NOTA DE TANO

Se ganó mucho y no se ha ganado nada: sigue el repechaje

Gaetano Pandolfo [email protected] | Martes 29 marzo, 2022

Anthony Contreras, novato repleto de madurez

Lo que más me gustó de la Selección Nacional en su juego en El Salvador, aparte lógicamente el triunfo y la clasificación al repechaje, fue la alineación del equipo.

Si bien es cierto, a la Tricolor le ha ido de maravillas jugando línea de cuatro en defensa, sus grandes hazañas mundialistas en Italia 90 y Brasil 14 se dieron con línea de cinco, o lo que es lo mismo, jugando con tres centrales: Mauricio Montero, Róger Flores y Rónald González en el verano italiano y Oscar Duarte, “Pipo” González y Michael Umaña en el histórico mundial brasileño.

Frente a los cuscatlecos, el técnico Luis Fernando Suárez sorprendió al formar línea de cinco en retaguardia: por el centro Kendall Waston, Juan Pablo Vargas y Francisco Calvo y en los costados, Keysher Fuller y Bryan Oviedo.

Se agregaron dos volantes centrales: Celso Borges y Yeltsin Tejeda y lo más destacado, un tridente ofensivo con Joel Campbell de 9 (el grito de guerra de esta columna), con Alonso Martínez y Anthony Contreras en los flancos. Un típico 5-2-3, como en los viejos tiempos.

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Hemos analizado en diferentes oportunidades en esta Nota, cómo nos agradó la alineación de Costa Rica en el primer juego de Súarez como técnico. Ese día, Joel fue (9), flanqueado por el mismo Alonso Martínez y Ariel Lassiter en la posición que ante El Salvador jugó Contreras.

Cuando entró Jonathán Moya, desactivaron a Martínez, Lassiter y Díaz y escondieron a Campbell en el costado derecho.

Contra El Salvador, aparte el golazo del novato Contreras, el gol de Campbell fue típico de un delantero centro.

Joel intuye que la corrida espectacular de Fuller terminará con el pase de la muerte, dibuja un movimiento que madruga a su celador, le permite llegar con ventaja a recibir el servicio de Keysher y con toque maestro depositar el balón en los cordeles.

Como ha sido costumbre en La Tricolor, el técnico Súarez varió el planteamiento para el segundo tiempo y pasó a un 5-4-1 para defender la ventaja.

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La “Sele” no pasó tantos apuros, mantuvo el 2-1 y este nuevo triunfo, combinado con la aparatosa derrota de Panamá ante los Estados Unidos, le aseguró a Costa Rica el repechaje, todo un milagro y una proeza de un seleccionado que aritméticamente estaba agonizando, pero que unido a su leal afición, se dispuso a lucharla hasta el último minuto, subió la calidad de su fútbol y atraparon el repechaje.

Claro, lo que sigue es otra historia.

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