta labor doña Rocío ha sido determinante, orientó con mucha responsabilidad un debate difícil en medio de un momento crítico que aún no superamos. Francamente, si en este momento tuviera en mis manos una papeleta con únicamente dos opciones (Rocío Aguilar y Alberto Salom), obviamente mi voto sería por la señora exministra.
Presidente Carlos Alvarado Quesada, lo plasmado en el documento de negociación entre los rectores, representantes estudiantiles y miembros del Poder Ejecutivo no refleja una preocupación por el futuro, por el sostenimiento del FEES ni por las oportunidades de formación que debemos heredar a nuestros hijos y nietos. En ese documento no consta ni al menos una declaración de intenciones que apunte a corregir los privilegios y las políticas salariales del gasto que amenazan con asfixiar el FEES.
Reconozco que los rectores todos son iguales de dramáticos; también son hábiles tejedores de un muro de noche y niebla que hacen invisibles sus defectos ante la opinión pública. Hoy, de lo único que son conscientes es de su superioridad. Lamentablemente, no han aprendido a distinguir el principio de placer al principio de realidad, y no entienden qué pasa cuando algo se les niega. En este conflicto innecesario han reaccionado con visceral reacción, creyéndose merecedores de todo y con amplia teatralidad.
Me preocupa la ausencia del pensamiento crítico en la comunidad universitaria. En nombre de la autonomía han conseguido crear tramas legales que permiten justificarlo todo como la no aplicación de la reforma fiscal para ordenar el empleo público y ponerle coto al crecimiento exponencial de los pluses salariales.
Las manifestaciones, y aún más, presidente Alvarado, el daño al inmobiliario a la planta física de las universidades, y el perjuicio a los costarricenses que no pudieron llegar a tiempo por varios días a sus trabajos y hogares fueron totalmente innecesarios. Las razones que se esgrimieron para actuar como se hizo carecían de sustento, un llamado oportuno suyo o aclaración por parte de alguna autoridad como la ministra de Educación hubiesen ayudado a muchos a comprender que nadie se estaba quedando sin beca, que no era cierto que las universidades tendrían que cerrar carreras y despedir docentes por causa de los acuerdos suscritos por la Comisión de Enlace.
Presidente Alvarado, una lección muy importante que nos legó doña Rocío fue el hacer un sacrificio personal por servir al país, por muchos meses resistió ataques, y usted, señor presidente, como sucedió con el tema de la huelga de la CCSS, la desautorizó públicamente. Me preocupan grandemente las contradicciones y sinsentidos de su gobierno cuando se trata de tomar decisiones –cuando se toman-.
Sin embargo, YO reconozco, presidente, que usted asumió un reto muy importante al impulsar la reforma fiscal, pero la labor no está concluida, falta consolidar el acatamiento de la ley 9635 que muchas autoridades se resisten a respetar, incluidas algunas que usted mismo nombró.
El país hoy amanece con preocupación, con incertidumbre, es la obligación de todos acá y en el Poder Ejecutivo hacer un esfuerzo porque Costa Rica retome un rumbo seguro, de decisiones claras y firmes, sin pensar más que en el interés nacional.
Al sector productivo nacional le tengo un mensaje: No perdamos la esperanza. Pueden tener la certeza que Liberación Nacional va seguir apoyando las iniciativas que alcancen la estabilidad macroeconómica del país.