¿Por qué invertir en un “food truck”?

Alexandra Cubero [email protected] | Lunes 12 febrero, 2018

Los camiones con comida gourmet llegaron para cautivar el apetito de los costarricenses hace unos cuatro años.

El gusto por platillos elaborados servidos en menor tiempo que un restaurante, así como la demanda de variedad, han propiciado el ingreso de más personas al negocio de los “food trucks”.

Hoy la oferta va desde especialidades a base de papa, mariscos, comida mexicana, carne parrilla, comida china y “street food”, hasta postres como donas y helados.

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Pero, ¿por qué cautivan? La razón es que más allá de la comida el “food truck”, busca generar una experiencia.

“Es una tendencia que llegó para quedarse porque al tico le gusta, no es solo gastronomía, es toda una experiencia”, dijo Shirley Calvo, copropietaria de Calle Vieja Food Truck Park.

Además, el modelo ofrece a sus propietarios la oportunidad de probar una ubicación u otra, e identificar la más beneficiosa para el negocio.

“El food truck permite hacer pruebas y estudios de mercado. Lo ponés a trabajar unos dos o tres días y ves si un punto funciona. El gasto es mucho menor que si se alquila un local y se invierte en decoración”, agregó Robert Elkhoury, dueño de Mr. Shawarma.

Otra fortaleza es el poco personal que requieren, en comparación con un restaurante, ya que solo emplean a unas cuatro personas en promedio.
Asimismo, permite crear cualquier tipo de platillo en un espacio reducido, con productos ya preparados con antelación.

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Sin embargo, los empresarios ven como limitante la falta de regulación, ya que no pueden obtener un permiso especial y el camión no tiene libertad de estacionar donde le parezca mejor.

Igualmente, los permisos dependen de cada municipalidad.

“No se puede llegar a parquear el camión así de la nada en un parque o esquina donde haya mucha gente, eso sería una venta ambulante y la legislación actual no lo permite”, agregó Calvo.

Actualmente, para operar desde un “food truck” los dueños de restaurantes solicitan una extensión de catering service al Ministerio de Salud y una patente para una actividad privada ante la municipalidad del lugar.

Cada camión debe contar con un tanque que le suministre agua potable, un medidor de luz y trampa de grasa, entre otros aspectos, para garantizar la inocuidad de los alimentos.

Más allá de una solución ingeniosa a la falta de regulación Calle Vieja Food Truck Park, primero en su tipo en el país, abrió sus puertas en noviembre pasado en Tres Ríos, para ofrecer un espacio novedoso.

“La idea surgió como una necesidad. Trabajábamos con nuestros camiones en actividades privadas o eventos y la gente siempre nos preguntaba dónde íbamos a estar el próximo fin de semana. Además el trabajo no era continuo, hacíamos un evento y muchas veces el camión quedaba parqueado por semanas hasta que llegara otro evento”, contó la copropietaria.

Además de los platillos de Garibaldi’s (comida mexicana), Go Fish (mariscos y sushi), Pinky’s, (steak truck), Agüizotes (hamburguesas), El Coyote Roadhouse (BBQ tejano), y My Wok (comida oriental); el espacio techado ofrece mesas y sillas, juegos, música, bebidas, servicios sanitarios y parqueo.

Los festivales de “food trucks” también han servido para que los negocios den a conocer sus platillos y ofertas gastronómicas.

Por ejemplo, el fin de semana anterior se realizó en el Barrio Chino la segunda edición del Festival de Food Trucks, que reunió a más de 20 opciones, así como a nueve fábricas de cerveza artesanal.