Medidas financieras y fiscales ante el COVID-19
José David Segura [email protected] | Jueves 02 abril, 2020
Ante la difícil situación que enfrentamos actualmente como nación, se pone a prueba la capacidad de las personas y las organizaciones, para sobreponerse a los retos que representan los impactos económicos de una pandemia mundial sin precedentes.
Las funciones financieras y tributarias no escapan a esta realidad, por lo que más que nunca se hace necesario optimizar los recursos, y tener eficiencia en el pago de las obligaciones tributarias, para no incurrir en una afectación innecesaria del flujo de efectivo de las empresas.
En vista de esta coyuntura, las siguientes son algunas recomendaciones que las empresas pueden implementar, para que el impacto de esta situación sea el menor posible:
• En primer lugar, se debe maximizar y priorizar ante las erogaciones que se realicen, para darle prioridad a aquellos rubros esenciales, sin incurrir en contingencias fiscales y legales.
• Revisar el adecuado registro contable de pérdidas, para su posterior aplicación como gasto deducible.
• Aprovechar al máximo los créditos fiscales del IVA.
• Identificar si se cuenta con saldos a favor, y aplicarlos en este momento, para no tener que sacar el efectivo en este momento.
• Ante una situación financiera que lo amerite, los contribuyentes puedan también analizar si resulta oportuno solicitar a la Administración Tributaria un aplazamiento o fraccionamiento de pago.
• Estar alerta ante las posibles medidas legales que pueda implementar el Estado, para paliar los efectos económicos del Coronavirus en el país.
Con relación a este último punto, la Asamblea Legislativa aprobó recientemente y de forma expedita, el proyecto enviado por el Poder Ejecutivo, que establece moratorias en algunos impuestos, por lo que, cada empresa deberá asesorarse correctamente, para evaluar el impacto que podría tener el postergar el pago de tributos bajo esta legislación especial.
Igualmente, se deben valorar otros aspectos tales como: el efecto de los préstamos que se obtengan, en la deducibilidad máxima de los gastos financieros; la incidencia de la crisis en los indicadores relativos a transacciones entre partes vinculadas; así como los riesgos y contingencias que puedan derivar de las decisiones corporativas que se tomen, para enfrentar esta situación tan complicada.