Por la inoperancia perdemos dinero
| Sábado 11 octubre, 2014
Quisiéramos ver los resultados de la transformación que se propone hacer este gobierno en el Conavi, que es actualmente un órgano con desconcentración máxima, adscrito al MOPT. Esto requerirá el apoyo del Congreso
Por la inoperancia perdemos dinero
El refrán popular dice que no es culpable quien es mandado. En el caso del Conavi… ¿qué clase de “mando” ha sido para que sigamos sufriendo las consecuencias de una inoperancia que es inadmisible?
Quisiéramos ver ahora los resultados de la transformación que se propone hacer este gobierno en esa entidad, que es un órgano con desconcentración máxima, adscrito al MOPT.
Esperamos que sea para bien. Sin embargo, no podrán hacerlo con la rapidez que deseamos porque requiere el apoyo del Congreso.
En todo caso, quienes pudieran oponerse a dichos cambios, deberían antes dar explicaciones acerca de los responsables de la inoperancia. No analizar lo pasado es volver a tropezar en la misma piedra.
Las previsiones para elaborar a tiempo carteles de licitación y hacerlos bien, a fin de que esa entidad cumpliera con sus obligaciones, es tarea de mandos medios y supervisar a estos es deber de los máximos jerarcas.
¿Por qué hemos tenido que soportar un mal funcionamiento del Conavi sin que nadie (hasta ahora) tomara medidas?
¿Quién debería asumir la responsabilidad por el aumento en los costos de mantenimiento de carreteras y puentes que lo anterior ocasiona, por el riesgo para quienes transitan esas vías, por la contaminación, la pérdida de tiempo, entre otros daños que sufrimos?
El personal de cualquier entidad pública o privada actúa de acuerdo a las directrices que recibe de sus superiores y que lo haga bien depende de la debida supervisión y de que se midan rendimientos.
¿Los responsables de la inoperancia del Conavi han venido recibiendo aumentos, anualidades y otros premios por faltar a su deber?
¿Cuándo finalizará esa cadena de incumplimientos que parte desde arriba y afecta negativamente la labor de todo un personal?
La administración pública, con sus excepciones, tiene probablemente funcionarios que podrían estar dando un buen rendimiento de no haber estado respondiendo a malas políticas y nocivas prácticas administrativas.
Costa Rica no soporta más las consecuencias de estos tipos de administración. Es hora de que, en la práctica y a la mayor brevedad posible, veamos políticas acertadas, capacidad de ejecución, actitud positiva, transparencia y rendimiento permanente de cuentas.