Pobreza subiría un 2,5% este año
Wilmer Murillo [email protected] | Sábado 12 julio, 2008
Alza en precios de los alimentos incide en capacidad de compra de 130 mil nacionales
Pobreza crecería un 2,5% este año
• Eliminar aranceles a la importación de alimentos para devolver poder adquisitivo a la gente, podría ser una medida para evitar incremento en cantidad de gente necesitada
Wilmer Murillo
[email protected]
Entre 90 mil y 130 mil costarricenses podrían caer este año bajo el nivel de pobreza.
Los incrementos en el precio de los alimentos representan el principal golpe para los más necesitados, pues representan casi la mitad de la inflación actualmente.
Las predicciones son extraídas de un estudio elaborado por Ricardo Monge, economista, con base en datos de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) y de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Si bien el estudio tiene como base los años 2006-2007, se toma en cuenta el impacto en los precios de los alimentos, cuyas alzas en promedio han sido del 23% este año.
Con este aumento en el costo de los alimentos y si no existen más ayudas a los segmentos de población vulnerables, la pobreza aumentaría este año hasta un 2,5%.
“Al subir los alimentos, una parte importantísima de la canasta básica que define lo que son personas pobres, hará que este año aumente su número”, explicó por su parte, Thelmo Vargas, ex ministro de Hacienda.
Actualmente cerca de un 16,7% de los hogares vive en la pobreza, de acuerdo con la Encuesta de Hogares 2007, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). “De modo que este año la pobreza pasaría a más de un 18,7%, solo por el costo de los alimentos”, afirmó Monge.
El INEC calcula que una familia es pobre cuando sus ingresos mensuales no sobrepasan la línea de pobreza (canasta básica y necesidades básicas), que para 2007 se ubicó en poco más de $105 mensuales.
Una familia se encuentra en pobreza extrema cuando sus ingresos mensuales no son suficientes para cubrir la canasta básica equivalente a $50 por persona. En el presente año indicador se divide en un 13,4% de pobreza no extrema y un 3,3% de extrema.
Ante ello, Monge sugirió la eliminación de barreras al comercio que hoy en día pesan sobre los alimentos, como una medida para devolver poder adquisitivo a la población.
Los alimentos pesan más en la canasta de bienes que consumen los pobres que en la de los ricos, por lo que esa política favorecería a los más necesitados.
“Me atrevo a decir que la gente pobre traslada hoy más riqueza a los productores de alimentos debido al elevado nivel de proteccionismo contra las importaciones”, señaló el economista.
Debido a que los precios de los alimentos están tan altos, y además existe una escasez mundial o exceso de demanda, el desmantelamiento proteccionista no debe hacer temer a los productores.
Ante ello, se ha propuesto ayudar a los productores a mejorar sus rendimientos a través de investigación y desarrollo, mediante el programa Propyme que maneja el Ministerio de Ciencia y Tecnología.
Estudios recientes de la FAO muestran que Costa Rica tiene siete años de no mejorar los rendimientos de sus cultivos.
Aunque en el proyecto de ley de Banca de Desarrollo se incluye al sector agropecuario como beneficiario de ese fondo, solo pueden acceder empresas manufactureras o de servicios, por lo que deberían incluirse a estos pequeños productores.
Otro problema es que el país, a no ser que toque los bosques, carece de tierra adicional para aumentar los cultivos.
Por tanto, otra posibilidad es sustituir siembras de melón, caña de azúcar, banano y café y otras actividades agrícolas actualmente en problemas, por granos y otros alimentos más rentables.
Una iniciativa de este tipo recibió impulso de los ministros de la Presidencia, Rodrigo Arias, y de Agricultura, Javier Flores, que presentaron una estrategia para granos básicos.
“La meta es que en dos años, el país pase de producir un 48% del arroz que consume, a un 80%; de un 25% de los frijoles, a un 70%, y de un 25% del maíz blanco, a un 70%”, explicaron los funcionarios.
Pese a todo, Costa Rica con respecto a Centroamérica está en una posición ventajosa para enfrentar la crisis de alimentos, dado que no son grandes mayorías las que laboran para el sector agrícola y de alimentos.
Por otro lado, la mejoría en las finanzas públicas ha permitido al Gobierno asignar recursos para ayudar a los más necesitados a paliar la crisis alimentaria.
El precio de los alimentos viene dado por el aumento del petróleo, y porque países como China e India están demandando más productos al crecer el poder adquisitivo de las personas.
Naciones productoras de alimentos como Argentina, Bolivia, Brasil y Chile, entre otros, están aplicando restricciones a las exportaciones y controles de precios.
Factores climáticos como sequías en Australia y Nueva Zelanda y recientes inundaciones en Estados Unidos, que han reducido la oferta mundial y finalmente el hecho de que se están destinando más alimentos a producir biocombustibles, han provocado la escalada de precios.
Cerca del 75% del aumento de los precios ha sido causado por el uso de alimentos para fabricar biocombustible, de acuerdo con un reciente estudio del Banco Mundial. Por ejemplo, en 2007 el 12% de la producción mundial de maíz (30 millones de toneladas métricas) se utilizó para producir etanol. Asimismo, entre 2005 y 2008, Estados Unidos aumentó del 11% al 34% el consumo de maíz para producir etanol, según los mismos estudios.
Entre los alimentos que más han subido de precios figuran el arroz, trigo, azúcar, carne, leche, grasas y cereales. También se han disparado los precios del maíz amarillo, soya y arroz en granza.
Pobreza crecería un 2,5% este año
• Eliminar aranceles a la importación de alimentos para devolver poder adquisitivo a la gente, podría ser una medida para evitar incremento en cantidad de gente necesitada
Wilmer Murillo
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Entre 90 mil y 130 mil costarricenses podrían caer este año bajo el nivel de pobreza.
Los incrementos en el precio de los alimentos representan el principal golpe para los más necesitados, pues representan casi la mitad de la inflación actualmente.
Las predicciones son extraídas de un estudio elaborado por Ricardo Monge, economista, con base en datos de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) y de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Si bien el estudio tiene como base los años 2006-2007, se toma en cuenta el impacto en los precios de los alimentos, cuyas alzas en promedio han sido del 23% este año.
Con este aumento en el costo de los alimentos y si no existen más ayudas a los segmentos de población vulnerables, la pobreza aumentaría este año hasta un 2,5%.
“Al subir los alimentos, una parte importantísima de la canasta básica que define lo que son personas pobres, hará que este año aumente su número”, explicó por su parte, Thelmo Vargas, ex ministro de Hacienda.
Actualmente cerca de un 16,7% de los hogares vive en la pobreza, de acuerdo con la Encuesta de Hogares 2007, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). “De modo que este año la pobreza pasaría a más de un 18,7%, solo por el costo de los alimentos”, afirmó Monge.
El INEC calcula que una familia es pobre cuando sus ingresos mensuales no sobrepasan la línea de pobreza (canasta básica y necesidades básicas), que para 2007 se ubicó en poco más de $105 mensuales.
Una familia se encuentra en pobreza extrema cuando sus ingresos mensuales no son suficientes para cubrir la canasta básica equivalente a $50 por persona. En el presente año indicador se divide en un 13,4% de pobreza no extrema y un 3,3% de extrema.
Ante ello, Monge sugirió la eliminación de barreras al comercio que hoy en día pesan sobre los alimentos, como una medida para devolver poder adquisitivo a la población.
Los alimentos pesan más en la canasta de bienes que consumen los pobres que en la de los ricos, por lo que esa política favorecería a los más necesitados.
“Me atrevo a decir que la gente pobre traslada hoy más riqueza a los productores de alimentos debido al elevado nivel de proteccionismo contra las importaciones”, señaló el economista.
Debido a que los precios de los alimentos están tan altos, y además existe una escasez mundial o exceso de demanda, el desmantelamiento proteccionista no debe hacer temer a los productores.
Ante ello, se ha propuesto ayudar a los productores a mejorar sus rendimientos a través de investigación y desarrollo, mediante el programa Propyme que maneja el Ministerio de Ciencia y Tecnología.
Estudios recientes de la FAO muestran que Costa Rica tiene siete años de no mejorar los rendimientos de sus cultivos.
Aunque en el proyecto de ley de Banca de Desarrollo se incluye al sector agropecuario como beneficiario de ese fondo, solo pueden acceder empresas manufactureras o de servicios, por lo que deberían incluirse a estos pequeños productores.
Otro problema es que el país, a no ser que toque los bosques, carece de tierra adicional para aumentar los cultivos.
Por tanto, otra posibilidad es sustituir siembras de melón, caña de azúcar, banano y café y otras actividades agrícolas actualmente en problemas, por granos y otros alimentos más rentables.
Una iniciativa de este tipo recibió impulso de los ministros de la Presidencia, Rodrigo Arias, y de Agricultura, Javier Flores, que presentaron una estrategia para granos básicos.
“La meta es que en dos años, el país pase de producir un 48% del arroz que consume, a un 80%; de un 25% de los frijoles, a un 70%, y de un 25% del maíz blanco, a un 70%”, explicaron los funcionarios.
Pese a todo, Costa Rica con respecto a Centroamérica está en una posición ventajosa para enfrentar la crisis de alimentos, dado que no son grandes mayorías las que laboran para el sector agrícola y de alimentos.
Por otro lado, la mejoría en las finanzas públicas ha permitido al Gobierno asignar recursos para ayudar a los más necesitados a paliar la crisis alimentaria.
El precio de los alimentos viene dado por el aumento del petróleo, y porque países como China e India están demandando más productos al crecer el poder adquisitivo de las personas.
Naciones productoras de alimentos como Argentina, Bolivia, Brasil y Chile, entre otros, están aplicando restricciones a las exportaciones y controles de precios.
Factores climáticos como sequías en Australia y Nueva Zelanda y recientes inundaciones en Estados Unidos, que han reducido la oferta mundial y finalmente el hecho de que se están destinando más alimentos a producir biocombustibles, han provocado la escalada de precios.
Cerca del 75% del aumento de los precios ha sido causado por el uso de alimentos para fabricar biocombustible, de acuerdo con un reciente estudio del Banco Mundial. Por ejemplo, en 2007 el 12% de la producción mundial de maíz (30 millones de toneladas métricas) se utilizó para producir etanol. Asimismo, entre 2005 y 2008, Estados Unidos aumentó del 11% al 34% el consumo de maíz para producir etanol, según los mismos estudios.
Entre los alimentos que más han subido de precios figuran el arroz, trigo, azúcar, carne, leche, grasas y cereales. También se han disparado los precios del maíz amarillo, soya y arroz en granza.