Mejora en ejecución: reto en infraestructura
| Jueves 25 diciembre, 2014
La priorización de proyectos que hizo la presente administración busca evitar que esas malas experiencias se repitan. Cada propuesta tendrá su anteproyecto y estudios hechos antes de ir a buscar el financiamiento
Mejora en ejecución: reto en infraestructura
El año que está a punto de terminar nos deja la sensación de que no se lograron significativos avances en cuanto a la construcción de obras e inauguraciones. No obstante, al menos se definió la ruta que deberán seguir este gobierno y los que lo sucedan.
El Ministerio de Obras Públicas y Transportes ya tiene entre manos un ambicioso plan que consta de 46 proyectos, el cual fue elaborado en forma conjunta con un grupo de profesionales y académicos reunidos en torno al llamado Grupo Consenso.
Estos proyectos, identificados mediante la metodología de criterio experto, buscan dar la conectividad que actualmente no tiene nuestra vasta red vial nacional. La ampliación de San José-San Ramón es solo una parte del plan de modernización de toda la carretera Interamericana Norte, la mejora en la ruta 32 potenciará el comercio entre el Caribe y la Zona Norte, mientras que la conclusión de la Circunvalación y los pasos elevados en las zonas de mayor atasco descongestionarían el anillo capitalino.
A partir de estos desarrollos, vienen todos los demás, entre los que destacan mejoras viales hacia Heredia, Cartago y la Zona Sur.
Pero, estas ideas tan prometedoras necesitan de una verdadera capacidad de ejecución para llevarse a cabo.
La poca o nula interrelación en nuestras carreteras es un problema que desde hace muchos años se ha intentado resolver, sin conseguirse.
Mucho de esto pasa por la incapacidad de ejecución que han tenido los gobiernos anteriores, amarrados por innumerables trámites, procesos mal llevados y procesos engorrosos con las entidades encargadas del control. En síntesis, un exceso de burocracia que no le permite caminar más deprisa.
La priorización de proyectos que hizo la presente administración busca evitar que esas malas experiencias se repitan. Cada propuesta tendrá su anteproyecto y estudios hechos antes de ir a buscar el financiamiento.
Ya se sabrá de antemano cuánto costará desarrollar la obra y habrá mayor certeza de que los recursos no escaseen, o lo que es peor, pasen años sin que se ejecuten, lo que tendría un costoso saldo económico para el país en el pago de intereses.
La nueva ley de expropiaciones, que, reduce de años a días el tiempo para que el gobierno pueda tomar terrenos para obras vitales será una herramienta invaluable para combatir la inacción.
También será necesario mejorar la coordinación con los órganos contralores, con el fin de evitar las constantes revisiones y procesos, que lo único que hacen es retrasar y encarecer las obras.
Preocupa muchísimo la escasa actividad en infraestructura que hubo este año. Muchos planes y nada en concreto. Hasta el mismo Banco Central llamó la atención de que la falta de inversiones en obras públicas provocó que la actividad económica del sector estatal registrara un nivel menor que el año anterior.
Pero si todo se debió a un mejor ordenamiento de la casa para agilizar el trabajo a partir del próximo año, la espera habrá valido la pena.