Propuestas para la reactivación
Jonathan Prendas [email protected] | Lunes 27 abril, 2020
Es momento para colocar sobre la mesa propuestas concretas que le permitan al país volver a encender el motor de la producción para llevar bienestar a la población.
Tres de los proyectos que he presentado en el Congreso tendrian un impacto positivo en la economía y le ayudarían a Costa Rica en su proceso de recuperación. Me refiero a ordenar que las entidades de gobierno elaboren su presupuesto de base cero para garantizar el control del gasto y un enfoque en los resultados, a liberar los fondos del Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD) con el propósito de levantar a las pymes y a vender los activos ociosos del Estado a fin de obtener más recursos de inversión.
El presupuesto de base cero es una metodología en la que todos los programas y gastos se clasifican según su orden de importancia mediante un análisis de costo-beneficio. Se trata de fijar metas y objetivos alcanzables y enfocarse en los recursos para lograrlos.
Una vez ejecutado el dinero, se evalúa no sólo el gasto sino también su calidad y aporte para la consecución de resultados y esto se convierte en un insumo para decidir la asignación financiera del año siguiente. Mediante esta fórmula, se priorizan los principios de rendición de cuentas, responsabilidad presupuestaria y programación estratégica.
El segundo aspecto en el que he insistido es en el apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas. En octubre de 2019 presenté el proyecto de ley 21.620 con el propósito de utilizar ¢400 mil millones del SBD, que están invertidos en títulos valores del gobierno y el Banco Central de Costa Rica, para ponerlos a disposición de las pymes.
En la coyuntura actual, Costa Rica requiere que esos recursos estén en manos de quienes lo necesitan, para que logren sobrevivir a esta debacle a causa de la pandemia y vuelvan a producir con fuerza una vez que las medidas de distanciamiento se relajen. El dinero del SBD no debe permanecer en manos de un gobierno que no tiene un norte económico claro.
Un tercer elemento es retomar el proyecto de ley 20.924 para reducir la deuda pública por medio de la venta de activos ociosos o subutilizados del sector público. Son bienes que en este momento no generan utilidades o beneficios ni se les puede dar el uso previsto para el que fueron adquiridos.
La premisa es que hay que generar recursos sin pensar en crear más impuestos, porque éstos no ayudarán en la necesaria reactivación económica que el país requiere una vez que venzamos la pandemia. El exceso en tributos provoca recesión y frena el consumo.
Estas u otras ideas deben discutirse ya. Dejemos a los especialistas en salud combatir el Covid-19, y enfoquémonos el resto en aportar soluciones para poner al país a caminar. Es necesario avanzar hacia propuestas consensuadas que nos den esperanza en un futuro más brillante y reduzcan las brechas sociales que cada vez se hacen más enormes.
Jonathan Prendas
Diputado
Nueva República