Nacional acumula $2 mil millones de liquidez
Wilmer Murillo [email protected] | Jueves 19 marzo, 2009
Entidad tiene invertidos $800 millones en empresas internacionales
Nacional acumula $2 mil millones de liquidez
• Baja calificación de títulos para invertir en represas y carreteras impide utilización de recursos en el país
• Banco dispuesto a bajar hasta un 2% más las tasas de interés
Wilmer Murillo
[email protected]
El Banco Nacional nada en dinero. Los recursos podría trasladarlos al sector productivo y gastar en la ejecución de obras de infraestructura locales.
La disponibilidad de liquidez del banco es de $2 mil millones, que gradualmente y con la flexibilización de normativas que regulan el sistema bancario, se podrían emplear en obras de infraestructura en Costa Rica.
Esta figura que ahora se ejecuta en ciudades de Estados Unidos y Europa a través de inversiones de empresas internacionales, se puede realizar también para represas del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), carreteras y hasta sacar de su parálisis al aeropuerto Juan Santamaría.
Actualmente más de $800 millones están invertidos en empresas internacionales, dijo Alfredo Volio, nuevo director del Banco Nacional de Costa Rica.
Para traer esos recursos a Costa Rica, sin causarle al banco problemas de suficiencia patrimonial, se requiere establecer una nueva metodología que permita fomentar el desarrollo nacional.
La deuda de Costa Rica está calificada como economía emergente, con un grado de riesgo especulativo, y se le reconocen menores rendimientos que las de industrias internacionales cuya calificación de riesgo es mucho más alta que la calificación de riesgo que tiene Costa Rica.
“No se trata de pasar de normas rígidas a otras laxas, pero sí de ser más coherentes con la situación de crisis que estamos viviendo”, explicó Volio.
Lo que se requiere es una especie de flexibilización de las calificaciones que las autoridades reguladoras otorgan a los títulos para inversiones en Costa Rica y las que ofrece a inversiones en empresas extranjeras. “Buscamos un mecanismo, mediante el cual se pueda usar el ahorro nacional en el desarrollo del país y no en el desarrollo de otros países”, agregó Volio.
Actualmente se califica mejor a una empresa internacional que a una costarricense, de acuerdo con las regulaciones de la Superintendencia General de Entidades Financieras. Esto es algo que ha impedido que un banco como el Nacional pueda financiar, para citar algunos ejemplos, la carretera a San Carlos o el Juan Santamaría.
Por una calificación estricta, “morirnos todos con tal de cumplir normas internacionales es ridículo”, adujo el nuevo funcionario.
“Debemos buscar en forma creativa el acomodo todos juntos, bancos, reguladores, Gobierno y empresa privada. Tenemos los instrumentos y debemos usarlos”, precisó el director.
Por su tamaño y rol histórico, Volio considera que le toca al Nacional tender la mano al sector productivo, y liderar la ayuda a todo el sector empresarial, generador de empleo, riqueza y la estabilidad social del país.
En este esfuerzo, además de hacer estas inversiones, el Nacional está en posibilidad de bajar hasta en dos puntos porcentuales las tasas de interés.
“Estamos captando en dólares al 4% y prestando al 12% por lo que esa rebaja no solo no constituye un subsidio, sino una inyección de capital para el sector productivo sin afectar negativamente las utilidades de la institución, concluyó.
Nacional acumula $2 mil millones de liquidez
• Baja calificación de títulos para invertir en represas y carreteras impide utilización de recursos en el país
• Banco dispuesto a bajar hasta un 2% más las tasas de interés
Wilmer Murillo
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El Banco Nacional nada en dinero. Los recursos podría trasladarlos al sector productivo y gastar en la ejecución de obras de infraestructura locales.
La disponibilidad de liquidez del banco es de $2 mil millones, que gradualmente y con la flexibilización de normativas que regulan el sistema bancario, se podrían emplear en obras de infraestructura en Costa Rica.
Esta figura que ahora se ejecuta en ciudades de Estados Unidos y Europa a través de inversiones de empresas internacionales, se puede realizar también para represas del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), carreteras y hasta sacar de su parálisis al aeropuerto Juan Santamaría.
Actualmente más de $800 millones están invertidos en empresas internacionales, dijo Alfredo Volio, nuevo director del Banco Nacional de Costa Rica.
Para traer esos recursos a Costa Rica, sin causarle al banco problemas de suficiencia patrimonial, se requiere establecer una nueva metodología que permita fomentar el desarrollo nacional.
La deuda de Costa Rica está calificada como economía emergente, con un grado de riesgo especulativo, y se le reconocen menores rendimientos que las de industrias internacionales cuya calificación de riesgo es mucho más alta que la calificación de riesgo que tiene Costa Rica.
“No se trata de pasar de normas rígidas a otras laxas, pero sí de ser más coherentes con la situación de crisis que estamos viviendo”, explicó Volio.
Lo que se requiere es una especie de flexibilización de las calificaciones que las autoridades reguladoras otorgan a los títulos para inversiones en Costa Rica y las que ofrece a inversiones en empresas extranjeras. “Buscamos un mecanismo, mediante el cual se pueda usar el ahorro nacional en el desarrollo del país y no en el desarrollo de otros países”, agregó Volio.
Actualmente se califica mejor a una empresa internacional que a una costarricense, de acuerdo con las regulaciones de la Superintendencia General de Entidades Financieras. Esto es algo que ha impedido que un banco como el Nacional pueda financiar, para citar algunos ejemplos, la carretera a San Carlos o el Juan Santamaría.
Por una calificación estricta, “morirnos todos con tal de cumplir normas internacionales es ridículo”, adujo el nuevo funcionario.
“Debemos buscar en forma creativa el acomodo todos juntos, bancos, reguladores, Gobierno y empresa privada. Tenemos los instrumentos y debemos usarlos”, precisó el director.
Por su tamaño y rol histórico, Volio considera que le toca al Nacional tender la mano al sector productivo, y liderar la ayuda a todo el sector empresarial, generador de empleo, riqueza y la estabilidad social del país.
En este esfuerzo, además de hacer estas inversiones, el Nacional está en posibilidad de bajar hasta en dos puntos porcentuales las tasas de interés.
“Estamos captando en dólares al 4% y prestando al 12% por lo que esa rebaja no solo no constituye un subsidio, sino una inyección de capital para el sector productivo sin afectar negativamente las utilidades de la institución, concluyó.