Mayor planta eléctrica del istmo operará antes de tiempo
Danny Canales [email protected] | Miércoles 16 marzo, 2011
Reventazón encendería turbinas en diciembre de 2015
Mayor planta eléctrica del istmo operará antes de tiempo
Obra de $2.300 millones abastecerá a población semejante a las de San José, Heredia y Cartago juntas
Varias cuadrillas de trabajadores arriesgan su vida en este momento abriendo, a pura dinamita, dos grandes huecos en las entrañas de un alto cerro ubicado en la margen derecha del río Reventazón, situado en la comunidad de La Florida de Siquirres.
Esos dos túneles serán vitales para poder desviar el cauce del río y así permitir la construcción de la represa para la que será la mayor planta hidroeléctrica no solo del país sino también de Centroamérica.
Los “hombres topo”, como se les conoce a los trabajadores del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) que se encargan de excavar los túneles para los proyectos eléctricos, se dividieron en varios grupos para trabajar las 24 horas del día, los 365 días del año.
El sacrificio de los tuneleros tiene el objetivo de evitar que el país sufra apagones durante el verano de 2016.
Y su esfuerzo está dando frutos. Durante los primeros 11 meses de labor han logrado un avance del 20%, un importante progreso, ya que los trabajos en marcha son de los más complicados que presenta el diseño.
El buen paso que lleva la obra hace prever a los funcionarios que tienen a cargo el proyecto eléctrico, que podrán encender las turbinas de la planta Reventazón para finales de 2015 y no para el verano de 2016, como estaba fijado originalmente.
Así lo harán saber a la presidenta Laura Chinchilla el 1° de abril, en una visita a la que fue invitada por los trabajadores del ICE para que sea testigo presencial de la última detonación de dinamita que harán en el túnel. Ese día se toparán las dos cuadrillas que trabajan en cada conducto subterráneo, con una precisión casi perfecta.
Pero no solo esos dos túneles concentran a los 1.650 trabajadores que tiene el ICE al frente de la construcción de la gran planta hidroeléctrica del Reventazón.
Un equipo de LA REPUBLICA que realizó un recorrido en la zona el jueves anterior, logró constatar que se avanza en la construcción de otros ocho túneles que tendrán la función de crear una cortina de impermeabilización y drenaje de la presa, así como en la limpieza del terreno donde se construirá la casa de máquina y en la extracción y quebrado del material que se empleará para construir la represa.
Cuando entre a operar, Reventazón pasará a ser la obra hidroeléctrica más importante de la región. Con una potencia de 305 megavatios (MW), desplazará por cinco MW a las plantas El Cajón, de Honduras y Fortuna en Panamá, hasta ahora las más potentes.
Esa potencia será suficiente para abastecer de manera simultánea a 525 mil hogares, más o menos la cantidad de viviendas que hay en San José, Cartago y Heredia juntas, de acuerdo con los datos del último censo de población.
Las dimensiones de Reventazón también marcarán un hito para el ICE, ya que con los 130 metros de altura y 527 de ancho que medirá la represa se convertirá en la más grande construida hasta ahora en Costa Rica.
El embalse también será una obra imponente, no solo porque abarcará un área de 7 kilómetros cuadrados, sino también porque tendrá la capacidad de almacenar alrededor de 118 millones de metros cúbicos de agua.
Para poner a operar el proyecto, el ICE requerirá $2.300 millones, casi 23 veces más de lo que costó el Estadio Nacional.
Precisamente por lo cara que resulta la obra, el tema del financiamiento es lo que aún no han terminado de resolver las autoridades del Instituto.
Sin embargo, existe un abanico de opciones de financiamiento que aleja el temor de que el proyecto se atrase por falta de recursos.
Por ejemplo, existen por el momento dos bancos de cooperación interesados en participar financieramente en el proyecto. El Banco Europeo de Inversiones y el Interamericano de Desarrollo ofrecieron entre ambos cerca de $300 millones.
Además las empresas estatales Sinohydro de China y Electrobras de Brasil desean aliarse con el ICE para cooperar en la construcción de la planta eléctrica.
Otra opción es crear un fideicomiso para, mediante la emisión de bonos, atraer más recursos para la obra.
Por ahora, el ICE tiene los recursos para mantener el proyecto en marcha al menos dos años más, pues tiene considerado invertir entre $460 millones y $700 millones, adelantó Luis Diego Baltodano, encargado de planeamiento, control y costo del proyecto.
Danny Canales
[email protected]
Mayor planta eléctrica del istmo operará antes de tiempo
Obra de $2.300 millones abastecerá a población semejante a las de San José, Heredia y Cartago juntas
Varias cuadrillas de trabajadores arriesgan su vida en este momento abriendo, a pura dinamita, dos grandes huecos en las entrañas de un alto cerro ubicado en la margen derecha del río Reventazón, situado en la comunidad de La Florida de Siquirres.
Esos dos túneles serán vitales para poder desviar el cauce del río y así permitir la construcción de la represa para la que será la mayor planta hidroeléctrica no solo del país sino también de Centroamérica.
Los “hombres topo”, como se les conoce a los trabajadores del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) que se encargan de excavar los túneles para los proyectos eléctricos, se dividieron en varios grupos para trabajar las 24 horas del día, los 365 días del año.
El sacrificio de los tuneleros tiene el objetivo de evitar que el país sufra apagones durante el verano de 2016.
Y su esfuerzo está dando frutos. Durante los primeros 11 meses de labor han logrado un avance del 20%, un importante progreso, ya que los trabajos en marcha son de los más complicados que presenta el diseño.
El buen paso que lleva la obra hace prever a los funcionarios que tienen a cargo el proyecto eléctrico, que podrán encender las turbinas de la planta Reventazón para finales de 2015 y no para el verano de 2016, como estaba fijado originalmente.
Así lo harán saber a la presidenta Laura Chinchilla el 1° de abril, en una visita a la que fue invitada por los trabajadores del ICE para que sea testigo presencial de la última detonación de dinamita que harán en el túnel. Ese día se toparán las dos cuadrillas que trabajan en cada conducto subterráneo, con una precisión casi perfecta.
Pero no solo esos dos túneles concentran a los 1.650 trabajadores que tiene el ICE al frente de la construcción de la gran planta hidroeléctrica del Reventazón.
Un equipo de LA REPUBLICA que realizó un recorrido en la zona el jueves anterior, logró constatar que se avanza en la construcción de otros ocho túneles que tendrán la función de crear una cortina de impermeabilización y drenaje de la presa, así como en la limpieza del terreno donde se construirá la casa de máquina y en la extracción y quebrado del material que se empleará para construir la represa.
Cuando entre a operar, Reventazón pasará a ser la obra hidroeléctrica más importante de la región. Con una potencia de 305 megavatios (MW), desplazará por cinco MW a las plantas El Cajón, de Honduras y Fortuna en Panamá, hasta ahora las más potentes.
Esa potencia será suficiente para abastecer de manera simultánea a 525 mil hogares, más o menos la cantidad de viviendas que hay en San José, Cartago y Heredia juntas, de acuerdo con los datos del último censo de población.
Las dimensiones de Reventazón también marcarán un hito para el ICE, ya que con los 130 metros de altura y 527 de ancho que medirá la represa se convertirá en la más grande construida hasta ahora en Costa Rica.
El embalse también será una obra imponente, no solo porque abarcará un área de 7 kilómetros cuadrados, sino también porque tendrá la capacidad de almacenar alrededor de 118 millones de metros cúbicos de agua.
Para poner a operar el proyecto, el ICE requerirá $2.300 millones, casi 23 veces más de lo que costó el Estadio Nacional.
Precisamente por lo cara que resulta la obra, el tema del financiamiento es lo que aún no han terminado de resolver las autoridades del Instituto.
Sin embargo, existe un abanico de opciones de financiamiento que aleja el temor de que el proyecto se atrase por falta de recursos.
Por ejemplo, existen por el momento dos bancos de cooperación interesados en participar financieramente en el proyecto. El Banco Europeo de Inversiones y el Interamericano de Desarrollo ofrecieron entre ambos cerca de $300 millones.
Además las empresas estatales Sinohydro de China y Electrobras de Brasil desean aliarse con el ICE para cooperar en la construcción de la planta eléctrica.
Otra opción es crear un fideicomiso para, mediante la emisión de bonos, atraer más recursos para la obra.
Por ahora, el ICE tiene los recursos para mantener el proyecto en marcha al menos dos años más, pues tiene considerado invertir entre $460 millones y $700 millones, adelantó Luis Diego Baltodano, encargado de planeamiento, control y costo del proyecto.
Danny Canales
[email protected]