Lenovo, episodio 2
| Miércoles 05 febrero, 2014
Lenovo, episodio 2
El fabricante chino le compró Motorola a Google. Busca repetir, en celulares, su exitosa incursión en el mercado de PC
Arte / David Barboza
Y cuando parecía todo relativamente calmo y estable en el mercado de los dispositivos móviles, una nueva y resonante adquisición vuelve a “patear el tablero”. Ya nada será como antes. Los que se pusieron de acuerdo, esta vez, son el fabricante chino de computadoras Lenovo y el gigante de las búsquedas Google, que le entregó por $2.910 millones la división de celulares de Motorola. La misma que había comprado en 2012 por 12.500 millones.El acuerdo impacta fuertemente en los planes de Samsung, de Apple, de Nokia y de Microsoft, entre otros. Más que un aleteo de mariposa, esta adquisición se parece a un verdadero tsunami que condiciona para adelante todas las estrategias previstas para el mercado tecnológico en 2014.
¿Por qué es tan trascendente el acuerdo firmado la semana pasada? Simplemente, por el peso específico de los jugadores. Lenovo es, hoy, el mayor fabricante del mundo de PC. Y su posición de privilegio la logró en 2005 cuando compró la división de computadoras personales de IBM. De pequeño fabricante de China, el equipo directivo de Lenovo logró transformar la compañía en la líder mundial en el segmento de computadoras.
Nueve años después, cuando el centro de los negocios digitales pasó de la PC a los dispositivos móviles, la historia parece repetirse. Hoy Lenovo fabrica y vende celulares inteligentes en China, pero no tiene casi ninguna presencia a nivel internacional. La compra de Motorola Mobility le coloca en bandeja el mercado estadounidense (el más “jugoso”), además del latinoamericano y otros mercados en donde Motorola tiene historia.
Google también gana con el acuerdo. Si bien a simple vista parece una derrota haber dejado ir $9.590 millones, todo cambia cuando uno mira la letra chica del acuerdo. Google se queda con buena parte de las más de 17 mil patentes de Motorola (que le sirve para proteger a su sistema Android de posibles litigios judiciales), también con el grupo de investigación (el cerebro, lo más importante que una compañía tecnológica puede tener), así como con el proyecto Ara para el desarrollo de dispositivos modulares (los usuarios eligen cada parte).
Por otra parte, al salirse del mercado de la fabricación de hardware, evita todo conflicto con sus socios de negocios de Android, que no veían con buenos ojos que Google estuviera “de los dos lados del mostrador” (en el hardware y en el software). Samsung, su principal aliado, fue quien más descontento mostró con esta situación.
Por Ricardo Braginski
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Desde Buenos Aires, Argentina