Saludos por el 210° Aniversario de la República de Chile
Oscar Alcaman Riffo [email protected] | Viernes 18 septiembre, 2020
Oscar Alcaman Riffo
Embajador de Chile en Costa Rica
Este año celebramos dos importantes fechas de la historia de Chile: hoy 18 de septiembre conmemoramos nuestro 210° aniversario patrio, que recuerda la constitución de la Primera Junta Nacional de Gobierno, convocada en un día como hoy del año 1810 en Santiago por criollos en rechazo a la usurpación del trono español por Napoleón Bonaparte. Esta acción constituyó el primer movimiento libertario organizado que, en un dinámico proceso, condujo tiempo después a la independencia de Chile.
Pero en octubre celebramos también un hecho de trascendencia mundial: los 500 años del paso por el Estrecho de Magallanes del explorador y navegador portugués Hernando de Magallanes luego de un año de navegación, completando la primera circunnavegación al globo. Con el hallazgo en 1520 de este paso que conecta los océanos Atlántico y Pacífico, se inaugura una nueva era en la historia de la humanidad, la de un mundo finito y medible y se da un paso esencial en la experiencia de la globalización. En Chile esta fecha tiene un especial significado, no solo por conmemorarse la primera circunnavegación del planeta sino que por representar el descubrimiento de nuestro país desde su zona austral.
Y como en toda celebración de efemérides importantes, estas fechas son la ocasión propicia para detenernos a reflexionar sobre el estado de nuestra vinculación bilateral con Costa Rica. En este ejercicio de reflexión la conclusión es altamente positiva: Chile y Costa Rica han sabido mantener en el tiempo una excelente vinculación, fortaleciéndose cada vez más y presentando, frente a los desafíos de los complejos tiempos actuales, un potencial de crecimiento innegable en beneficio de nuestros dos pueblos.
Este año celebramos 162 años desde que Chile y Costa Rica iniciaran su relación oficial, con el nombramiento - en 1858 - del señor Eduardo Beeche, como Cónsul de Chile en San José. Desde ese momento, la cooperación, el intercambio y los lazos entre los dos pueblos han ido fortaleciéndose permanentemente y en todos los ámbitos, alcanzando la sólida amistad y la estrecha complementación actual, basada en principios y valores comunes.
Hablando de nuestra vinculación histórica, quisiera recordar la elocuente experiencia que viví hace justo un año cuando, visitando un museo, me enteré que en 1940 el gobierno de Costa Rica designó una comisión que viajó a Chile para estudiar su sistema de salud y redactar un proyecto de ley que creara un sistema de seguridad social. De esa misión a Chile nace el 4 de noviembre 1941 la Ley de la Caja Costarricense de Seguridad Social, uno de los pilares de la ejemplar democracia y Estado de bienestar de Costa Rica.
Siempre en la dimensión histórica de nuestra positiva vinculación bilateral, no puedo dejar de mencionar el valioso intercambio de estudiantes que en distintas épocas ha existido entre nuestros países y la positiva acogida que Costa Rica dio a chilenos a partir de los años 70 y que con su presencia y trabajo constituyeron un aporte al país - siempre reconocido por los costarricenses - particularmente en el ámbito académico y cultural.
Sin embargo, para demostrar los fuertes vínculos de Chile con Costa Rica no necesitamos retroceder demasiado en el tiempo. Mi llegada a Costa Rica como Embajador el año 2018 coincidió con la visita a Costa Rica del Presidente Sebastián Piñera en julio 2018, primer Jefe de Estado que recibiera el Presidente Carlos Alvarado desde que este asumiera en mayo de ese año. Estando yo destinado en Francia en esos momentos, pude constatar entonces la disponibilidad del gobierno costarricense y su Cancillería al permitirme participar en la visita como Embajador designado, entrando de lleno en las actividades de la visita, facilitándome luego el inicio de mi gestión como Embajador titular a partir de agosto 2018, gestión que inicié bajo los mejores auspicios.
Desde esa fecha avanzamos en una serie de temas bilaterales, confirmando el dinamismo de las relaciones chileno-costarricenses. Solo a modo de ejemplo quisiera mencionar, en el campo político, la celebración, el 27 de agosto 2019 en San José de las Consultas Políticas a nivel de Directores Generales de Política Exterior, con una importante delegación de la Cancillería chilena, en donde revisamos asuntos bilaterales y pasamos revista a las temáticas regionales y globales que nos parecen prioritarias, quedando de manifiesto nuestra coincidencia de visiones y posiciones y nuestra similar mirada a los complejos fenómenos que aquejan a nuestros países, nuestra región y al mundo. También dejar constancia de la excelente relación existente con el Grupo de Amistad parlamentario Costa Rica-Chile, y que, entre otras iniciativas, nos permitió alcanzar la aprobación legislativa del Convenio bilateral de Reconocimiento de estudios primarios y secundarios, vigente desde septiembre 2019. En enero 2020 destaca la visita a Chile de la Primera Vicepresidente de Costa Rica, Señora Epsy Campbell.
En el campo de la cooperación, el 2019 tuvimos la visita del Director de la Agencia de Cooperación Internacional para el Desarrollo de la Cancillería chilena, ocasión en la que pudimos evaluar el nivel de cumplimiento de los proyectos del programa bilateral de cooperación 2018-2020 e ir vislumbrando los proyectos del próximo bienio. Más allá del programa bilateral también contamos con una cooperación triangular y acciones específicas en el marco del Programa Fondo Chile. Un aspecto relevante en la cooperación fue la constitución formal de la Red de ex becarios costarricenses de la Agencia chilena de cooperación, lo que nos permitirá aprovechar las capacidades profesionales de estos ex becarios para promover acciones de innovación social para el desarrollo.
Asimismo, iniciamos los primeros pasos de implementación de los acuerdos complementarios de cooperación en materia de medio ambiente y en materia de género, firmados en julio 2018 durante la visita del Presidente Piñera, consistentes en el intercambio de experiencias y buenas prácticas entre los Ministerios de Medio Ambiente y de la Mujer, respectivamente, de los dos países. En otra dimensión de la cooperación, debo destacar el decidido apoyo que Chile ha dado a Costa Rica en su proceso de adhesión a la OCDE.
Asimismo, en otro campo de la cooperación, debo destacar que la presencia de Chile en Costa Rica la hemos seguido reforzando en las nuevas generaciones costarricenses a través de las Escuelas primarias ligadas a Chile, que son tres: la Escuela Gabriela Mistral de La Guácima; la Escuela República de Chile de San José y la Escuela Pedro Aguirre Cerda de Poás. Nuestra Agencia de Cooperación Internacional ha implementado, junto a la Universidad de Chile, el Programa “Escuelas Chile en América Latina y El Caribe”, consistente en capacitación presencial en Chile a los Directores y profesores de esas escuelas.
En el campo económico-comercial, en septiembre 2018 se iniciaron las primeras reuniones, en Chile y Costa Rica, destinadas a sondear la posibilidad y disponibilidad de modernizar y profundizar el Tratado de Libre Comercio Chile-Centroamérica de 1999 vigente desde el año 2002, así como los respectivos Protocolos Bilaterales, con nuevas disciplinas y aspectos que el actual acuerdo no contempla, de modo de dar un eficaz impulso a nuestros intercambios comerciales y a las inversiones mutuas. Siendo nuestro principal socio comercial en la región centroamericana, Chile considera que Costa Rica tiene un rol central que jugar en este anhelado proceso de modernización.
En el campo cultural quisiera destacar en este periodo la participación de Chile en diversos festivales de cine que tienen lugar en Costa Rica, que han permitido exhibir en el país la dinámica actividad cinematográfica chilena. Un hito cultural importante lo constituyó el año pasado la Muestra “Gabriela Mistral: hija de un pueblo nuevo”, consagrada a la poetisa chilena ganadora del premio Nobel de Literatura en 1945, y que se realizó en la sede de la Biblioteca Nacional de Costa Rica. Esta muestra coincidió con la exposición organizada por la Biblioteca sobre la prestigiosa revista cultural “Repertorio Americano”, dirigida por 40 años por el intelectual costarricense Joaquín García Monge, revista a la cual la poetisa chilena contribuyó de modo entusiasta. Ambas exposiciones, de Gabriela Mistral y del Repertorio Americano, nos permitió rescatar de algún modo el olvido de la fuerte amistad que unió a la poetisa chilena con el intelectual costarricense, confirmando que la amistad chileno-costarricense abarca múltiples dimensiones y es de larga data.
No puedo dejar de mencionar también la excelente colaboración exhibida por Chile y Costa Rica de cara a la 25° Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 25), presidida por Chile y cuya reunión preparatoria tuvo lugar en San José en octubre 2019. Este enorme desafío lo tomamos ambos países en el marco de nuestro compromiso frente al innegable fenómeno del cambio climático que enfrenta nuestro planeta y sus consecuencias en la humanidad, y a la necesidad de enfrentar esta problemática de manera global.
Quiero mencionar, por último, como parte de la dinámica vinculación entre nuestros dos países, la creciente presencia de jóvenes ejecutivos chilenos en Costa Rica, presencia que constituye una muestra que la conexión chileno-costarricense en diversos ámbitos es una realidad que se fortalece cada día más.
El mundo vive momentos difíciles, azotados por una pandemia a la que nadie estaba preparado y que ha acarreado graves consecuencias sanitarias, económicas y sociales y enfrentado a los gobiernos a la compleja tarea de equilibrar por un lado medidas sanitarias destinadas a evitar el contagio y tratar de atender adecuadamente a los enfermos y por otro lado medidas económicas que atenúen lo mejor posible las consecuencias económicas y sociales que las restricciones y el confinamiento ha acarreado en todo el globo.
La pandemia cambió drástica e inesperadamente el foco de las prioridades y preocupaciones de los gobiernos y de la gente. Chile y Costa Rica no han escapado a esta realidad. Sin embargo, en todo este periodo pandémico nuestra acción y colaboración mutua no ha disminuido, al contrario, ha sido particularmente dinámica. Solo para mencionar algunos ejemplos de interacción en estos últimos seis meses, destaco en el campo político nuestra activa cooperación en el ámbito de las candidaturas, que deriva de nuestra identidad de visiones en los más variados campos, y la participación de nuestros dos países en las nuevas iniciativas planteadas en los foros multilaterales para enfrentar globalmente y con un enfoque multidimensional la pandemia del COVID 19. También destaca el acompañamiento de Chile en las últimas fases del proceso de adhesión de Costa Rica a la OCDE, que tuvo como hito en mayo la decisión del Consejo de esa organización de invitar a Costa Rica a convertirse en su 38° Estado miembro. Aprovecho a felicitar a Costa Rica por el ejemplar proceso que ha llevado a cabo para convertirse en el cuarto miembro latinoamericano de la OCDE, junto a México, Chile y Colombia.
En el campo económico-comercial la relación ha sido especialmente dinámica en este periodo. Es así que no solo hemos seguido avanzando en la idea de modernizar el Tratado de Libre Comercio que nos une con Centroamérica sino que hemos tenido una dinámica interacción para consolidar nuestra relación comercial bilateral en momentos en que los intercambios se ven globalmente amenazados por las dificultades de transporte que ha impuesto la pandemia. Destaco en este marco la Rueda virtual de negocios llevada a cabo en julio pasado entre empresas chilenas y centroamericanas, que contó con la entusiasta participación de empresarios costarricenses, y el Diálogo Comercial virtual entre nuestras respectivas autoridades de comercio exterior en agosto, ocasión en la que se presentaron a empresas, gremios y sociedad civil de ambos países los esfuerzos bilaterales que se están realizando para avanzar en la integración comercial en cadenas globales y regionales de valor y las estrategias comerciales para apoyar la reactivación económica en el contexto de la pandemia y el enfrentamiento comercial.
Como puede observarse, la pandemia no ha sido un obstáculo para seguir reforzando nuestra vinculación mutua. Si bien algunas acciones han debido postergarse, especialmente aquellas del ámbito cultural, se ha seguido trabajando activamente en el resto de las áreas de nuestra vinculación, adaptándonos a las nuevas modalidades de trabajo que ha impuesto la pandemia.
En este marco no puedo de dejar de mencionar la excelente colaboración recibida de Costa Rica para permitir los dos vuelos de repatriación de chilenos varados en Costa Rica y Centroamérica realizados en abril y junio pasado y que permitió el regreso de más de 100 chilenos a su patria. Este es un ejemplo de las nuevas realidades que deben enfrentar los países y de las nuevas tareas de nuestras Cancillerías que, en el caso de Chile y Costa Rica, hemos sabido sortear con éxito gracias al espíritu de colaboración que nos anima.
Lo mencionado es solo una breve reseña del estado actual de nuestra vinculación mutua, y los hechos nos permiten afirmar que ésta seguirá fortaleciendo y adaptándose a los complejos desafíos que enfrentan nuestros países, la región y el mundo. Siempre digo que cuando dos países se entienden tan bien como Chile y Costa Rica, se plantea el desafío de utilizar la mayor creatividad posible para no quedarnos estancados y complacientes de ese estado de cosas. En ese sentido, Chile está plenamente disponible para buscar conjuntamente todas las vías posibles para consolidar nuestra positiva vinculación mutua.
Pero el mundo no se enfrenta solo a una emergencia sanitaria sin precedentes en la era actual. Los países y gobiernos se ven enfrentados también a movimientos sociales que demandan mejoras o cambios en sus estrategias de desarrollo. Chile no escapa a este fenómeno y, teniendo presente el ejemplar progreso experimentado por el país en los últimos 30 años, el gobierno del Presidente Sebastián Piñera, en conjunto con los sectores políticos del país, se encuentra conduciendo un proceso político-institucional destinado a responder a las legítimas aspiraciones ciudadanas. En este marco, el 25 de octubre próximo los chilenos votarán en un plebiscito que definirá si quiere una nueva Constitución Política y el modo de redactarla, por Convención Constituyente o Convención Mixta (parlamentarios y constituyentes elegidos expresamente para ello).
Chile, así como Costa Rica, se ubica dentro de los primeros veinte puestos en la categoría de “democracias plenas” en el ranking elaborado anualmente por The Economist. El proceso eleccionario que se abre con el plebiscito del 25 de octubre y que se extenderá por todo el 2021 (comicios municipales y de constituyentes, primarias presidenciales y presidenciales) será una oportunidad más para confirmar esta calificación.
Como ha sido nuestra tradición, hubiéramos querido celebrar en Costa Rica, tanto nuestra fiesta nacional como la conmemoración de los 500 años del Estrecho de Magallanes, de modo festivo y presencial, saludando y abrazando a nuestros amigos costarricenses físicamente, reflejando con esa expresión de cercanía nuestra amistad, alianza y admiración mutua. Sin embargo, debiendo adaptarnos a esta nueva realidad que vivimos, con este mensaje he pretendido saludar con el mismo afecto a las autoridades y pueblo costarricense y a mis compatriotas asentados en este maravilloso país. Y muchas felicidades a Costa Rica por sus 199 años de vida independiente ¡