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Martes, 26 de noviembre de 2024



FORO DE LECTORES


Sai Wong perdió su caballo

José Pablo Rodríguez [email protected] | Lunes 15 noviembre, 2021

JP

José Pablo Rodríguez

Director Regional en Asia de la Promotora del Comercio Exterior de Costa Rica (PROCOMER)*

Hoy les comparto este proverbio chino que he traducido con el título: “Sai Wong perdió su caballo”. Quizás ya han escuchado este proverbio en algún lado. La historia va así:

Cuenta la leyenda que Sai Wong era un hombre que vivía en una villa cerca de la frontera y su familia se dedicaba a la crianza de caballos. Un día el hijo de Sai Wong dejó salir los caballos y en un descuido, uno de ellos se perdió. Al anochecer la noticia corrió rápido entre los habitantes de la villa y varios de los vecinos de Sai Wong le visitaron en su casa para brindar su apoyo moral ante la pérdida del caballo.

Sai Wong, le dijo a sus vecinos:

“Gracias vecinos, pero yo creo que tal vez esta situación no necesariamente es algo malo. Quizá me traiga buena suerte”.

Pasaron los meses y el caballo regresó, pero para asombro de todos en la villa lo hizo junto con otro caballo. Nuevamente, los vecinos fueron donde Sai Wong, esta vez para felicitarle por su buena suerte.

Sai Wong dijo:

“Gracias amigos, sin embargo un caballo más no necesariamente es buena fortuna, tal vez este caballo traiga consigo la desventura”.

Pasaron los meses y los temores de Sai Wong se materializaron. Un día mientras su hijo montaba aquel nuevo caballo, éste lo tiró y al momento de caer al suelo, su hijo se fracturó la pierna quedando muy mal herido. En esta ocasión, los vecinos volvieron a visitarle para ofrecer su apoyo.

Sai Wong, dijo:

“Esta vez la mala suerte volvió a tocar las puertas de mi casa y mi hijo se ha fracturado una pierna. Pero, quién sabe, acaso esta desdicha no sea más que una ventura disfrazada”.

Unas semanas más tarde, un país vecino desató una terrible y sangrienta guerra. Todos los jóvenes de la villa de Sai Wong fueron llamados a servir en el ejército para luchar por su país y la gran mayoría murieron en la batalla. El hijo de Sai Wong, tenía su pierna fracturada y por esta razón no pudo unirse a las tropas. Esto le significó a Sai Wong, conservar a su hijo.

Hoy día, este proverbio chino se utiliza para describir situaciones en las que temporalmente atravesamos adversidades y sin embargo, pasado el tiempo, esa adversidad trae consecuencias positivas. ¿Cuántas veces enfrentamos situaciones que en su momento parecen el fin del mundo? La pareja que se separa, el empresario que hace una mala inversión, el trabajador que se queda sin empleo, una enfermedad. En fin, tantas situaciones, tantas amarguras y problemas que parecen el fin del mundo en su momento. Quizá como decía Sai Wong, a la larga dejan algo positivo.

La actitud con la que enfrentamos la vida, es muy importante. De cualquier situación podemos aprender. El que se separa de su pareja siempre podrá reflexionar sobre los errores que cometió en su relación y quizá su reflexión le dé la sabiduría para rehacer su vida y triunfar en una nueva relación o hasta rescatar la que perdió. El empresario que perdió su dinero en un mal negocio, puede aprender muchísimo de esa experiencia, cambiar su estrategia, todo esto basado en el nuevo conocimiento que obtuvo de su “fracaso”. Cuando enfrentemos situaciones difíciles, pensemos que siempre hay algo que podemos aprender de éstas para mejorar en el futuro. Pensemos en las palabras de Sai Wong. Pensemos en que “no hay mal que por bien no venga”.

*Es Máster en Gerencia y Negociaciones Internacionales y tiene una especialización en Liderazgo de Talentos y Equipos.

*Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor y no representan la visión u opinión de la organización para la que trabaja.






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