Saprissa y Herediano son leyendas
Gaetano Pandolfo [email protected] | Sábado 22 diciembre, 2018

Entré a la escuela Juan Rudín en 1950 y egresé bachiller del Colegio Los Angeles en 1960.
Primero de la mano de mi papá, Leonardo y en la secundaria en la barra de los compañeros de colegio, me hice fanático del fútbol, una década dominada por el maravilloso Deportivo Saprissa, pero que cerró
el Alajuelense con su tricampeonato de los años 58-59-60.
Sin embargo, se presentó un intruso, otro grande en la ruta de morados y manudos: el Club Sport
Herediano, campeón nacional en 1951-55 y 61. El siguiente título para el Team llegó 17 años
después, en 1978.
Listos y preparados para presenciar el juego final del Apertura entre Saprissa y Herediano, ahora desde
la trinchera de periodista deportivo y no adolescente fanático de la Liga, recuerdo formaciones inolvidables de los dos equipos hoy finalistas, de esas que quedan grabadas en la retina y el corazón para siempre.
El equipazo del Saprissa es leyenda, base de la Selección Nacional bautizada como los Chaparritos de Oro en el Panamericano de México 1956.
Flaco Pérez en la portería; Giovanni, Catato y Alex en defensa; Marvin y Tulio volantes; Herrera, Murillito,
Cuty, Saningo y Rubén, delantera.
Herediano tenía nómina impresionante: porteros Amado Calvo, Cholo Rodríguez y Cholo Campos; en defensa, Colorado Sáenz, Max Villalobos, León Alvarado, Nano Campos; en el mediocampo Negro Esquivel, Edgar Quesada, Rafa Sánchez, Carlos Pantoja y atacando Ibo Arias, Mario
Murillo, Danilo Montero, Marco Ovares, Macho Esquivel, Cuico Bejarano y un refuerzo de super
lujo que fue campeón en el 55, el Maestro Fello Meza.
Saprissa era un dechado de técnica; Herediano garra y pierna; metérsele a jugadores como León Alvarado o Mario Murillo quien también jugaba de defensa, era toda una odisea y sin embargo Alvarito Murillo con su técnica exquisita o Cuty Monge con su endiablada verticalidad de ataque, siempre en fuga y mirando el césped, rompían las tenazas de los fieros zagueros del Team.
A Danilo Montero, don Luis Cartín lo bautizó como “El Príncipe”, por su elegancia, porte y enorme fútbol.
Fueron precisamente Danilo y Edgar “La Culona” Quesada, quizá el mejor volante central en toda la
historia del fútbol costarricense, los dos refuerzos habituales que acompañados de ocho o nueve jugadores del Saprissa, formaron la Selección Nacional en esa década.
Toca el turno mañana, en la final del Apertura y en disputa de un nuevo título nacional, a las nuevas
generaciones de futbolistas de Herediano y Saprissa, hacer honor a la calidad de sus antecesores y
ofrecer un espectáculo digno de tan ilustres jugadores en los dos equipos.
NOTAS ANTERIORES

Hansi Flick, primer técnico alemán en hacer campeón al Barcelona
Lunes 19 mayo, 2025
Lamine Yamal, el chico maravilla de la refrescante nómina azulgrana

Herediano recuperó su honor y la Liga la paz de su afición
Viernes 16 mayo, 2025
Joshua Navarro rompió el 0-0 y mandó al León a citarse con el Monstruo

Las semifinales presentaron volantes de alto vuelo
Jueves 15 mayo, 2025
Formaron parte de la primera nómina que escogió Miguel Herrera como técnico de la Selección Nacional y hoy son actores estelares

Ni con llave maestra se abrieron los candados del “Machillo”
Miércoles 14 mayo, 2025
La ausencia de Celso Borges, jugador clave en el esquema del Alajuelense, obligó a Óscar Ramírez a replantear la formación